A partir de su cotidiana lectura de la prensa, el Premio Nacional de Literatura 2000 y abogado de la Universidad de Chile, Armando Uribe, se ha informado sobre la propuesta de Nuevo Trato levantada por esta Casa de Estudios y el resto de las instituciones de Educación Superior Pública en los últimos meses.
"Me parece bien intencionado y plausible lo que ha sostenido el Rector Pérez, de modo que en ese sentido me declaro más bien favorable a ese planteamiento", precisó el escritor en este sentido.
"Hay una ideología que domina el total del globo"
El intelectual hizo un recorrido por la historia del rol del Estado en la educación nacional. A su juicio, la Educación Pública en Chile ha sido víctima de una ideología que "en los últimos treinta y tantos años ha pasado a dominar en todos los países". Se trata, en sus palabras, del "neoliberalismo capitalista de mercado desregulado", sin control suficiente.
Pero ésta, sostuvo, no es sólo una forma de la economía y de las finanzas: "También se refiere o influye en lo político, en lo social y en lo que llaman cultural. Es una verdadera ideología que ha pasado a cubrir todo el globo terrestre por primera vez en la historia, y por cierto tomando en cuenta la prehistoria. Es la primera vez que hay una ideología que domina el total del globo. Los imperios como el británico o anteriormente otros más, por cierto incluyendo el período de Renacimiento y Reforma -siglo XVI en adelante-, incluyendo el Imperio Español, bueno, todos esos imperios cubrían partes de continentes en el mundo, pero no cubrían todos los continentes y los países dentro de los continentes, del mundo. En cambio ahora sí".
"Esa ideología coloca como valor supremo el lucro con su sombra -así digo yo-: el éxito. Y de esa manera este valor es supremo, y excluye, debilita, rechaza, según los casos, los demás valores, incluyendo los valores de la calidad y capacidad intelectuales, morales y psicológicas de lo literario, como de las demás artes y ciencias", agregó el escritor.
Para Armando Uribe, el neoliberalismo "ha significado una decadencia de la cultura en todos los países sujetos a esta ideología. Eso se comprueba en países antiguos y densos culturalmente en la historia, como varios muchos de los países europeos. Ocurre también en las sociedades más diversas, y la caída de la capacidad demostrada cultural es un fenómeno de todo el mundo, pero en Chile es un fenómeno que se ha producido desde 1975, antes que en otras partes, y por otro lado ocurre que se ha aplicado con más torpeza".
Otros tiempos
Él recordó que en Chile, desde mediados del siglo XIX, existió la Escuela Normal: "El principal director de Escuelas Normales fue el gran intelectual y escritor argentino Domingo Faustino Sarmiento. Pero fueron eliminadas a propósito de la dictadura en Chile y ha sido un gravísimo error".
"Hay una laguna en la Educación Básica por la inexistencia actual de las Escuelas Normales. Esto es un gravísimo defecto que se ha traducido por lo demás, como está al parecer bastante probado, en que personas de poca edad, y que han cursado más de un año en escuelas de educación básica, no aprenden efectivamente a leer ni escribir en forma suficiente", advirtió.
En su opinión, semejante decadencia cultural es "realmente muy grave, porque ha disminuido también la capacidad de lectura de libros en la población, no sólo escolar y universitaria, sino que en la población adulta en general".
A causa del ordenamiento neoliberal descrito por el abogado, y los cambios en Educación Básica, Media y Superior que han dejado atrás la gratuidad y calidad preexistentes -argumentó Uribe-, el nivel del estudiantado universitario actual es deficiente: "Ahora, los estudiantes con esta universidad pagada (...) tienen una manera de enfrentar los estudios universitarios distinta. Se consideran como clientes con derecho a exigirle a los profesores y a la universidad compensación por lo que pagan. O sea, un espíritu no muy universitario".
¿País desarrollado?
Chile era un país, manifestó Armando Uribe, "donde había más lectura que en ningún otro de Sudamérica, proporcionalmente a la población. Pero ahora es uno de los últimos países de esta misma región, y esto es indigno y muestra cómo en esos campos culturales, de lectura, de educación, se ha decaído de tal manera que el país no creo que alcance de ninguna forma -cualquiera que sean los resultados económicos- a ser lo que llaman, como deseo, ‘desarrollado'. No lo va a ser en esta situación. De ninguna manera".
Él sostuvo que durante 140 años, desde la Constitución de 1833 hasta 1973, todo el proyecto de Estado chileno, "era ser un país civilizado en el concepto europeo de la palabra civilización".
A su juicio, "eso, con altos y bajos, se fue logrando en Chile, entre los siglos XIX y XX", cuando el pueblo compartía con la élite "en muchos de sus aspectos, de sus hábitos, de sus ideales". Ello, "hasta que se produjo la quiebra, la ruptura terrible en la historia chilena, que es el Golpe de Estado".
"La convivencia en Chile era bastante civilizada. No era ninguna maravilla, porque en ninguna parte del mundo hay maravillas en la vida humana. Es muy raro que haya situaciones de grandes capacidades y de grandes talentos. En fin, no era ninguna maravilla, pero era un país mucho más civilizado de lo que ha pasado a ser entre los años 1973, septiembre, y 2009", concluyó.