III Reunión del Ciclo "Conversaciones Académicas, un Reencuentro de Fin de Siglo" <br>"Sucesos Políticos del Siglo, del País y del Mundo"

Inicio mi intervención agradeciendo la invitación, que es grata porque creo que la Universidad debe tener conversaciones académicas sobre los temas que le importan a la Universidad y al país, eso es y lo que ha sido permanente en la Universidad de Chile, pero tengo dos desventajas la primera el tiempo, y la segunda es la de quien, a diferencia del Honorable Senador Valdés no ha vivido la mayoría de los acontecimientos y puede dar testimonio directo de ellos, pero en el lado de las ventajas tengo el de la formación que obtuve, y que precisamente está en el campo de la historia, y en esa disciplina aprendí una cuestión fundamental que me fue enseñada por los profesores del Departamento de Estudios Humanísticos. Los temas históricos deben ser analizados en la perspectiva que los historiadores llaman larga duración, la perspectiva de largo plazo, porque los hechos responden todos a una lógica que se inserta en un transcurrido histórico, y esa perspectiva que será en definitiva una perspectiva dialéctica, permite, ante la pregunta que se me formula sobre los acontecimientos políticos del siglo a nivel mundial y en Chile, organizarlo en término de esas grandes tendencias, y pensando en eso para esta presentación creo que hay 3 elementos básicos a nivel de los acontecimientos mundiales, y 3 elementos también fundamentales a nivel de los hechos nacionales, y los voy a describir entonces brevemente para dar la visión como ellos se interrelacionan, pero sobre todo, que es la otra implicancia que yo aprendí de la historia, para pensar en como esos elementos dejan lecciones, algunos retos y muchos problemas pendientes para los años que vienen.

Creo que el primer elemento de los desarrollos políticos del siglo a nivel mundial son, y como lo ha expresado el Senador Valdés el tema de las guerras y de las persecuciones, este es un siglo que ha reafirmado la persecución sistemática por problemas étnicos, por problemas religiosos, desde luego por problemas políticos y si se mira lo que ha ocurrido durante el desarrollo de muchos de los conflictos el tema de la persecución es algo central que por supuesto se sigue proyectando, porque es un mundo que durante el siglo XX no ha aprendido a desarrollar mayor tolerancia a las ideas, tolerancia a la forma de sentir, tolerancia a los problemas valóricos o a las visiones filosóficas distintas. Por una parte está el fenómeno de las guerras ideológicas de las cuales posiblemente, Corea y en términos de su Guerra Civil España son los elementos más, representativos, pero estos temas están vigentes, creo que la guerra ideológica ha pasado a ocupar un lugar menos relevante que las guerras religiosas a partir de la segunda mitad del siglo, pero si se mira el enfrentamiento de las dos chinas o el enfrentamiento en la zona de Pakistán, hay guerras ideológicas que están en desarrollo, y que van a ser causa de nuevos sufrimientos en una comunidad internacional que todavía no puede organizarse para ser efectiva en términos de detener estos procesos de conflagración, Kosovo es una demostración muy clara de la poca efectividad de nuestra institucionalidad mundial a nivel político para enfrentar estos problemas. Están también las guerras étnicas de las cuales creo también la humanidad va a mirar y va a tener que sufrir en el futuro y está en barbecho. La Segunda Guerra Mundial fue fundamentalmente en su esencia una guerra étnica con caracteres de persecución a grupos definidos y que adquirió representaciones en muchas otras partes del mundo. Menciono de paso las guerras religiosas que creo que van a ser parte importante del desarrollo de los próximos años y lo han sido en el curso de los últimos 40 años al menos, pero a mi juicio las más importantes que vendrán serán las mismas con las cuales comenzó el siglo, las guerras económicas, conflagraciones de tipo económico, intereses por el dominio de ciertas áreas que tienen riqueza, petroleras y este será uno de los elementos gravitantes, sino cambia la tecnología, en los primeros 20 o 30 años del próximo siglo. En consecuencia estas guerras económicas, que de alguna manera tienen que ver con los problemas internos rusos, los problemas entre las chinas, no están exentos de este tema por el dominio en el mundo asiático, por el protagonismo que esa parte del mundo ha estado adquiriendo, creo que será el sino de lo que va a ocurrir.

