Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de Universidad de Chile, en despedida al excelentísimo señor embajador de Estados Unidos, don William Brownfield.

Agradezco al Embajador, por haber aceptado la invitación del Instituto de Estudios Internacionales y la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, para asistir y darnos esta conferencia de despedida, que valoro enormemente, porque es la perspectiva de un hombre que ha estado a cargo de decisiones importantes de su país en Chile, y que tiene además, una larga trayectoria en materia de política internacional. Sus palabras han sido bien escuchadas, Embajador, y tengo que agradecerlas por su visión de nuestro país, su enorme objetividad para apreciar nuestros progresos, pero también nuestra lentitud y fracasos; y para darnos también esa visión objetiva sobre la realidad latinoamericana que a veces nos duele, la cual enfrentamos también como parte de la realidad que vivimos.

También valoramos sus dos predicciones. La primera, que nuestro país ingresará al mundo desarrollado, primer mundo, en 10 años. Podemos discutir un poco más sobre los plazos, pero creo que no será más allá de 20 años. Pero, ciertamente quiero valorarla, porque la suya es una visión exterior sobre algo que muchas veces miramos acaloradamente desde el interior, y es importante porque nuestra generación nunca recibió ni siquiera la promesa de llegar al mundo en desarrollo en 10, 20 o 30 años. Hoy, nosotros podemos ofrecer a nuestros hijos y nietos esa posibilidad y creo que esta perspectiva es muy importante especialmente lo que hemos hecho con los Estados Unidos, en materia como el tratado de libre comercio, que es una oportunidad para sostener nuestro crecimiento. También, como usted bien lo ha destacado, a raíz de la pregunta del profesor Wihelmy (1), la colaboración académica que posibilitará, esperamos todos, el desarrollo justamente de la investigación científica y tecnológica que hará posible, también, sostener el crecimiento económico de Chile. Existe ahí una perspectiva, es un sueño, pero una ilusión que tiene visos de realidad, por lo que aprecio mucho que usted lo haya mencionado, porque las colaboraciones académicas con Estados Unidos, han sido importantes y de largo plazo. No sólo, por ejemplo, porque en esta universidad la mitad de sus académicos ha realizado estudios de postgrado en Estado Unidos, o porque existan actualmente más de 200 estudiantes de vuestro país entre los más de 500 universitarios extranjeros en Chile, sino también, porque ustedes han alentado una relación de largo plazo. Menciono tres asuntos importantes. En primer lugar, el plan Chile California, que permitió a nuestro país tener investigación en el área de agricultura y desarrollo forestal, lo que dio base al desarrollo exportador en los 80´. Creo que esa fue una tremenda inversión que hizo Estados Unidos, conjuntamente con nosotros, para el desarrollo de la investigación y trabajo académico. Segundo, el Centro de Estudios Espaciales de la Universidad de Chile, surgido en una aventura conjunta con la NASA y que hoy es, ciertamente, un proveedor de servicios internacionales de primera magnitud. Al respecto, en dos semanas estaré en China, firmando justamente el convenio de colaboración, por servicios de nuestro centro de estudios con la República Popular China. Y tercero, un tema que el Embajador bien conoce, pero que deseo agradecer también: su país es el principal auspiciador del desarrollo del proyecto ALMA, actualmente en ejecución en el norte de Chile. Este es el propósito astronómico más importante que ha vislumbrado la humanidad y es, probablemente, la inversión en un instrumento de investigación como es la instalación de los telescopios que representa, probablemente, la inversión más grande hecha internacionalmente, cuyos principales actores son Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. El embajador estuvo en el norte con nosotros, inaugurando las obras que probablemente, en 10 años también darán vida a la capacidad de escuchar al universo de la manera que quizás el hombre nunca soñó.

No obstante, su segunda predicción señor Embajador, es triste y nos inunda de preocupación, pues estima que este desarrollo puede llevar a Chile a transformarse en una base de operaciones del narcotráfico. Pienso que la pregunta que surge inmediatamente de su predicción es, si estamos hoy haciendo todo lo correcto y necesario para prevenir ese escenario tan tremendamente preocupante, tan alarmante en estos días cuando vemos a jóvenes, a mucha gente envuelta en este tema dramático de la droga, pero mucho más inquietante cuando se transforma en una industria que produce ganancias, empleo y resultados y que, por lo tanto, se hace más sostenible. Todo esto llama a gran preocupación y me alegro que usted lo haya mencionado, porque es este problema que observo como académico, es una realidad en desarrollo que puede perjudicar notablemente las otras aspiraciones que tenemos en el campo económico y social.

Señor Embajador, nuestra Universidad fue creada para trasuntar el espíritu libertario y tolerante de nuestro país y promover, además, la excelencia académica en su trabajo. Por eso, nuestra Casa de Estudios rechaza, terminantemente, los fundamentalismos y el terrorismo. Consideramos, que son actos que van contra la esencia de la inteligencia, libertad de la vida humana. Por esta razón y porque comparte esos principios, usted siempre será bienvenido entre nosotros. Usted es un demócrata, un intelectual, que será siempre bienvenido en nuestra casa, porque hemos aprendido a trabajar conjuntamente y usted ha estimulado a muchos de esos jóvenes que hoy día son estudiantes de la Universidad de Chile; algunos por un semestre, otros por un año, muchos desarrollando un programa completo, que permiten a esta universidad tener esa vida internacional que nos ha posibilitado ser reconocidos por la comunidad europea como una de las 500 mejores universidades del mundo. En esto discrepo, deplorablemente, con el Embajador John Biehl, la nuestra no es una de las universidades más importantes, ésta es la universidad más trascendente, de acuerdo a los estudios estadísticos conocidos.

Agradezco mucho su presencia Embajador, que cuenta aquí con muchos amigos y desde luego con nuestra institución que siempre lo acogerá.

¡Muchas gracias!

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Notas
1. Profesor Manfred Wihelmy, Director Ejecutivo de la Fundación Chilena del Pacífico.
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