“El ángel del hogar”, la mujer que hacía agradable la estadía en la casa, sabía de cocina y mantenía en perfectas condiciones la morada. Pero también era una excelente anfitriona que conocía de arte y música, y que incluso se permitían ejecutar sus propias obras para el deleite de los invitados que repletaban el salón de su hogar. Eran las mujeres de élite del siglo XIX, hermanas, esposas e hijas de connotados hombres de la época en Chile que ostentaban una acabada formación musical y virtuosismo y que habían sido alumnas de maestros tan célebres como Giovanni Bayetti e Inocencio Pellegrini.
Ya fuera en el piano o como cantantes, estas mujeres llegaron a producir interesantes piezas musicales, que si bien fueron publicadas por casas editoras, muy pronto cayeron en el olvido por la división que se comienza a configurar a comienzos del siglo XX entre la música docta y la música popular.
En el Archivo Central Andrés Bello se encuentra un vasto material con la música de estas compositoras y una muestra de éste fue presentada el lunes 22 de julio en un concierto en la Biblioteca Nacional a cargo de la Profesora de la Universidad de Chile, Kenya Godoy. Ese día fue además el estreno en el siglo XXI de estas obras que habían permanecido silentes en el archivo de nuestra Casa de Estudios y también en el inventario del fondo musical del Seminario Pontificio Mayor de Santiago y la Biblioteca Patrimonial de la Recoleta Dominica.
Puesta en valor de nuestro patrimonio
"Esto es en parte justicia de género", subraya Fernanda Vera, musicóloga y responsable de esta investigación."Trabajo en archivos de partitura desde el año 2010 con José Contreras y José Manuel Izquierdo. Mientras realizaba ese trabajo me fui dando cuenta que habían existido mujeres que componían y que sin embargo no eran tan conocidas. Yo solo sabía del caso de Isidora Zegers. Cuando ingresaba sus nombres a las bases de datos pensaba eso y fui conociendo las historias detrás de estas partituras", explica. Así supo por ejemplo de Delfina Pérez, esposa de Aníbal Pinto, que compuso la polca “La estrella de la tarde”, que fue presentada este lunes. “En la historia tradicional aparece como ‘esposa de’, ‘hija de’ o ‘prima de’, pero no se habla de que ella tenía otros intereses y que además de ser ‘la mujer de’ era una música virtuosa”.
Fernanda participó del programa de pasantías del Archivo Central y también obtuvo el financiamiento del FONDART para el proyecto “Puesta en Valor, catalogación y difusión de la Colección Partituras del Archivo Central Andrés Bello (AB) de la Universidad de Chile". “Realizamos un trabajo de inventario, catastro, catalogación y difusión de la sección partituras, las que fueron seleccionadas con un criterio bibliográfico”, comenta la investigadora quien además precisa que las partituras que guarda el Archivo Central fueron seleccionadas por los destacados bibliófilos Eugenio Pereira Salas, José Zamudio y Domingo Edwards. “En el Archivo Central es en donde hay más cantidad de partituras de mujeres, desde 1847 a 1930”, apunta.
Fernanda Vera: “No somos músicos sin pasado”
El buen estado de las partituras facilitó esta labor, “especialmente las que se encontraban en el Archivo Central porque tienen un laboratorio que funciona muy bien, el material se encuentra en carpetas libres de ácido, lo que evita su deterioro. Hay que precisar que se trata de piezas que mediados del siglo XIX y el papel ha sufrido el desgaste propio”, expresa. También ayudó la dedicación de las propias autoras: “Muchos de estas partituras estaban guardadas en álbumes de piano, que era una forma de circulación del material. Las mismas señoras empastaban muchas piezas de su gusto. Había álbumes en que se clasificaban como álbumes de ópera, de música de salón, de danzas de la tierra. Ellas hasta catalogaban su repertorio”.
Una parte de esta investigación está disponible para descargar en la página del Archivo Central. “Mi sueño es que otras personas, académicos, y sobre todo estudiantes, puedan tocar estas partituras. Que las revivan y que se escuchen de nuevo”, afirma apuntando al mismo tiempo que seguirá trabajando por socializar este material para que se incorpore como parte del patrimonio musical chileno. “Se ha dicho que somos músicos sin pasado, pero la prueba está en que estos archivos hay materiales desde 1750. Hay mucho material que se perdió porque la gente veía a esta música como música funcional y no música de arte. Pasaba la moda y se compraba otra. En ese sentido el trabajo que podemos hacer como investigadores es de gran importancia”, añade.
El material con el que trabajó Fernanda en el Archivo aún puede ser trabajado de otras formas. “Hay muchas partituras a las que le faltan barras o notas. Por lo que haría falta una reedición crítica para seguir con la puesta en valor”, explica.
Iván Oyarzún: “Las puertas del Archivo Central están abiertas para los investigadores”
El Coordinador del Área Gestión y Proyectos del Archivo Central Andrés Bello, Iván Oyarzún destaca este trabajo como una forma de dar difusión al material que alberga este organismo. “Si no hubiese sido por esa investigación, quizás este material habría seguido guardado. Le entregamos un nuevo valor cuando lo damos a conocer a la gente”, recalca.
También detalla que se continuará el trabajo de digitalización de estas partituras, potenciando así el valor del patrimonio que ahí se resguarda.
Durante mayo, y en una labor que también fue realizada por Fernanda Vera, el Archivo estuvo presente en el XVI Salone Internazionale del Libro di Torino con su colección de partituras, que sirvieron de repertorio para un concierto de cierre del evento. La presentación contó con la participación de la soprano Alice Enrici y Simone Soia en Pianoforte, quienes interpretaron obras manuscritas de Isidora Zegers de la sección partituras de la Colección Eugenio Pereira Salas.
“Así como Fernanda pudo ver un potencial de investigación en el material que tenemos, queremos motivar a otros a sumarse. Las puertas del Archivo están abiertas a los investigadores porque queremos propender a democratizar el conocimiento y dar a conocer nuestros tesoros”, subraya.