Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en ceremonia de inauguración Encuentro de Relaciones Internacionales "La Universidad de Chile, en un mundo Globalizado"

Esta es una reunión importante porque constituye una instancia de reflexión sobre un tema que hoy día resulta vital para las universidades, y especialmente, para la Universidad de Chile. Yo creo que se va hablar del proceso de globalización, pero yo quiero aquí, simplemente recordar de mis viejas lecturas en economía, acerca de este hombre que en los albores de la primera guerra, estaba en su departamento en Londres, disfrutando de una taza de té de la India, leyendo un cablegrama que recién le había llegado para ver la situación de la bolsa en Nueva York, y que entonces, este hombre enfrentaba una nueva realidad era ser un ciudadano del mundo.

El proceso de globalización, que se detuvo por todas las razones geopolíticas conocidas durante el siglo XX, es un proceso que va mucho más allá de lo que podemos denominar un proceso de internacionalización, o de un proceso de integración. Yo creo que no son solamente temas de vocabulario, sino que tienen que ver con la esencia del problema. La globalización consiste obviamente en una integración multifacética de los países, de las realidades, que ha sido facilitada e impulsada por el proceso tecnológico.

Hoy, con la red, la realidad del mundo, está en nuestro escritorio día a día, y por lo tanto, para una Universidad pensar en el tema de las relaciones internacionales, hoy ya no es sólo una exigencia, sino que una realidad que está puesta allí, encima del escritorio. ¿Cómo mirábamos antes las relaciones internacionales?. Las mirábamos, en primer lugar, como una relación de dependencia. Nosotros íbamos, como muchos de los que estamos acá fuimos, a estudiar, como una forma primero, de probarnos y de volver después a dar nuestro aporte a la universidad. Pero, estudiábamos en esta relación de dependencia con una Beca de la Fundación Ford o con una beca de la Rockefeller, o con el plan Chile-California, de esta Universidad. Era un sentido, yo diría de dependencia, que caracterizó las relaciones del sistema universitario latinoamericano, particularmente, el chileno y de esta universidad durante muchos años.

Hoy día esa relación es distinta, hoy día hablamos de cooperación, y efectivamente, cuando nos integrábamos o se integran distintos estudiantes, distintas disciplinas al trabajo en universidades desarrolladas, la relación es mucho menos de dependencia, la relación es mucho menos de esta novedad que nosotros íbamos a encontrar y muchos pensábamos encontrar la verdad revelada justamente a partir de nuestros estudios de doctorado en alguna universidad relevante del mundo. Hoy día las verdades reveladas están en la red y probablemente uno acuda a estas otras universidades con mucha más información y obviamente con una formación distinta, de aquella de la que caracterizaba esta relación en los 60 ó en los 70 principalmente.

Pero, además, eran relaciones también más circunstanciales; nuestras relaciones con el mundo universitario internacional, tenían que ver con un convenio de intercambio, un convenio que a veces funcionaba o no funcionaba, pero que dependía esencialmente de voluntades que muchas veces tenían que ver con circunstancias o políticas generales de los países o de políticas universitarias. Hoy día, esas relaciones son más permanentes; hoy resulta muy difícil que está universidad ignore que los programas de MIT en enseñanzas en las distintas disciplinas están en la red, a disposición de todos nosotros y de nuestros estudiantes que pueden, ciertamente, preguntar en nuestras aulas respecto de esa realidad que nosotros entonces podemos pretender ignorar.

O sea, aquí hay una realidad distinta que estamos enfrentando, una realidad distinta que hace, por lo tanto, que estas relaciones internacionales no sean circunstanciales, sino que tengan que ser permanentes. Pero, además, que tengan que tener otra característica, ya no es esta relación circunstancial, sino que tiene que ver más que nada con una decisión estratégica y hoy día la pregunta no es, si hacemos o no relaciones internacionales, sino que la pregunta es, con quién debemos hacer relaciones internacionales desde el punto de vista de nuestros propósitos estratégicos, y del punto de vista del desarrollo que queremos como universidad.

