La degradación de las tierras áridas, semiáridas y zonas subhúmedas secas por los efectos de las variaciones climáticas y las actividades humanas como el cultivo y el pastoreo excesivo, la deforestación y la falta de riego es un fenómeno que avanza en el mundo, conocido como desertificación. Un proceso paulatino que alerta sobre la vulnerabilidad de los ecosistemas a la sobreexplotación y al uso inapropiado de los suelos.
Atento a este fenómeno que involucra a localidades de nuestro país entre las afectadas, el académico del Departamento de Ciencias Ambientales & Recursos Naturales Renovables de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Alejandro León, integra el equipo que desarrollará una nueva versión del Atlas Mundial de la Desertificación. Se trata del único experto chileno invitado a la reunión que, en junio, sentó las bases de este proyecto en el Centro Conjunto de Investigación de la Comisión Europea, ubicado en Ispra, Italia.
Tal encuentro contó con la participación de investigadores de: Estados Unidos, China, Australia, Holanda, Alemania, Italia, Portugal, Turquía, Camerún, Burkina Faso, Namibia, el Instituto para el Ambiente y la Sustentabilidad de la Comisión Europea y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. En éste se avanzó en la evaluación del conocimiento científico disponible y la búsqueda de una metodología consensuada.
Ello porque el objetivo del Atlas es registrar los avances del conocimiento en el tema de la degradación de la tierra, para así aportar de mejor forma a la toma de decisiones. Más aún, considerando que la desertificación tiene estrecha relación con el desarrollo social.
"Fui convocado para ampliar el análisis desde un punto de vista socioeconómico. El primer Atlas tiene un énfasis biofisico. En esta nueva versión se incorporará una dimensión muy importante respondiendo a interrogantes derivadas de qué pasa con las personas, cuál es el impacto económico que el proceso provoca, cómo influye la emigración, por qué las zonas afectadas suelen ser marginales y pobres, entre otras", explicó.
"Este es un proceso que va a llevar alrededor de cinco años -precisó- porque hay que recopilar la información necesaria para generar una visión global de la desertificación. Luego hay que bajar a una escala local, con estudios de casos que documenten la gravedad del problema de la desertificación".
Por eso, el siguiente paso a seguir en la elaboración del atlas -en su etapa inicial- será coordinar una nueva reunión en alrededor de diez meses, "una vez que los investigadores tengamos una recopilación de información secundaria, los casos y sepamos cuáles son los vacíos que hay que llenar".
Avanza desertificación en Chile
La desertificación en nuestro país uno de los "problemas medio ambientales más graves, pues afecta una gran proporción del territorio, desde la IV Región al sur. Sin embargo aún no se le da la debida atención", advirtió León, asegurando que se trata también de un problema derivado del impacto antrópico. Sobre explotación, sobre talaje, deforestación, erosión, son factores que intensifican la degradación del medio.
"Podríamos decir que Chile está comparativamente mejor que otros países, porque de manera indirecta hay herramientas de cuidado ambiental que tocan el tema de la desertificación. No obstante, falta atacar el problema desde la raíz".
Antes este escenario "la educación ambiental surge como un tema urgente para crear consciencia. También resulta indispensable recoger el conocimiento local, escuchando las voces de quienes habitan las zonas más afectadas. Y la creación de oportunidades, para reducir los niveles de emigración".
Por una rentabilidad sustentable
La Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile ha trabajado por más de 30 años en el estudio de las zonas peráridas, áridas y semiáridas del país, con el objeto de desarrollar modelos de producción rentables, con un enfoque ecosistémico integral para optimizar el aprovechamiento de los recursos naturales y humanos.
Con el fin de validar el enfoque en referencia, profundizar en él mediante la investigación y transferir los conocimientos adquiridos a través de la docencia y extensión, cuenta con el Centro de Estudios de Zonas Áridas (CEZA) -que dirige el Prof. León- y el Campo Experimental Las Cardas (CELC) dependiente de éste, ubicados en Coquimbo.
Otros proyectos
Actualmente el Prof. León está involucrado en tres proyectos activos. Uno de ellos se relaciona con una junta de vigilancia que busca generar un modelo de gestión para la calidad del agua de riego en El Maule. Otro, consiste en un análisis de la calidad del aire en Buenos Aires, Santiago, Bogotá y Ciudad de México que verá los efectos de la contaminación en la morbilidad y mortalidad de sus habitantes. Y, finalmente, uno que usa tecnologías espaciales -como imágenes satelitales y sistemas de información geográfica- para la gestión de desastres, con equipos de investigación en Perú, Argentina, Chile, España, Cuba y Ecuador.