HCUCH: Histeroscopía Ambulatoria optimiza calidad y tiempo

HCUCH: Histeroscopía Ambulatoria optimiza calidad y tiempo
El Centro Nacional de Histeroscopía Ambulatoria está operativo en el HCUCH desde abril.
El Centro Nacional de Histeroscopía Ambulatoria está operativo en el HCUCH desde abril.
Cristián Miranda, director del Departamento de Ginecología y Obstetricia.
Cristián Miranda, director del Departamento de Ginecología y Obstetricia.
La intervención no supera los diez minutos por trompa. Es seguro, cómodo y cuenta con el respaldo de expertos..
La intervención no supera los diez minutos por trompa. Es seguro, cómodo y cuenta con el respaldo de expertos..
El Histeroscopio de Bettocchi de cuatro milímetros de diámetro facilita el paso de instrumentos como el Essure.
El Histeroscopio de Bettocchi de cuatro milímetros de diámetro facilita el paso de instrumentos como el Essure.

Ofrecer un servicio de calidad para quienes acuden al Hospital Clínico Universidad de Chile en busca de soluciones para incrementar su calidad de vida es la consigna del equipo de profesionales que dio vida al primer Centro Nacional de Histeroscopía Ambulatoria, en funcionamiento desde abril pasado. Es en este lugar donde ya se han efectuado procedimientos de esterilización Essure con el Histeroscopio de Betocchi.

Así lo explicó el director del Departamento de Ginecología y Obstetricia del HCUCH, doctor Cristián Miranda, a UChile.online tras su reciente participación en el Instituto de Investigación contra los Cánceres del Aparato Digestivo de Strasbourg, Francia (IRCAD) donde dio conferencias sobre endoscopia ginecológica.

Respecto de la forma ambulatoria de esterilización que el recinto hospitalario está desarrollando, el profesional destacó la rapidez y comodidad que brinda a las pacientes, pues no requiere hospitalización ni anestesia general, y la mayoría de las mujeres reanudan sus actividades normales en un día. Durante las semanas posteriores su cuerpo y los microinsertos instalados actúan juntos para formar una barrera natural que evita que los espermatozoides alcancen a los óvulos.

En estas esterilizaciones tubarias se usa Essure, "un dispositivo fabricado con el mismo material con el que se hacen los stents que se usan en las cirugías al corazón -tubo pequeño y autoexpandible de malla de metal que se coloca dentro de la arteria coronaria para prevenir su cierre- que, mediante el histeroscopio, se pone en la entrada de las Trompas de Falopio. Al expandirse en cada una se generan fibrosis de tejido que las sellan, impidiendo el paso de los óvulos", precisó el Dr. Miranda.

El Histeroscopio que se usa es el de Bettocchi, dado que sus cuatro milímetros de diámetro facilitan el paso de pequeños instrumentos quirúrgicos como el Essure. "Es un instrumento óptico que permite acceder a la cavidad uterina y ver si ésta tiene algún cuerpo extraño, algún dispositivo rezagado o si hay quistes o tumores. El Dr. Stefano Bettocchi lo diseñó con una forma ovalada que se ajusta al orificio cervical con mayor precisión respecto de otros equipos, por lo que puede entrar sin anestesia ni dolor", detalló.

El tiempo de intervención, en tanto, no supera los diez minutos por trompa. "El médico introduce el histeroscopio en la vagina para acceder al útero. El suero fisiológico permite dilatar la cavidad uterina e identificar la entrada de las Trompas de Falopio para introducirles implantes que presentan un buen nivel de tolerancia", sostuvo el académico de la Facultad de Medicina y ex Presidente de la Sociedad Chilena de Ginecología y Obstetricia.

El procedimiento no reduce ni hace desaparecer el ciclo menstrual ni hormonal, ya que no lo modifica. Tampoco influye en la menopausia. Una vez ocurrida la fibrosis el implante forma parte integrante de la trompa. Como los espermatozoides no pueden alcanzar más los óvulos, estos no pueden ser fecundados, por lo que son reabsorbidos por los glóbulos blancos.

La ligadura de trompas tradicional, en cambio, es una intervención que requiere incisiones y que se realiza bajo anestesia general. Se utiliza gas para expandir el abdomen y las trompas se bloquean mediante uno de los siguientes tres métodos: Sujeción con pinzas metálicas o anillos de plástico que se quedan en el cuerpo; el corte de una sección de la trompa; o la quemadura de una parte de la trompa. Luego, se utilizan grapas o puntos de sutura para cerrar los cortes.

Por lo tanto, una de las mayores ventajas de la técnica que se esta aplicando en el Hospital Clínico es que elimina "la necesidad de que la paciente se interne, así como los riesgos que implica el uso de anestesia", afirmó el Dr. Miranda, haciendo hincapié en que una vez finalizado el procedimiento "debe continuar usando un método de planificación familiar hasta que se verifique la fibrosis correspondiente", situación que confirma que los resultados serán los mismos que los esperados "en una cirugía laparoscópica".

Atender a los requerimientos de una sociedad que evoluciona

El Hospital Clínico Universidad de Chile ha sido el primer recinto en formar un centro para esta técnica. Y es que el "instrumental es tan delicado que se necesita tener un sector especial, con la infraestructura adecuada", comentó el Dr. Cristián Miranda.

Un avance relevante, considerando que la esterilización permanente es una opción personal y voluntaria que se realiza con regularidad en los sistemas de atención pública y privada, tras una modificación a la reglamentación administrativa impulsada por el Ministerio de Salud en el año 2000.

La norma anterior -que regía desde 1975- establecía que las mujeres podían esterilizarse siempre que tuvieran una condición de salud que la justificara, más de 34 años y cuatro hijos vivos. El requisito de edad se reducía a 30 años siempre y cuando hubiese riesgo obstétrico. Ello, además, incluía el consentimiento de la pareja cuando la intervención se realizaba en establecimientos públicos.

En consecuencia, y pese a que la medida provoca resquemor en sectores conservadores, una mirada objetiva da cuenta de que con la norma se democratiza una intervención quirúrgica que solía realizarse con mayor frecuencia -y libertad- en instituciones privadas.

Sin embargo, el Dr. Miranda aseveró que "si algún medico no encuentra razonable la esterilización se puede negar". Por eso, en general los especialistas siempre seguimos prefiriendo ofrecer este método definitivo a pacientes que tienen una relación conyugal estable y una cantidad de hijos vivos que les permita pensar que no van a querer seguir agrandando la familia".

Según las estadísticas actuales las mujeres que trabajan tienen 1,7 hijos promedio y las que no lo hacen 2,6. Tal situación responde a un fenómeno cultural de alcance global que ha tomado fuerza en países de Europa, Asia y América Latina.