Pero, además, también se trata de una relación mucho más permanente. Más permanente yo diría en el sentido, yo diría hasta físico de la palabra. La Universidad de Heidelberg tiene una oficina en Santiago, la Universidad de Stanford está abriendo una oficina en Buenos Aires y Harvard, también tiene una oficina en Buenos Aires y posiblemente una amplificación a Santiago dentro de poco. El MIT tiene una oficina coordinadora, para sus asuntos de Asia, en Singapur. La Universidad de Tulane, tiene en Hong Kong: la Universidad de California, lo tiene en la Universidad de Sudán en China. O sea, hay aquí un fenómeno completamente distinto, que es el fenómeno positivo de la relación de las grandes universidades, con la realidad de las regiones de las universidades del mundo.

Pero, también tienen riesgos, y uno de sus riesgos es esta Mac Donalización de las universidades en que tratamos de presentar, productos homogéneos, con poca diversidad, donde la competencia se hace sobre la base de paquetes y de productos que se venden y evidentemente, eso también significa para nosotros un problema potencial. Por lo tanto, el tema estratégico es saber elegir qué tipos de socios son los que queremos tener en las distintas áreas y disciplinas para poder desarrollar este trabajo universitario, integrado, internacional.

Nosotros hemos creado hace algunos años con el trabajo y el liderazgo de Jorge Litvak, una oficina en Washington; eso ha sido una cosa bastante excepcional, ha sido ciertamente, la única universidad chilena que ha hecho esa apuesta, no hay otra universidad latinoamericana que yo conozca que haya hecho una apuesta similar. Y ha servido, evidentemente, para poder atraer proyectos, pero todavía, en una fase más bien preliminar, de buscar el apoyo a ciertos proyectos de la universidad y eso se ha logrado en muchas áreas, pero hoy día hemos tenido que pasar a una decisión estratégica distinta.

Por lo tanto, hemos hecho una alianza estratégica con la Universidad George Washington, de manera que, la Universidad de Chile tiene ahora su oficina en la Universidad George Washington, en Washington y la Universidad de George Washington, tendrá una oficina con nosotros en instalaciones de la universidad. ¿Para qué?, Esencialmente, para poder hacer como aliados, para la búsqueda de recursos para proyectos comunes, para intercambio estudiantil, para desarrollo de programas de posgrado. Abriremos, también, dentro de poco, en similares condiciones, una oficina en Bruselas, en la Universidad Libre de Bruselas, quienes también tendrán correspondientemente una oficina en nuestras instalaciones para sus propios programas con Latinoamérica. O sea, nosotros estamos en un proceso de internacionalizar de verdad, pero requiere también una internacionalización de nuestras culturas.

Hoy día el tema de la internacionalización es, por una parte, este tradicional compartir por medio del intercambio de los cursos de posgrado y de la colaboración en investigación y no cabe ninguna duda, se va a discutir todo el día acerca de eso, que eso hay que seguirlo haciendo, porque tenemos que seguir enviando a nuestros estudiantes a las mejores universidades, tratar de recibir estudiantes de las mejores universidades. La Universidad de Chile tiene hoy día cerca de 700 estudiantes internacionales durante cada semestre, en nuestros programas de intercambio. Tenemos que incrementar la posibilidad de enviar los nuestros, tenemos que mejorar mucho en el manejo del idioma inglés, particularmente, para poder efectivamente, acceder a todas las posibilidades que están abiertas para nosotros, y desde luego estamos haciendo una gran cantidad de colaboración internacional, pero hoy día, tenemos que pasar también, a una segunda etapa en esta colaboración internacional.

