Con una trayectoria que abarca más de 30 años, Mónica Rubio, Premio Nacional de Ciencias Exactas y profesora del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, ha sido una figura clave en el avance de la astronomía en el país. Además, su reciente nombramiento como vicepresidenta de la Unión Astronómica Internacional reafirma su compromiso con el desarrollo y la proyección de la astronomía chilena a nivel mundial. Rubio ha sido una embajadora de la ciencia, no solo en Chile sino también a nivel internacional, colaborando con instituciones de gran prestigio como la NASA y participando en proyectos que van desde la observación terrestre hasta la exploración espacial.
Durante esta entrevista, Mónica Rubio nos comparte su perspectiva sobre el presente y futuro de la astronomía en Chile, así como los desafíos que enfrenta la comunidad científica ante el creciente interés por los fenómenos espaciales y el rol fundamental de los observatorios chilenos en las investigaciones astronómicas más avanzadas.
-Felicitaciones por su nombramiento como vicepresidenta de la Unión Astronómica Internacional. ¿Qué significa este cargo para usted y para Chile?
Muchas gracias. Es un gran honor para mí, tanto a nivel personal como profesional. Creo que este nombramiento no solo reconoce mi carrera, sino también el trabajo que hemos hecho en Chile para posicionarnos como un referente en astronomía. Chile es el lugar desde donde se estudia el universo, y estoy emocionada de poder representar a nuestro país en una organización tan prestigiosa.
-¿Qué papel ha jugado Chile en la astronomía mundial?
Chile es la capital mundial de la astronomía. Tenemos más del 70% de la capacidad astronómica global gracias a nuestros telescopios, como los del Observatorio ALMA. Todos los descubrimientos recientes en astronomía se realizan desde Chile, ya que contamos con una infraestructura de vanguardia que no tiene comparación en el mundo. Además, Chile tiene acceso al 10% del tiempo de observación en estos telescopios, lo cual es crucial para nuestros investigadores.
-¿Cómo ha sido su experiencia trabajando con la NASA y otros proyectos internacionales?
Ha sido increíble. He tenido la oportunidad de colaborar con la NASA, donde participé en vuelos de investigación en el avión estratosférico SOFIA, que realizaba observaciones a más de 40 mil metros de altura. También trabajé en investigaciones sobre la formación de estrellas y planetas, un campo que ha evolucionado mucho en los últimos años y que me apasiona profundamente.
-Hablando de sus investigaciones, ¿cuál es el aspecto del universo que más te fascina?
Me dedico a estudiar las zonas donde nacen nuevas estrellas. Lo más interesante es que no solo nace una estrella, sino que nacen junto con planetas, formando sistemas como el nuestro. Para mí, descubrir cómo se forman estas estrellas y planetas en galaxias como las Nubes de Magallanes es fascinante, ya que nos permite entender cómo fueron las primeras estrellas del universo.
-¿Qué importancia cree que tiene la astronomía en la vida cotidiana de las personas?
Creo que todos sentimos una conexión especial con el cielo. Mirar las estrellas nos da una sensación de paz y nos hace sentir parte de algo más grande. Para los niños, la astronomía despierta la curiosidad, y para los adultos, ofrece una oportunidad de reflexión y conexión con la naturaleza. Además, muchos desarrollos tecnológicos que hoy utilizamos nacen de la astronomía.
-¿Cómo ve el futuro de la astronomía en Chile y qué rol jugará en la próxima Asamblea de la Unión Astronómica Internacional en 2030?
El futuro de la astronomía en Chile es muy prometedor. En 2030, Chile será sede de la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional, un evento que reunirá a astrónomos de todo el mundo. Será una gran responsabilidad, pero también una oportunidad para mostrar la capacidad y el potencial que tenemos como país. Estoy muy emocionada por lo que está por venir.