Lo positivo de este punto de vista después de tanta conflagración, de tanto sufrimiento presenta dos aspectos: En primer lugar, que estos procesos han permitido una reafirmación de los Estados a nivel internacional. Es el concepto de Estado de la segunda mitad del siglo XIX, y lo que es afines del siglo XX son dos conceptos distintos, hoy los Estados están mucho más asentados como organizaciones políticas que adquirirán evolución propia, dependiendo de lo que suceda con el fenómeno de la globalización, pero en segundo lugar pienso que el otro fenómeno que se ha diseñado claramente durante este siglo a partir de todas estas conflagraciones, ha sido el replanteamiento o el reordenamiento político del mundo. En algunos casos poco satisfactorio como es el caso de Africa, en que en un mapa sobre una mesa se diseñan los límites con prescindencia absoluta de las realidades culturales, históricas, locales y ahí está la raíz de nuevos conflictos que están emergiendo, pero hay un reordenamiento político en Europa como sabemos producto de las guerras, y que ha dado señales de mucha estabilidad, y un reordenamiento político en Asia que también da señales de mucha estabilidad hacia el futuro. Si uno suma estos aspectos negativos y los aspectos positivos, queda con grandes preocupaciones y con el sabor que el mundo no ha experimentado progresos y menos aún en cosas como son el poco respeto por la vida humana, la falta de una concepción humanista de la sociedad, el tremendo fracaso que como sociedad humana hemos experimentado en término de promover una mejor y mayor convivencia.

El segundo desarrollo importante durante este siglo a nivel mundial, es la reafirmación de la democracia como sistema, me parece que ha existido un tránsito muy importante desde comienzos de siglo comparado con finales de este siglo, porque se ha planteado una gran discusión: ¿qué es democracia? En algunas partes del mundo se ha acentuado la democracia política como una expresión, y es el caso de los Estados Unidos principalmente, y en alguna medida de la sociedad Europea, pero el debate está si eso es esencialmente la democracia, o sino más bien debiera ponerse el énfasis en la democracia económica y la raíz de muchos de los conflictos políticos, la raíz de las revoluciones, está en el concepto de democracia que debe prevalecer para la organización de una sociedad, bien sabemos que con la conformación del mundo socialista se pensaba que la democracia era primero una cuestión de equidad económica y social, y que la democracia política podría ser un resultado de eso en el contexto del desaparecimiento del Estado como organismo de dominio de algunas clases sociales sobre otras. De manera que esta situación que ha culminado en el siglo como sabemos con el término de los socialismos reales creo que ha sido relevante porque como desde comienzos de siglo se ha reafirmado la democracia política como el elemento que tiene mayor validez y mayor preminencia en la organización social de nuestra humanidad, pero la preocupación es que, todavía nuestra democracia observada desde el nivel mundial es joven e inestable, se puede mirar con preocupación lo que sucede en Asia, lo que está aconteciendo en China, que son ciertas tendencias en que la democracia como la entienden los occidentales, es inestable, es distinta y muchas veces contradictoria, pero si uno mira los países en desarrollo, no solo el nuestro, las democracias son frágiles aquí se ha mencionado el caso de Venezuela, el caso de Ecuador que tienen grandes incertidumbres, desde luego el caso de Perú, las grandes preguntas sobre Paraguay, la democracia mexicana son sistemas frágiles e inestables, pero al mismo tiempo en aquellas democracias más consolidadas, fenómenos como la participación de la mujer son todavía cuestiones muy recientes y en algunos países democráticos hay una discriminación abierta contra minorías étnicas o raciales o religiosas, hay Estados religiosos en el mundo, conclusión: este tema en el cual se puede quedar con el sabor positivo que finalmente ganó la democracia política, y que bueno que el mundo se desarrolle por estas líneas durante el próximo siglo, creo que también deja la preocupación que hay grandes preguntas que están pendientes y que todavía no se tiene una respuesta clara y las percibiremos durante los próximos años.

