El panel Situación actual de la Influenza Porcina y sus efectos fue una instancia de reflexión entre alumnos y académicos -organizada por la Dirección del Departamento de Medicina Preventiva Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias- para abordar desde una perspectiva experta los alcances de esta enfermedad que durante la última semana ha mantenido al mundo en estado de alerta.
El encuentro tuvo por objetivo resolver las inquietudes de los alumnos sobre el desarrollo e impacto de la gripe, otorgándoles para eso contenidos específicos y herramientas que puedan utilizar a la hora de ser consultados.
La clase -organizada por los profesores Fernándo Núñez y Pedro Abalos- fue valorada por los alumnos con una alta participación. Ellos aportaron su visión del rol experto de los veterinarios en casos que exigen una mirada transversal. Sus dudas, en tanto, estuvieron reflejadas en consultas sobre la resistencia ambiental del virus, los factores que predisponen el contagio en los grupos de mayor riesgo y los sistemas de evaluación que a nivel internacional monitorean patologías en animales.
Al respecto la Doctora Orfelia Celedón, Viróloga, les explicó que las mutaciones puntuales que ocurren en las proteínas de los virus son las que modifican su virulencia, es decir, su capacidad de multiplicarse o su habilidad para causar una infección. "En esto hay una gran variabilidad debido a los cambios que se producen en la naturaleza -como la transmisión entre especies y el reordenamiento genético-. Los cerdos, afirmó, tienen receptores para virus de aves y mamíferos, por lo que una misma célula puede ser infectada por dos virus diferentes".
En este sentido la académica detalló que los subtipos del virus de influenza humana que se han detectado en la historia del estudio de la enfermedad han sido: H1N1, H2N2 y H3N2. El correspondiente a la gripe porcina (H1N1), ha sido registrado los años 1930, 1977 y 2009.
El Doctor Veterinario Patricio Retamal, en tanto, sostuvo que en los cerdos la influencia es endémica dado que se presentan casos en forma habitual y estacional. "Un 25% de la población porcina en algún momento ha tenido contacto con algún tipo de influenza. La letalidad actual varía entre un 5% y un 10%, una cifra similar a las muertes que han ocurrido históricamente. La diferencia es que ahora ha crecido la infección entre humanos, algo que no es nuevo, pues antes había ocurrido pero de una manera más reducida.
Prevención basada en las ciencias
El Doctor Santiago Urcelay, Epidemiólogo y Director de Pregrado de esta Casa de Estudios, en tanto, manifestó la importancia de acceder a las fuentes oficiales que difunden la información sobre el contagio de la gripe porcina, como la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud. "Es necesario acudir a los expertos y no dejarnos llevar por noticias que muchas vecen crean alarma sin tener argumentos científicos".
La vacuna contra la influenza estacional humana -sostuvo Urcelay- protege a las personas contra tres cepas de los virus de la influenza: virus A (H3N2), un virus A (H1N1) y un virus B. El virus H1N1 de la influenza porcina es muy diferente a los virus H1N1 de humanos y H1N1 de influenza aviar, por ello es poco probable que la vacuna contra la influenza estacional proporcione protección contra los virus H1N1 de la influenza porcina.
Sobre las medidas de prevención informó que puede ser que las vacunas no tengan cepas para la protección específica. Por lo que recomendó la aplicación de un sistema eficiente de eliminación de desechos materiales y orgánicos; implementación de mecanismos de Bioseguridad, mediante acciones como la capacitación de los empleados en higiene, limpieza y desinfección; uso de sistemas de ventilación adecuados; y la formulación de planes de contingencia para disminuir la difusión del virus.
En tanto recomendó a nivel doméstico hábitos como: "Llevar una buena higiene de vida (dormir bien, comer alimentos nutritivos, mantenerse físicamente activo); realizar un lavado frecuente de manos; y estornudar o toser en pañuelos de papel, cuya eliminación sea inmediata".
El profesor Urcelay recordó también que se puede comer carne de cerdo sin problemas -en circunstancias en que la listeriosis no esté presente en sus cortes y derivados-, dado que aún no hay datos que demuestren que la Influenza Porcina se transmita al hombre a través de esta manera. Además el virus de esta gripe se destruye a temperaturas de 70ºC, lo que corresponde a las condiciones generalmente recomendadas para cocinar la carne de cerdo y otras carnes.
Estudios en marcha para la vacuna
El Doctor Luis Fidel Avendaño, profesor del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina explicó que los científicos ya están realizando estudios moleculares para caracterizar el virus de la Influenza Porcina, proceso -que va desde el reconocimiento del genoma y hasta el diseño de la vacuna- que podría demorar, al menos, seis meses. También está pendiente el análisis epidemiológico que implica saber, por ejemplo, cuán contagioso es el virus, en qué edades hay más riesgo, cuánto dura el cuadro clínico y de qué mueren los infectados. Para mayor información revisar noticia adjunta.