Alfredo Dabancens ha dedicado su vida profesional en dos vertientes. La primera es que ha sido un destacado bróker en el mercado del salmón. Ha trabajado en el área de ventas con salmoneras como Nutreco, Ewos y Salmones Camanchaca lo que, en sus palabras, le ha dado una “mirada desde adentro” de cómo funcionan las dinámicas gerenciales en empresas.
“Tengo la faceta de vendedor y de comprador y eso básicamente me hizo viajar por el mundo en una época en la cual había que comunicar que Chile producía salmones”, cuenta. En 1989 Chile exportó solamente 5 mil toneladas, versus las cifras actuales que rondan por los 800 mil y el millón de toneladas país.
Mientras, ejercía como gerente comercial en una compañía chilena de salmones, Alfredo se enfrentó con un gran desafío profesional debido a que no encajó con la cultura y estructura jerárquica de la empresa, ya que no estaba acostumbrado: “Siempre había trabajado en empresas extranjeras”, cuenta. Aquello lo llevó a descubrir el mundo del coaching, el cual se volvió en su segunda pasión, al recurrir a uno para solucionar su problema.
El coaching profesional es un proceso de acompañamiento personalizado dirigido a individuos o grupos con el objetivo de potenciar sus habilidades y competencias en el ámbito laboral. Un coach profesional trabaja para identificar metas, desarrollar planes de acción, superar obstáculos y mejorar el desempeño de sus clientes, llamados coachees. A través de técnicas de comunicación efectiva y estrategias de desarrollo personal y profesional, el coaching ayuda a los coachees a alcanzar sus objetivos, maximizar su potencial y lograr un equilibrio entre su vida personal y profesional.
“El coaching entiende que cada persona tiene en su interior la respuesta de los problemas. En esta sociedad no hay tiempo para reflexionar por todas las cosas que hay que hacer en el día a día, y el coaching lo que hace es abrir justamente un espacio de reflexión”, comenta Dabancens quien lleva más de 10 años haciendo coaching, estando certificado por la International Coaching Federation (ICF), organización que cuenta con más de 60 mil contribuyentes alrededor del mundo.
Menciona que hay distintos tipos de coach según las necesidades del coachee. Está el coach de vida, el de carrera, y los enfocados a la salud y bienestar del individuo. Pero Alfredo se centra en el de ejecutivo y de liderazgo dirigido a altos ejecutivos dentro de una organización con el objetivo de mejorar las habilidades de liderazgo, la toma de decisiones, la gestión del equipo y la estrategia empresarial. Según Dabancens, un coach ejecutivo trabaja con los líderes para desarrollar su autoconciencia, gestionar el estrés, fomentar una cultura organizacional positiva y alinear las metas personales con las corporativas.
“Aun cuando el tema del coachee sea profesional o personal, en último término te estás enfrentando con la identidad, con el alma de las personas por lo que es fundamental aprender a escuchar para ayudar”, menciona.
Alfredo es egresado del campus Antumapu e hijo del reconocido Dr. Alfredo Dabancens, médico que estuvo a cargo del laboratorio de citopatología y profesor de la Facultad de Medicina de esta Casa de Estudios, y que cuenta con un auditorio que lleva su nombre. Entró a estudiar a la Universidad de Chile en 1982: “La Chile es un espacio muy diverso. Que no nos parezcamos entre estudiantes me encanta y es muy positivo. Además, está conectado con la realidad del país mejor que cualquier otra casa de estudios”, comenta.
Con un profundo sentido de gratitud hacia la Universidad de Chile, la institución que forjó sus cimientos académicos y profesionales, Alfredo ha decidido "devolverle la mano" en una nueva misión. Junto con la red de egresadas y egresados Alumni Uchile Alfredo diseñó un programa gratuito de coaching que ofrece “entregar herramientas prácticas y metodológicas que permitan a los/as profesionales un mejor desarrollo laboral”.
-¿Por qué decidiste brindar este beneficio gratuito a la comunidad Alumni?
“Quería darle una vuelta de mano a la Universidad. Lo que más he sentido estos meses que hemos puesto en práctica el programa es el convencimiento de que la red Alumni Uchile se fortalezca, y se transforme en un espacio que cuide a la Universidad. Eso me está motivando a quedarme y aportar un granito de arena”.
El coach explica que el programa gratuito está funcionando exitosamente y que se siente contento que el 100% de quienes han usado el beneficio lo ha evaluado con la calificación máxima al término de las sesiones de coaching: “Estoy feliz. Lo que estoy haciendo por la Chile no es distinto al que hago yo afuera por lo que pongo mucha motivación en esto. Me llena mucho y sigo aprendiendo para ir mejorando con cada nuevo coachee”, comenta.
Alfredo también fue parte del director de la ICF en Chile por tres periodos durante los años 2018-2020. Dentro de las cosas que se enfocó dentro de la institución es “evangelizar” el concepto de coaching, el cual, según Dabancens, aún no es tan conocido como en otras partes del mundo: “Vi una tremenda diferencia entre la importancia que se le da al concepto entre el hemisferio norte y el sur. Eso me animó mucho para poder integrarlo en Chile”.
En Estados Unidos, entre el 25% y el 40% de las empresas Fortune 500 utilizan servicios de coaches ejecutivos, incluidos grandes nombres como Google y Goldman Sachs, según Coach Foundation. Dabancens cuenta que en Chile pocas empresas trabajan con estos servicios y que, si bien el mercado crece de a poco, aún falta: “Al gerente chileno le cuesta aceptar que sea bueno que lo acompañen para destrabar sus problemas, es por esto por lo que es muy importante contar de lo que se trata e informar a la gente de los beneficios que trae”.
Para esto Dabancens es enfático en explicar lo que es y lo que no es coaching, ya que existen también otras estrategias de desarrollo profesional como el mentoring y la psicología: “La gran diferencia que me gustaría plantear es que coaching no es terapia. Nosotros tratamos con personas, quienes pasan por una situación buena y quieren una mejor, las que tienen inquietudes con respecto a su desempeño”.
-¿Qué puede esperar un profesional sobre un programa de coaching?
“El que más trabaja son ellos, no yo. El desarrollo que ellos viven está directamente relacionado a la cantidad de esfuerzo, autoconocimiento y disposición que ponen. Siento que hay mucha satisfacción de mis clientes en que resolvieron su problema propuesto en las sesiones, pero hay veces que solo se puede reducir la brecha lo más posible, y eso está bien también”
- ¿Cuáles habilidades se requiere para ser coach? ¿En cuál siente que destaca?
“Lo más importante que debe tener un coach es la gran capacidad de escucha, saber escuchar con paciencia y continuamente al coachee. Lo que yo hago es que puedan reflexionar, no dar tips, que ellos mismos encuentren sus caminos. Yo siento que me diferencio de otros coaches en poder tener una vasta experiencia gerencial, si bien muchos colegas saben la teoría yo conozco la otra cara de la moneda”.