Creo, sin embargo, que si me preguntaran, hay algún fenómeno político, social decisivo a nivel mundial durante este siglo, mi respuesta es sí, y pienso que ese acontecimiento fue la recesión de los 30. La recesión de los 30 provocó cambios políticos que eran impensados en la sociedad industrial, y en segundo lugar cambios económicos no proyectados, pero levantó una ola, de resultados que no pueden observarse con optimismo. Por un lado y como una primera reacción aparece el proteccionismo impulsado por la política de Roosvelt, proteccionismo que invade a la política en los países en desarrollo particularmente en Latinoamérica, pero de esa política de proteccionismo no triunfa un Estado benefactor, no triunfa un Estado preocupado por el bien común y por llenar los espacios que de otra manera puede llenar la libre iniciativa privada, sino que de esta salida de la recesión mundial triunfa el capitalismo y triunfa el mercado como un organismo que se antepone al Estado y al bien común como principio orientador en la asignación de los recursos, y los países en desarrollo, los países latinoamericanos sufren varias crisis, porque continúan con esta política proteccionista y con la práctica de un Estado benefactor que, tenía grandes dificultades de financiamiento y de sostenimiento, creo en definitiva que el fenómeno crisis de los años 30 que como muchos historiadores económicos apuntan a la raíz de las crisis que siguen a nivel mundial por la nueva organización, el nuevo equilibrio de poderes y la gran influencia de las grandes compañías, de los grandes capitales a nivel del mundo. Hoy es más o menos evidente que no ha crecido en el mundo la diseminación de la propiedad se ha presentado una gran concentración de la propiedad y ese proceso fue reafirmado y profundizado durante los años de la recesión del 30 que creo que a sido un elemento, como diría decisivo en términos de este debate que era un debate del siglo XIX, estado de mercado, o como complementar estado de mercado, creo que a partir de la recesión de los 30 la respuesta es una sola, aquí es el mercado primero que nada, el Estado es un elemento secundario y los Estados benefactores de Europa empiezan a debilitarse este es un proceso de los últimos 20 o 30 años, la desaparición de los socialismos reales, por causas distintas, aparece como en partes de este mismo proceso. A partir de la recesión también aparecen nuevos actores mundiales creo que en gran medida es producto de las grandes crisis productivas y de los manejos de la macroeconomía de los países tradicionales industriales lo que permite más tarde el surgimiento de Japón y de los países del Asia Pacífico. A nivel del país hay tres elementos que son decisivos cuando se quiere mirar la historia del siglo, no pretendo con esto dar la interpretación de la Historia de Chile de este siglo.

