Mediante la realización del seminario "Smog fotoquímico en Chile y California: Experiencia, medidas y recomendaciones" se dieron a conocer los principales resultados del análisis de los indicadores de este tipo de contaminación en los valles centrales del país, incluyendo Santiago.
El estudio arrojó como principal conclusión que el valle de Santiago, ha registrado en los meses de verano (diciembre, enero y febrero), un gran número de días con alta contaminación.
"A pesar que se ha observado una disminución de días con excedencia de la norma de calidad correspondiente a 61 ppb (promedio máximo de 8 horas), todavía es común superar la norma en más de un tercio de los días de verano", explicó Rodrigo Seguel, Jefe de la Unidad de Calidad del Aire, CENMA.
La investigación también detalló que en localidades como Colina y Los Andes también se presentan días de superación de la norma, mientras que en Rancagua la situación es de latencia, lo que indicaría que la contaminación fotoquímica se extiende sobre una amplia superficie geográfica.
"El esmog fotoquímico es la contaminación del aire por ozono y que se origina principalmente a partir de la combustión de ciertos elementos y que se agudiza en los meses de verano. Cuando la partícula de ozono está normalmente distante, nos protege,m pero el ozono troposférico oxida, es tóxico y puede provocar muchas enfermedades respiratorias", comentó Seguel.
El estudio advierte que avanzar en el control de esta compleja temática, requiere de una alta inversión en capital humano, capacidad instrumental e infraestructura por parte del Estado.
"La actual capacidad del país para enfrentar la contaminación fotoquímica es aún incipiente y se caracteriza por un conocimiento desagregado en instituciones con diversos fines. Lo más urgente es que se amplíen las redes de monitoreo a nivel nacional. Actualmente existen muy pocas y no están necesariamente en los lugares correctos", plantea el investigador.
-¿Cómo se puede combatir este tipo de contaminación?
-Con el abatimiento del óxido de nitrógeno que es el principal causante de ozono troposférico. Esto se podría lograr evitando pérdidas evaporativas en servicentros, por ejemplo, y también regulando el funcionamiento de algunas industrias y de las termoeléctricas. Pero no basta con eso, ni con las restricciones vehiculares. Habría que detener el crecimiento de las ciudades, disminuir el uso de solventes, que la gente tomara conciencia y no anduviera en autos tan contaminantes por la ciudad. Es, en definitiva, una cuestión cultural.