Protagonistas 2030

“El desafío de recuperar la humanidad en la Medicina del siglo XXI”

“El desafío de recuperar la humanidad en la Medicina del siglo XXI”
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“Con máquinas tan evolucionadas, dejemos que las máquinas hagan las cosas que hacen las máquinas y los humanos dediquémonos a hacer las cosas que hacemos los humanos”, afirmó el doctor Boris Marinkovic durante su conferencia.
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En el stand de la Universidad de Chile, monitoras y monitores resolvieron dudas de las y los estudiantes.

La Feria Protagonistas 2030 es un evento anual organizado por El Mercurio, que reúne a las más destacadas instituciones de educación superior del país para discutir y explorar temas clave para el futuro de la humanidad. En este encuentro, se presentan exposiciones y charlas sobre diversos temas de vanguardia, incluyendo inteligencia artificial, salud mental, cambio climático, y tecnología, entre otros.

El objetivo principal del encuentro es fomentar el intercambio de conocimientos y promover el pensamiento crítico entre los asistentes, incluyendo estudiantes de colegios y universidades de todo el país. Además, Protagonistas 2030 busca inspirar a las nuevas generaciones a ser agentes de cambio en sus respectivas áreas de estudio y futuras profesiones

En la séptima versión de la feria, desarrollada el pasado 24 de julio, el doctor Boris Marinkovic representó a la Universidad de Chile con la conferencia titulada “El desafío de recuperar la humanidad en la Medicina del siglo XXI”. En ella, destacó la necesidad de replantear el enfoque de la educación médica para adaptarlo a las exigencias del siglo actual, alejándose de métodos y contenidos que ya no se alinean con las realidades.

Durante su intervención, se refirió a la inteligencia artificial y la forma en que esta ha superado la capacidad humana en diversas áreas, incluyendo la medicina, logrando incluso realizar diagnósticos más certeros que algunos profesionales.

Al respecto, planteó la siguiente pregunta: “¿Qué se debería enseñar en las carreras de la salud?”. Su respuesta fue clara: “Siempre que se estudian estas encrucijadas, la mejor forma de solucionarlo, es volver al origen. Volvamos a lo humano y al origen de la medicina y la salud”. Con esto, enfatizó la necesidad de cultivar habilidades humanas como la comunicación, la empatía y el pensamiento crítico, que son esenciales para una práctica médica integral y centrada en el paciente.

Basándose en esa premisa, subrayó que “la medicina es mucho más que la aplicación de conocimientos científicos”. Según el académico, los programas de estudio actuales no deberían limitarse a transferir conocimientos como quien “vierte un líquido en un vaso vacío”, sino que deberían encender el “fuego interior” de cada estudiante, ayudándolos a descubrir y desarrollar “el talento interior de cada ser humano, porque si no se identifica ese talento, la gente puede pensar que no tiene ninguno”, aseveró.

Asimismo, abordó el problema de la rigidez en el sistema educativo y cómo esto afecta la creatividad de los estudiantes: “Puede ser que hayamos pasado años fortaleciendo un sistema que impide a los estudiantes desarrollar habilidades del siglo XXI”, señaló, enfatizando la necesidad de una educación más holística e interdisciplinaria.

Por otra parte, el académico de nuestra facultad añadió que “generalmente, año tras año, se agregan innumerables contenidos al currículum de medicina, volviéndolo inabarcable en el tiempo disponible y más allá de la capacidad humana de retención”, expresó el doctor Marinkovic. Con esto, resaltó la sobrecarga de información que enfrentan los estudiantes, y criticó el hecho de que “los educadores médicos de hoy, nacidos en el siglo XX, estamos educando a la generación del siglo XXI utilizando un pensamiento del siglo XIX. Hay una desconexión total”, juzgó.

Por esta razón, el doctor Marinkovic hizo un llamado a enfrentar los desafíos del siglo XXI desde una perspectiva interdisciplinaria, abordando problemas complejos mediante la creatividad y la colaboración: “Con máquinas tan evolucionadas, dejemos que las máquinas hagan las cosas que hacen las máquinas y los humanos dediquémonos a hacer las cosas que hacemos los humanos”, afirmó.

También añadió: “Volvamos a la esencia, formemos a nuestros estudiantes para sanar con humanidad. Una medicina centrada en el paciente y una educación médica centrada en el estudiante y con educadores médicos en sintonía con la humanidad de lo que están enseñando”, propuso, subrayando la importancia de una medicina y una educación médica que valoren tanto la ciencia como la humanidad.

Finalmente, el doctor Boris Marinkovic alentó a los futuros profesionales de la salud a embarcarse en un viaje de autodescubrimiento y bienestar personal, recordando que “si no están sanos ustedes mismos, no hay forma de que vayan a sanar a alguien más”. Su mensaje fue claro: “Para enfrentar los desafíos de la medicina en el siglo XXI, es fundamental formar a los estudiantes no solo como expertos científicos, sino también como seres humanos completos y empáticos”, concluyó.