Desde luego, todo tiene esto que ver con los programas conjuntos, hay programas de titulación conjunta entre universidades en muchas partes del mundo y nosotros recién estamos comenzando a mirar eso como una posibilidad cierta de nuestros trabajos: Tenemos que acelerar mucho en esa dirección, tenemos que perderle el miedo a conceptos como la doble titulación, tenemos que perderle el miedo a conceptos como la movilidad profesional entre países que es una realidad que va estar aquí mas tarde o más temprano, pero definitivamente va estar aquí. Y tenemos que preparar a nuestros profesionales para ese escenario en término de competencia, en términos de sus propias capacidades de desarrollo.

La Facultad de Ingeniería ha iniciado un proceso importante en el campo justamente de la doble titulación, con un partner en Francia. Yo creo que todos tenemos que buscar caminos, de colaboración con esas instancias que nos permitan efectivamente transformar la vieja colaboración vertical en una nueva colaboración en un sentido más horizontal.

Desde luego, está también la colaboración en los programas de posgrado. Nosotros ya tenemos, por ejemplo, un MBA, que dictamos conjuntamente con doble titulación con la Universidad de Tulane de los EE.UU. Y también, ahora hemos iniciado un programa de titulación conjunta en un Master en Derecho con la Universidad de Heidelberg, y como esto hay otras cosas que están surgiendo y también es muy importante seguir en esa línea, tanto de pregrado, como de posgrado, de colaboración, de programas conjuntos, porque ese es el mundo de hoy y eso es lo que nos va marcar, como la universidad que tiene, efectivamente, el liderazgo en el país en ésta y otras materias.

Pero el tercer tema, que en mi opinión tiene que ver con esta nueva visión de la internacionalización, es el tema de los estándares internacionales. Nosotros, puede sonar arrogante decirlo, pero queremos compararnos con las mejores universidades. Muchas veces nos sentimos conformes y contentos, porque nos va bien en Chile y claro tenemos una competencia con la otra universidad que queda en la calle Alameda. Yo creo que nos ha ido muy bien, baste ver los indicadores de los últimos 5 años en materia de ingreso a la universidad, baste ver la cobertura y relevancia del punto de vista de becas que tienen nuestros programas de posgrado, baste ver los resultados de investigación, baste ver solamente el último concurso de Anillos de investigación, para darnos cuenta de que realmente no es como muchas veces los medios de comunicación lo ponen en una competencia de uno a uno.

Es una competencia fuerte pero ciertamente, nosotros mantenemos una gran y respetable distancia. Pero, evidentemente, a nosotros por lo tanto, nos interesa compararnos con otras universidades en el mundo, yo no digo que tengamos que hacer ahora una carrera, digamos, de uno a uno con Harvard o con MIT pero ciertamente, que tenemos que buscar en nuestras distintas disciplinas, modelos, estándares que nos permitan progresar, creo que eso es un reto. En una Facultad, por ejemplo, como Ciencias Sociales, donde no tenemos una competencia nacional, fundamental. Pero la pregunta es entonces, cómo le ponemos un estándar, para poder medir sobre todo después del proceso de reestructuración que hay ahora, cuáles son los objetivos que vamos a perseguir en materia docente, en materia de posgrado, en materia de investigación.

Es decir, aquí hay una cuestión que es bien fundamental, que es el tema de los estándares internacionales, y quiero subrayar a este respecto el tema de los rankings internacionales. Muchas veces lo hemos mirado y creo que lo hemos hecho muy bien desde el punto de vista comunicacional, del punto de vista de decir, mire; esta es la única universidad que está en el ránking de la Unión Europea, y que además, nos han subido de sitio desde el 450 - 500 al 350 – 400. Y eso, yo creo que está muy bien, pero creo que no hemos realmente meditado lo que eso significa, allí en ese ránking, que yo conozco bien como se ha hecho, lo ha hecho un Instituto de Investigación de China, por lo demás, por encargo de la Unión Europea. Eso es un trabajo sólido, serio, de revisión, del trabajo, del producto, publicado, citado, por parte de investigadores asociados a distintas universidades. Y nosotros somos una de las siete universidades latinoamericanas en ese ranking. Y por cierto, este grupo de las 500 mejores universidades se da en un mundo en el que hoy se estima hay más de 12.000 universidades de todo tipo y de toda definición misional, y contexto de propiedad.