Creo que el primer elemento conductor son las crisis de la agenda social, que está fundamentada en que el país contiene desequilibrios básicos en términos de su realidad económica, y de su realidad política, cultural y social, sobre esto quiero mencionar un punto que creo que es elemental comprender. Chile era un país que traía al igual que ahora, a fines del siglo pasado una tendencia de crecimiento que si se examina a los historiógrafos de la época se encuentran muchas similaridades con lo que ahora dicen nuestros políticos, nuestros empresarios, este país que ya crece, y ha superado sus problemas estructurales, hay una gran similitud en la literatura a partir, de 1875 y después de 1879, particularmente con el triunfo en la Guerra del Pacífico, de este país que invade el mundo, de este país que recibe capitales, y que en ese tiempo era el producto principal el salitre, y principalmente también algo en la agricultura este fenómeno se desarrolla en dos años 1905 a 1910 en el gobierno de Barros Borgoño a manifestarse que el país tenía una frustración económica que había pasado con este despertar económico y que se creía sostenible y garantizado para siempre. Aníbal Pinto un distinguido historiador y economista, Premio Nacional, escribió que Chile era un caso de desarrollo frustrado, porque había un desequilibrio insostenible entre una base económica pobre con grandes ambiciones culturales, sociales, políticas y educacionales y esto se escribió el año 1957, destaca ahí una frase que considero que es en parte la justificación para su Premio Nacional, cito: “este desequilibrio llevará a un rompimiento institucional”, este historiador casi un cuarto de siglo antes pronostica lo que pasó el año 1973, no es por tanto en esta perspectiva un fenómeno de voluntad de corto plazo, sino un fenómeno de una insostenibilidad de la evolución social y política del país de largo plazo, y que nos pasa ahora, de una situación social desmedrada, de una distribución de ingresos insostenible para un país que quiere crecer como este crece, creo que la gran lección de estas grandes evoluciones, esta crisis de la agenda social chilena levanta este reto hacia el futuro, que vamos a hacer con este desequilibrio estructural si no atendemos con preferencia este tema de la incompatibilidad entre economía y equidad, o entre situación de crecimiento y situación de distribución del ingreso, pienso que ahí hay un gran reto para el país y lo que ha pasado en nuestra nación en el término de las cuestiones sociales que comienzan en el año 1905 en Santiago se continúan durante la segunda década del siglo culminan y tienen un alto con el gran triunfo de la Alianza Liberal en 1920, posteriormente hay desordenes de políticos, hay dictaduras menores, un golpe militar un 11 de septiembre también en la década del 20, inestabilidad hasta el triunfo del Frente Popular en que el país adquiere una agenda, que causa contradicciones tan profundas y tan mal manejadas en otros casos que lleva al Golpe Militar del 73, o sea se puede mirar al siglo como un ocurrencia de estos episodios, de una gran crisis social que el país durante el siglo no logramos resolver, y a fines de siglo me parece formula la misma pregunta que Aníbal Pinto expresó a mediados de siglo, esto va a llevar nuevamente a algún rompimiento institucional, y es interesante mirarlo desde ese punto de vista, porque ese es el reto de fondo para una política que debe tener un desarrollo de largo plazo y no solo de las cuestiones puntuales.

Lo segundo, son las crisis económicas, Chile las ha sufrido, y varias, y todas le han ido cambiando imperceptiblemente el rumbo a este gran barco. La primera gran crisis económica del país por lo menos en 50 o 60 años es la crisis de la postguerra y del salitre, que comienza el año 1918, y que no termina, sino que se proyecta hacia mediados de la década de los 30, una crisis derivada, nótese de una situación internacional, y segundo de una escasa regulación con el mercado del salitre, o sobre la industria del salitre en lo interno, son dos factores, y el país no se sobrepone de esta crisis, al país le cuesta recuperarse, por lo menos 15 años los cálculos que existen en la tasa de desempleo durante la crisis de los años 29 y 30 alcanzó a más de un 45% de la fuerza de trabajo, era una crisis profunda, se asume que el producto cayó más del 30%, y un país se recupera con mucha lentitud, es como un enfermo que se levante de la cama después de una grave enfermedad, no sale corriendo, y la perspectiva que el país se levante y salga corriendo para el próximo año no son predecibles en términos optimistas.

