Una férrea defensa a la educación pública y una crítica al modelo actual, y en especial a los planteles privados, realizó ayer el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, durante la inauguración del año académico.
Frente a autoridades de la institución, el rector dijo que "las universidades públicas han debido desarrollar estrategias de supervivencia (...). Ello las ha llevado a vender sus servicios". Y sostuvo que mientras "la universidad pública se financia principalmente conforme a las reglas del mercado, tenderá a actuar como una privada".
En su discurso, Pérez agregó que los cambios que se han hecho en el sistema educativo son "gatopardistas" y dijo que éstos han sido del orden de "cambiar para no cambiar; no cambiar el modelo educacional impuesto por la dictadura, no afectar los intereses ideológicos y económicos que se benefician de él, no afectar el lucro con dineros fiscales".
En este sentido, el rector también lanzó críticas a las instituciones privadas nuevas, las que, a su juicio, han sido "las grandes ganadoras" de estos cambios.
Según Pérez, en los últimos años las instituciones privadas han recibido recursos fiscales, pero no se han hecho controles. El directivo resaltó que la utilización de esos recursos no es fiscalizada por la Contraloría, como sí ocurre en los planteles estatales y, además, las instituciones no están sujetas "a la Ley de Transparencia" y no hacen "las transacciones a través del portal del Mercado Público".
Andrés Bernasconi, investigador del Centro de Políticas y Prácticas en Educación (Ceppe), señala que una forma de control de los recursos fiscales entregados a las universidades sería que "la legislación tuviera un mecanismo eficaz de garantizar que no hubiera lucro en la educación superior, y que los recursos destinados efectivamente se invirtieran en educación y no en otros fines".
Explica que a las universidades públicas se les controla que los fondos públicos que reciben sean utilizados conforme a la legislación.
En la inauguración, Pérez propuso la creación de un fondo de al menos US$ 500 millones para fortalecer, en un período de 10 años, cinco facultades de Educación. También hizo un llamado a que se haga un "nuevo trato" entre el gobierno y las universidades estatales. En ese sentido, Pérez propuso que se cree un aporte basal permanente, el cual corresponda al 50% del presupuesto de cada una de las universidades.