Estar en eso hoy día significa defenderlo, porque hoy sabemos muy bien que el Rector de la otra universidad, se fue hace dos meses a China a hacer unos convenios, justamente para tratar de tener una presencia que sea escuchada, por lo menos en aquel Instituto, que prepara este ranking, y es naturalmente lo que uno tiene que esperar, ya que es lo que nosotros haríamos si estuviéramos en la situación inversa.

Entonces, hoy día el reto significa que tenemos que mantenernos en ese ranking, en la posición en que estamos, porque si no el día de mañana salimos nosotros del ranking o bajamos en ese ranking y evidentemente, eso va tener un componente negativo, no sólo para los efectos comunicacionales, sino para nosotros mismos. Mantenernos en ese ranking significa profundizar todavía más en el trabajo que privilegíamos en materia de investigación y posgrado, fundamentalmente. Y por lo tanto, significa que en cada una de las disciplinas, tenemos que volver a mirar lo que estamos haciendo en esa perspectiva de comparación internacional, que es muy importante.

El Instituto de Investigaciones Tecnológicas de Suiza, también nos incorporó a nosotros, en un lugar destacado en Latinoamérica en el ranking, junto además, a la Universidad de Concepción, en el caso chileno. Yo creo que hay que mirar esos indicadores, hay que mirar esas estadísticas. A nosotros no nos interesa solamente la comparación con la realidad nacional, o con la realidad del vecindario latinoamericano. Eso puede sonar muy arrogante, pero seamos francos, esta universidad debe tener un estándar internacional distinto, y buscar, como lo ha hecho históricamente, asociaciones distintas y poderosas para su desarrollo en las distintas áreas, no es lo mismo, ciertamente, Medicina que Ciencias Sociales o Economía, que la Facultad de Filosofía y Humanidades.

Cada cual se mueve en un ambiente de competencia, con contexto distinto, pero todos tenemos que buscar ese contexto comparativo, que es la que pone a la Universidad de Chile donde le corresponde estar en su rol de liderazgo nacional, pero para que estas cosas ocurran, evidentemente, tenemos que mejorar cada vez más la mentalidad nuestra, respecto de estos temas.

Todavía, en muchas partes, se entiende que un académico que se va a Estados Unidos o que se va a Alemania a hacer una gestión, hacer un proyecto, todavía existe en nuestra cultura la idea de que anda de viaje, casi como de turismo. Todavía entendemos que las Relaciones Internacionales son algo frente a lo cual tenemos las opción de decir que sí, o que no. Si total esta universidad es la mejor del país, qué importancia tendría, no cierto, que vayamos o hagamos una gestión en un país u otro con otras universidades. Yo creo que este desafió, está hoy aquí presente y yo lo hago ver claramente, porque ustedes saben muy bien que la ambición de nuestros estudiantes de Pregrado y posgrado es justamente una vez que terminan acá, irse a estudiar a alguna parte..Tenemos que tener entonces, dentro de la oferta que le proveemos, la opción de tener asociaciones relevantes para que continúen sus estudios, sus especializaciones y ojalá que tengan la posibilidad también de obtener doble titulaciones en las áreas que eso sea pertinente y posible.

Pero, yo quiero entonces, ratificar simplemente mi mensaje. Yo creo que estamos en un mundo globalizado de verdad, creo que hay muchas preguntas sobre el proceso de globalización, hay muchas preguntas sobre la forma en que como sociedad debemos ladscribirnos, si esa es la palabra correcta, al proceso de globalización. Lo que está claro es que esta globalización ya no depende de una decisión política solamente, o de una voluntad expresa del punto de vista, no cierto, gubernamental o empresarial. La globalización, por lo menos, del punto de vista de nuestro trabajo está ahí, como he dicho, en nuestro escritorio, y basta prender el computador y meternos en la red para saber lo que está pasando y eso lo hacen, créanme, nuestros estudiantes, permanentemente. Y por lo tanto, muchas veces y ese es probablemente el gran drama de la educación, los estudiantes tienen más información de la que nosotros mismos manejamos sobre algunos temas que nosotros pretendemos enseñar.

