Hace 70 años se creó el departamento de fotografía y cinematografía de la Universidad de Chile que forma parte del Archivo Nacional "Andrés Bello", con el objetivo de apoyar técnicamente la docencia, la investigación y la extensión de la Universidad, abarcando distintos temas sociales y de arquitectura.
De esa manera, en base a donaciones y fotografías propias que se fueron recuperando, se crea el archivo fotográfico de la Universidad, referente obligado hoy en día de historiadores, cineastas, investigadores, documentalistas, que llegan hasta el Archivo Nacional para consultar y revivir gran parte de la historia de la Universidad, la historia de Chile y de la sociedad plasmadas en más de un siglo de imágenes.
Entre las colecciones más renombradas, sobresalen trabajos de Roberto Montandón, Sergio Larraín, Baltasar Robles, Antonio Quintana, Luís Ladrón de Guevara y Domingo Ulloa, entre otros. Esta clasificación de las colecciones por nombre de autor se está realizando desde hace poco tiempo, y ha sido una gran tarea porque no siempre éstos estaban identificados, asegura José Moreno, Jefe de la Unidad de Fotografía y testigo de los cambios y avances en el archivo fotográfico desde los años 80. "Detrás de cada fotografía hay un personaje y por eso se hace indispensable rescatar a los fotógrafos como autores", agrega.
Con la ayuda de proyectos Fondart se han realizado exposiciones y se han inyectado recursos para recuperar gran parte del legado de este archivo que compone una colección con más de 4.000 placas de vidrio, con imágenes de todo Chile entre los años 1920 y 1930 que fue donada hace 70 años por la entonces Oficina Nacional de Turismo a la Universidad, y que fue respaldada y recuperada para su perfecta conservación en el tiempo.
Gracias al financiamiento proveniente de este Fondo de las Artes se han podido llevar a cabo también exitosas exposiciones públicas como la realizada en el año 2005 Rostros de Chile, que revive una colección geográfica de Chile, tomada en la década de los 60. Y el año 2006 la exposición Retrospectiva de Antonio Quintana, que buscó rescatar parte del trabajo de este reconocido fotógrafo nacional, quien fuese además profesor de periodismo de la Universidad de Chile.
Los desafíos para el futuro no son pocos. Se requiere una inversión importante para poder seguir resguardando estos verdaderos tesoros visuales, no sólo para su preservación en el tiempo, sino porque la Universidad quiere contar con mayor infraestructura para recibir las colecciones que sean donadas. "Los fotógrafos tienen una gran consideración por la Universidad de Chile, por su historia y prestigio. Y cuando alcanzan cierta edad, necesitan ver dónde van a dejar el legado de su trabajo para que se siga difundiendo y mostrando", explica Moreno.
Como una forma también de que todos los chilenos puedan acceder a estos registros se plantea la necesidad de formar una editorial que plasme en libros y obras visuales las distintas colecciones con que cuenta el archivo. De esta forma, además de masificar este arte y su cultura, se puede crear una fuente de financiamiento para nuevos proyectos y exposiciones públicas.
Cómo vivía la sociedad Chilena de principios del siglo XX; cuál era la moda que se impuso en las distintas décadas; cómo se veía la Alameda en los años 50, un sin fin de respuestas a los distintos acontecimientos de la historia, la geografía, la sociedad y la cultura de Chile se encuentran en los retratos que alguna vez lograron plasmar los fotógrafos testigos de esos momentos furtivos, sin saber que años después se podría revivir nuevamente a través de su trabajo cada uno de esos instantes.