La situación crítica de mediados de los años 50 que dio origen a la misión Kember, la crisis de los 80, y la de los 90, la crisis externa con malos sistemas de regulación en lo interno, particularmente la del 80 que es una crisis sin regulación en el sector financiero, creo que esto de la crisis económica es un elemento interesante para mirar nuestra historia del siglo, hay dos grandes lecciones, una que la apertura de la economía si bien es cierto hoy a lo mejor es ineludible debe manejarse con el cuidado de tener también una base productiva que permita reaccionar frente a las ocurrencias del resto del mundo, y la segunda es que el país necesita tener más instrumentos de regulación, porque el Estado no puede mirar estas ocurrencias económicas a ver que es lo que pasa, que pasa más tarde, más adelante, ha habido contradicciones profundas en la manera como se deben hacer políticas cíclicas. Los temas políticos y sociales que están detrás de la crisis permiten entenderla, con elementos muy explicativos de la ocurrencia del trabajo del país, y finalmente yo señalaría otra crisis, que ha marcado al siglo, y que determinan muchos de sus acontecimientos, y que me parece un elemento central, que es la crisis de la Educación y la Cultura. Nótese que nuestro país a comienzos de siglo, no tiene Educación Primaria Obligatoria, Educación Básica, y con grandes esfuerzos se lleva adelante ese proyecto, pero si miramos este fin de siglo no nos podemos sentir conformes, porque no basta con tener una Ley de Educación Primaria, de Educación Básica Obligatoria, si no tenemos al mismo tiempo una garantía de que es suficiente y de calidad para nuestros niños, y el espíritu de aquella Ley era que la Educación Primaria Obligatoria garantizaba una Educación de calidad para todos, porque el Estado era el responsable, pero hoy día cuando el Estado no es responsable, sino indirectamente, entonces es una Ley vacía, los niños en las escuelas, pero no recibiendo lo que otros niños aprenden teniendo más recursos para pagar su Educación, hay una crisis importante que está incubándose, y si se observa los grandes debates políticos del siglo tiene mucho que ver con cuanto debe o no debe el Estado gastar en Educación y la Cultura, existen por lo tanto, dos visiones; una óptica que es la que está asociada a la reforma de los años 30, es la visión del Estado docente, de un Estado con visión de la época que proporciona directamente Educación, cien por ciento de ella.

Otra visión que desde principios de siglo sostiene que esto no es tarea del Estado y que debe ser responsabilidad de las personas, y tal como dice la Constitución actual, la Educación es un deber fundamental de las familias, no del Estado. Ha existido un enfrentamiento entre dos maneras de mirar la realidad, y que tiene que ver con otras implicancias a nivel político, del tipo de país que queremos concebir. Creo que es importante pensar en ese desafío, porque eso afecta seriamente a una institución como la Universidad de Chile.

Si se mira la evolución de la Universidad de Chile en este siglo, en gran medida reproduce estos problemas, estas importantes contradicciones, estas grandes luchas que se dan a nivel social, político, económico, nacional, esta es la Universidad que cuando se materializa la tesis del Estado Docente, es la institución que funda paralelamente una acción Nacional basada en el desarrollo, en la extensión del Arte y la Cultura, en un gran esfuerzo de país para mantener la Orquesta Sinfónica, el Ballet Nacional, el Teatro Nacional, y eso es un fenómeno de los tempranos años 40, casualmente cuando el Presidente Aguirre Cerda instaura o empuja una política similar, en la enseñanza técnica, en enseñanza primaria, pero al mismo tiempo por estas contradicciones, por estos desarrollos, todos conocemos lo que pasó con la Universidad de Chile durante los años del régimen militar, una entidad de Educación Superior que quería ser eliminada, porque esta es una Universidad que molesta a quienes creen que el mercado asigna mejores recursos que el Estado, y es una Universidad que también molesta a quienes no creen que ella sirve para crear conocimiento y para desarrollar la actividad académica, de manera que creo que si se mira la historia política desde el punto de vista de la Educación y la Cultura creo quedan grandes preocupaciones, pienso que mirando el desarrollo del siglo, queda con un sabor de que hay algo positivo, y hay dos elementos que me parecen destacables. En primer término que hemos ido asentando a lo largo del siglo el principio que las ideas y la crítica a las ideas es una cuestión necesaria, y es por eso que en muchas profesiones, en muchos escenarios de gente que hoy toma decisiones de verdades casi absolutas y no ideas que pueden estar expuestas a la discusión, y cuando se observa la forma como se enseña a nuestros niños en áreas específicas también se enseñan verdades y no una actitud dispuesta a la búsqueda y proclive a la crítica, y la idea de eliminar esta Universidad del mapa también obedece al principio, de no permitir la existencia de una Universidad que es un centro de reflexión crítica y de análisis de los temas de país.