Y eso esta ahí porque ahí esta la red, eso está ahí, porque ahí existe, la relación de la red con muchas otras instituciones y por lo tanto, nosotros tenemos que mantener hoy día un ritmo distinto en lo que estamos haciendo, en la materia que enseñamos, y evidentemente también, en la materia de la investigación; eso requiere un enfoque distinto al que hemos tenido tradicionalmente en nuestras relaciones internacionales.

Yo creo que en esta materia somos la universidad que lleva el liderazgo sin ninguna duda en el país y en Latinoamérica. Yo siempre digo con orgullo, cuando hubo un Congreso, recientemente, de la Asociación de Universidades Europeas, un Congreso multitudinario para la evaluación del proceso de Bologna, invitaron solamente a un latinoamericano, al Rector de la Universidad de Chile. No es porque sea yo el Rector de la Universidad de Chile. Creo que será así, cualquiera sea el Rector de la Universidad de Chile. Bueno, no cualquiera, pero generalmente quien sea el Rector de la Universidad de Chile.

En la Asociación de Universidades del Borde del Pacífico, donde están las principales 38 universidades de investigación del área del Pacífico, incluyendo todo el borde Oeste de Estados Unidos, en Canadá, Japón, China, Corea, hay solamente una Universidad latinoamericana, que es la Universidad de Chile.

Cuando se organiza este año una reunión entre esta Asociación y la Asociación Americana de universidades, donde están las 60 universidades más importantes de investigación de los Estados Unidos, en la organización de eso, hay tres personas y una de ellas es la Universidad de Chile. O sea, nuestra presencia es muy visible y muy apreciada. Hay un reconocimiento a lo que es esta universidad, no hay ignorancia sobre lo que hay en la Universidad de Chile; por lo demás ahí esta la red; en el pasado dependíamos de otras cosas, hoy ahí esta la red; cualquiera que quiera saber qué hacemos, qué somos, qué problemas tenemos, cómo estamos enfrentado esos problemas, es cuestión simplemente de ingresar a la página de la Universidad.

Tenemos reconocimiento, tenemos validez internacional, tenemos un prestigio internacional ganado por años, tenemos solidez académica del punto de vista internacional. Entonces, yo creo que tenemos que aprovechar eso como un capital fundamental para poder seguir avanzando en la propia modernización de la Universidad de Chile, que ya no tiene que adoptar solamente sus propios parámetros o sus propias visiones, sino que también, mirar al resto del mundo para no reinventar en muchas de las cosas que hacemos. Por eso yo creo que esta reunión es muy importante. Es importante porque ya no es solamente esta cosa decorativa de las relaciones internacionales, es importante porque hoy día, eso es parte pero fundamental de nuestro proceso de producción por así decirlo, de lo que hacemos permanentemente en docencia, en investigación.

Ese componente internacional es indispensable y yo he alentado permanentemente a los decanos, a los directores de institutos, a que exploremos todas las posibilidades que podamos en materia de colaboración internacional, que hagamos todo lo posible por traer gente y que hagamos todo lo posible por llevar los nuestros a que estén en contacto con este proceso mundial, que es históricamente tan importante y tan decisivo y en los cuales nosotros tengamos que elegir ser protagonistas y no ser simplemente expectadores. Yo creo que esta va hacer una muy buena reunión y les agradezco a todos ustedes que estén participando en ella y particularmente a Hernán Sommerville, que ha tenido la gentileza de venir a hablarnos desde su perspectiva, sobre estos temas que son tan cruciales para nosotros.

Muchas gracias.

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