"Oye lucho, ¿quién se murió?", le preguntan al coordinador administrativo Luis Quinteros durante estos días al interior de la sede Las Encinas de la Facultad de Artes, donde se imparten las licenciaturas en Artes Plásticas y Teoría de las Artes.
Justamente porque aburridos de reunirse cuando alguien llega, se va o muere, una treintena de funcionarios de la Facultad de Artes, reunidos desde hace unos años bajo el nombre "Arte Producciones", han decidido organizar, al más puro estilo chilote, un curanto al hoyo y así celebrar la amistad.
"No es posible que sólo nos reunamos para las bienvenidas o las despedidas, es necesario que nos juntemos los que trabajamos en un lugar y podamos compartir", explica Luis Quinteros, quien agrega: "lo primordial es que los que participemos estemos limpios de malas vibras y que nos podamos juntar dejando de lado las diferencias que nos separan".
Al encuentro han sido invitados algunos funcionarios de las sedes Pedro de la Barra y Eugenio Letelier Llona de la Facultad de Artes, de la Facultad de Ciencias, del Museo de Arte Contemporáneo y del Teatro Nacional Chileno, entre otros lugar.
Un párrafo acompaña la invitación a este curanto: "Dejemos a un lado el pasado y las diferencias que nos han atado y comencemos ahora, de una vez por todas, a integrarnos como parte de un todo, para así poder construir un futuro mejor. Sólo unidos lograremos vencer los más grandes obstáculos que se nos presentan".
Sobre este encuentro, Susana González, artista visual y directora del Departamento de Artes Visuales señala: "Es importante eliminar las tensiones de esta ciudad que nos tiene tan estresados y ensimismados. Hemos perdidos calidad de vida, por lo que iniciativas de este tipo, que tanta falta le hace a la comunidad universitaria y que nos permite juntarnos en torno a la comida y al baile, hace que podamos recuperar esa calidad de vida que hemos perdido".
Junto al curanto que se realizará a las 19:00 hrs. del viernes 1 de junio, un grupo de cantantes y bailarines interpretarán canciones típicas de la isla de Chiloé, al mismo tiempo que el curanto será servido en vasijas de gredas traídas de Pomaire.