Discurso del Rector de la Universidad de Chile en la celebración del sexagésimo aniversario de la Asociación Nacional de Funcionarios de la Contraloría General de la República, ANEC.

Considero un honor se me permita culminar este acto extenso, pero emotivo y significativo. Es por un cúmulo de razones que quiero resumir brevemente. La primera, es porque esta Casa es de la Universidad de Chile y, en consecuencia, es la Casa de Chile. Por tanto, como Rector, es un orgullo que aquí tenga lugar la celebración del último cumpleaños de este siglo de una Asociación de Funcionarios de una entidad tan importante para el país, como es la Contraloría General de la República.

En segundo término, porque por ser esta Universidad, un lugar donde no sólo se forman profesionales, donde no sólo se hace investigación aplicada y se generan las artes y la creación, sino donde además se siente al país, donde se ha pensado al país y reivindicamos el derecho a seguir siendo la Universidad que asume esta tarea, nos damos cuenta de la enorme responsabilidad del trabajo de ustedes para un Chile que pretende dar un salto fundamental e importante, no para nosotros, sino para la generación siguiente, y quizás en veinte años alcanzar el piso del desarrollo económico. Ese salto no se da sin probidad, ni tampoco sin un sector público eficiente. Creo que la tarea de la probidad y la eficiencia está al centro de lo que ustedes hacen. Como Universidad creemos que es un rol tan fundamental y central, que no podemos sino sentirnos halagados con la presencia de ustedes esta mañana.

Ustedes representan lo que hace la Nación para poder consolidar su destino como país y por tanto es muy grato, no sólo en la calidad de organismo fiscalizado como tantos otros, sino que mucho más allá de eso, como Universidad de Chile, desearles con mucha alegría, éxito en esta actividad que ustedes realizan para configurar el alma de la institución. El alma de la institución está determinada por sus trabajadores. El perfil de la institución y su fuerza para desarrollar lo que hace, para consolidar su misión institucional reside en sus integrantes. Nada más trascendental que esta reafirmación de roles que aquí ha ocurrido, este reconocimiento, esta definición de unidad que aquí se manifiesta entre lo que es la institución y lo que son sus trabajadores. Es para nosotros una señal importante de lo que significa y significará el trabajo de ustedes para el país.

Hay tres razones por las cuales, señor Contralor y señor Presidente, existe una unión fuerte entre la Contraloría General de la República y la Universidad de Chile. La primera es que una mayoría de los profesionales que han estado, están y estarán en la Contraloría General, son egresados de nuestra Casa. Varios de los ex Contralores y algunas de sus actuales autoridades. Eso para nosotros es un gesto para reconocer a nuestros egresados, quienes han sido formados y han tenido en esta Casa su corazón de azul como todos. también es una manifestación de alegría y una señal importante para los que vienen.

La segunda razón, es que ambas son instituciones públicas y reconocemos nuestro regocijo, con mucha firmeza, de formar vocaciones de servicio público. hoy día con más fuerza y determinación. No formamos solamente profesionales para el mercado, que es muy legítimo, queremos formar profesionales con vocación de servicio público porque el país lo necesita. La Contraloría General de la República acoge, promueve y fundamenta ese trabajo de servicio público y ese es un nuevo punto de encuentro.

Y el tercero, quiero señalarlo porque es importante. En nuestra historia institucional, tanto de la Contraloría General como de esta Universidad, hay una figura que es señera y que lo ha sido para ambas instituciones: el profesor don Valentín Letelier, primer Presidente del Tribunal de Cuentas y un gran Rector de la Universidad de Chile. En esta misma sala el profesor don Valentín Letelier acuñó un término importante que creemos hay que rescatar: "Gobernar es Educar". Y educar es un objetivo de sentido amplio; es educar permanentemente, es educar sistemáticamente y es educar con un sentido de vocación por servicio al Estado, de vocación de servicio al país. De manera que con esta ocasión tan buena, como es el cumpleaños de la Asociación de Empleados, desear que ratifiquemos no sólo nuestra voluntad de renovar y reafirmar esa vocación de servicio público, sino también nuestra voluntad de reconstruir la Educación que Chile necesita para volver a reconstruir un sistema no sólo eficiente, sino también solidario y que entregue a Chile los grandes hombres que ha proporcionado en la historia, los grandes profesionales que se han dedicado a servir a Chile y que han estado para servir no sólo a los que pueden acceder, sino a todos los que lo necesitan y lo merecen. Felicidades señor Presidente, felicidades a todos ustedes y ha sido un honor que hayan estado en nuestra Casa.

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