Y lo segundo, que se mencionó antes, que es de la cultura metalizada, en Chile se hace en Educación y Cultura aquellas cosas por las cuales la gente está dispuesta a pagar, esa es la hipótesis fundamental, y eso refleja lo que es el curso número uno de cualquier pensum de Economía, porque en el mercado de las peras, las manzanas y los zapatos eso debe ser así, se producen las manzanas porque estamos dispuestos a pagar, y si no estamos dispuestos a pagar no se producen estas manzanas, pero en términos de elementos como la Educación y la Cultura que mucha gente que da opiniones públicas sobre estos temas debiera analizar con elementos que se enseñan en cursos más avanzados donde se aprende que detrás de los mercados hay fenómenos que se denominan externalidades y bienes públicos los cuales requieren otro enfoque y no de mercado, un tratamiento de Estado. Dentro de esos bienes se transa la Educación y la Cultura, porque se está comprando cosas que no tienen una valoración concreta vigente, y que no pueden funcionar simplemente por oferta y demanda, me parece que esta hipótesis de una Cultura y una Educación metalizada es destructiva. Para que voy señalar la importancia que tienen las Universidades Públicas y del Estado en Europa, en Japón, en Estados Unidos, en Canadá, en Australia, en Nueva Zelanda, en nuestro país por el contrario, contra la corriente creemos que el mercado puede resolver el problema, tengo la impresión que el desarrollo de esta situación en el siglo es preocupante, y que va a potenciar una serie de conflictos que ya están presente y que seguirán en desarrollo hasta el próximo siglo.

Desafortunadamente se retiró el Honorable Senador Valdés, porque quería decirle, frente a este tema, que me parece como Rector de la Universidad de Chile, fuera de lugar, absolutamente equivocado, el que haya sugerido ayer, en la subcomisión de presupuesto del Parlamento que se le quiten los recursos de la Ley Especial a la Universidad de Chile, propuesta del Honorable Senador Valdés, secundado por otros Senadores que posteriormente voy a dar los nombres públicamente, que están coleccionando firmas en una nota que no es posible que se le siga entregando a la Universidad de Chile en desmedro de otras Universidades del Estado y Universidades regionales, así está puesto. Desde luego eso es grave, es injusto, porque sabemos que el origen de esa Ley Especial que ha sido siempre llamada así, exponerlo como una Ley Especial para la Universidad de Chile, aparecemos arrebatándole algo a otros, pero es inexacto y no ecuánime no sólo por la historia de una Universidad que fue sacrificada durante el Gobierno Militar, que no ha sido nunca recompensada por lo que perdió, y que hoy a la pequeña compensación que se logró con esfuerzo durante la anterior gestión rectoral, hoy se le acusa de ser algo injusto contra las Universidades regionales, y se dice, propuesta de un señor egresado de otra Universidad, que todas estas cosas debieran ser materia de una Licitación Pública, en otras palabras vamos a una Licitación Pública con la Orquesta Sinfónica, con los programas de investigación en todas las áreas, en todas las disciplinas, los programas antárticos, una insanía absoluta, respaldada por otros señores parlamentarios el día de ayer, yo quería decírselo en este recinto universitario, se lo diré igual porque tengo que ir al Parlamento la próxima semana a tratar el problema, pero se lo vamos a decir al país también, se lo voy a expresar y aclarar también al próximo gobierno, porque no es posible que año a año la Universidad de Chile esté de rodillas pidiendo a los señores parlamentarios que por favor nos dejen pasar la Ley, esa no es manera y escenario para trabajar por el futuro de la Institución.

Compartir:
https://uchile.cl/u12047
Copiar