Ya se acerca Halloween, contracción de All Hallow´s Eve (Víspera de Todos los Santos), también conocido como Noche de Brujas, una fiesta de origen pagano que se celebra todos los años el 31 de octubre y cuyas raíces provienen de un antiguo festival celta de hace más de 3.000 años, conocido como Samhain ("Fin del verano", en irlandés antiguo).
La festividad de Halloween llega a Estados Unidos y Canadá en el año 1840, pero no es hasta 1970 que comienza a celebrarse masivamente.
A Chile llega la celebración de Halloween en la década de los 80, y cada año ha ido ganando más adeptos hasta masificarse. Hoy en día, es común que ya pasadas las festividades de Fiestas Patrias los supermercados ambienten sus espacios con calabazas y góndolas con dulces y golosinas alusivas a esta fiesta.
Según la tradición, “importada desde los países anglosajones”, los niños salen a las calles disfrazados de fantasmas, duendes, brujas, hadas, superhéroes y todo lo que la imaginación permita, para pedir dulces y golosinas en su vecindario.
Ingredientes y etiquetado nutricional
Para conocer lo que hay en un paquete de caramelos, chocolates o golosinas, debemos revisar la lista de ingredientes y el etiquetado nutricional del producto, pues estos nos dan alguna orientación de lo que contienen los caramelos, o golosinas, sostiene la Prof.ª Nalda Romero Palacios, académica de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, adscrita al Departamento de Ciencia de los Alimentos y Tecnología Química.
En el listado de ingredientes aparecen en orden decreciente de peso, es decir, los ingredientes que contribuyen con mayor proporción a la formulación son listados primero, y así en orden sucesivo. “Por ejemplo, si el azúcar o un jarabe de glucosa va primero en la lista significa que es el ingrediente principal. Esto se deberá reflejar en el aporte de carbohidratos disponibles y de azúcares totales en el etiquetado nutricional del producto”, sostiene Romero.
Otro aspecto a considerar en la lista de ingredientes son los tipos de colorantes que contiene el producto. Los colorantes azoicos artificiales tartrazina o amarillo N°5 y amarillo crepúsculo o amarillo N°6 aparecen con rotulación destacada. “Estos colorantes se han asociado con reacciones alérgicas en algunas personas, especialmente en niños. Además, algunos estudios han asociado a los colorantes azoicos con hiperactividad en niños. Otro aspecto a revisar en la lista de ingredientes es si contiene algún tipo de alérgeno, como maní, soya, etc.”, detalla la académica.
Consumo
En relación al etiquetado nutricional del producto, es importante ver primero el tamaño de la porción; ésta se presenta en medidas métricas, es decir, en gramos (g) o mililitros (ml) y en medidas caseras, en este caso serían las unidades de caramelo que componen una porción, explica la Prof.ª Nalda Romero.
En segundo lugar, se debe revisar cuántas calorías aporta el producto por 100 gramos y por porción, sobre todo si la porción es pequeña, la probabilidad de consumir más de una porción es alta y con ello mayor cantidad de calorías. Seguidamente, debe revisar los carbohidratos disponibles y los azúcares que aporta el producto por 100 gramos y por porción. “Generalmente este tipo de productos contiene una gran cantidad de azúcares totales por 100 gramos y una porción de caramelos puede contener más de 15 gramos de azúcares totales”, indica la especialista.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el azúcar no debe aportar más del 10 % de las calorías ingeridas, cifra que vale tanto para adultos como para niños. En función de su edad, se estima que los niños deben ingerir entre 1.000 y 1.800 calorías diarias. Por lo tanto, la cantidad de azúcar no debería superar los 25-45 gramos, 6-11 cucharaditas de café. La Asociación Estadounidense del Corazón sugiere que los niños y adolescentes no ingieran más de seis cucharaditas de azúcar por día, de lo contrario, aumenta de forma notoria el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Para el caso de los chocolates, preferir los que contengan manteca de cacao como única materia grasa.
Otro aspecto importante a considerar son los sellos de advertencia ubicados en la cara frontal del producto, idealmente escoger productos sin sellos o con la mínima cantidad de éstos.
Y nunca está de más decir que los dulces siempre los adquiera en un lugar establecido, que no estén expuestos al calor o la humedad y respetar la fecha de vencimiento que aparece en el envase.
¡Por un Halloween dulce y seguro para los niños y niñas!