La Universidad de Chile: El Marco Estratégico para el Desarrollo de su Misión

La visión

La Universidad de Chile es la más tradicional institución de Educación Superior en el país. Constituyen características esenciales de su ser, el humanismo, la diversidad disciplinaria y la excelencia académica, una trilogía que da base a la formulación estratégica de un quehacer asentado en el respeto por el hombre, el desarrollo de la tolerancia en las ideas y la jerarquización basada en la calidad del trabajo académico. Una Universidad Nacional, ya que fue creada para servir a Chile y a las necesidades de su pueblo, como manifestara el propio Andrés Bello en los días de la fundación institucional. Consecuentemente, la Universidad de Chile se compromete con las tareas que le impone el país, priorizando aquellos temas que tienen significado de Nación, para abordarlos a través de la docencia, la investigación y la extensión. Una Universidad comprometida con el futuro, ya que su trabajo se enmarca no en el limitante corto plazo o en los efectos materiales inmediatos, sino en el progreso del conocimiento para el desarrollo del país a largo plazo.

La Universidad de Chile debe observar los problemas de nuestra sociedad como su reto, y debe por lo mismo constituirse en un observatorio crítico de tales situaciones, aportando por medio del quehacer académico a su comprensión y mejor tratamiento. Debe, por ello, constituir una entidad de propuestas en base a ideas surgidas de la investigación científica, de la creación en Humanidades o en el Arte, y de las aplicaciones técnicas que correspondan. Una propuesta que debe surgir sin temor, sin la contaminación de lo contingente o de lo menor, conservando a Chile y sus problemas como el efectivo norte del trabajo institucional. Más que una institución de docencia superior, la Universidad de Chile es trabajo de creación de conocimiento y de preparación de los cuadros intelectuales, científicos y políticos que deberán asumir la conducción del país en el futuro.

La misión

La Universidad de Chile debe crear y diseminar conocimiento para el desarrollo integral de la nación chilena. De esta manifestación emana nítida la idea de una Universidad comprometida con la investigación y la mirada al futuro, en una perspectiva de país. Crear conocimiento en todas las áreas es la misión principal de una entidad universitaria por definición de ser, pero lo es principalmente en el caso de la Universidad de Chile, en que tal investigación debe estar vinculada a temas de país, en torno a cuyos retos debe emanar la problemática a atacar, siempre privilegiando aquella de mayor impacto nacional y mayor trascendencia temporal. De aquella manifestación se desprende el compromiso de la Universidad de Chile con la docencia y la extensión, las que constituyen instrumentos indispensables para una adecuada diseminación del conocimiento. Sin embargo, ese compromiso también se refiere a la diseminación de conocimiento nuevo, esencia del trabajo docente de la Universidad de Chile destinado a la formación de líderes en torno a la frontera del saber; se excluye del trabajo de la Universidad de Chile la repetición de conocimiento anclado en el pasado puesto que el mismo no genera la calidad formativa del nivel que se le debe al país en torno a las ideas nuevas.

La misión institucional nos habla del desarrollo integral de la sociedad chilena, como objetivo del trabajo de la Universidad de Chile. Se envuelven en este concepto tres ideas importantes que han de constituir un fundamento orientador del trabajo universitario en torno a la misión. En primer lugar, exige diversidad disciplinaria en orden a atender apropiadamente la necesidad de un desarrollo equilibrado en lo económico, científico, cultural, político y social, así también convocando al trabajo interdisciplinario y al desarrollo de una efectiva tolerancia para buscar la verdad con responsabilidad de país y sin espacio para la influencia de dogmas o sectas. En segundo término, nos impone un horizonte de tiempo amplio, para ubicar las preguntas en el contexto apropiado a la visión de desarrollo del país, que por naturaleza debe corresponder a un reto de largo plazo. En tercer lugar, la misión llama a atender los problemas nacionales, con visión integral y más allá de las cuestiones de corto plazo y de énfasis limitante en aspectos de ganancia o rédito financiero.

La efectividad de la Universidad de Chile en el desarrollo de su misión radicará en la calidad de su producción científica e intelectual, en el grado de compromiso de su comunidad con los desafíos a enfatizar en su trabajo, y en el liderazgo efectivo de sus egresados en el ámbito público y privado. No es objetivo de la Universidad el generar excedentes financieros, puesto que ello distorsiona el afán de buscar los aspectos con mayor importancia para el país y su futuro en un sentido trascendente.

El plan estratégico

Sobre la base de una visión de nuestra sociedad y del rol en el interior de ella en consonancia con su misión institucional, la Universidad de Chile considera cinco principales objetivos estratégicos para el próximo quinquenio. Los mismos deben entenderse como lineamientos generales de política para el desempeño institucional, elaborados sobre la base de un diagnóstico orgánico y una discusión interna, sujetos a permanente revisión y adaptación al trabajo específico de cada una de las Facultades e Institutos. Estos objetivos estratégicos han sido diseñados considerando el medio actual en que se desempeña el sistema de Educación Superior chileno, caracterizado por una política que no diferencia entre Universidades y otros entes limitados a la entrega de educación post-secundaria, ni establece reglas apropiadas de financiamiento, regulación y organización del sistema. La Universidad de Chile seguirá sosteniendo su punto de vista crítico sobre esta situación, y sobre los graves peligros que ella encierra para el futuro del país. No obstante, se toma aquí como un dato para el diseño del trabajo institucional en los años que siguen.

Primer Objetivo Estratégico: UNA UNIVERSIDAD NACIONAL

La Universidad de Chile renueva su vocación Nacional, comprometiendo su trabajo con los grandes problemas y objetivos de país. Este compromiso obliga a anteponer los criterios de corto plazo y de mero impacto material, para privilegiar la investigación, docencia y extensión relacionada con temas de país que revisten prioridad en torno al desarrollo integral del mismo. Para ello, la Universidad debe constituirse en un referente nacional sobre esos desafíos, proporcionando con excelencia, objetividad y trascendencia la visión crítica y de propuesta que Chile requiere para enfrentar sus problemas. Este objetivo demanda que la Universidad se constituya en un centro de reflexión sobre los problemas de nuestra sociedad, tarea que deben potenciar todas las Facultades e Institutos su mejor empeño para actuar con apertura, tolerancia, diversidad y excelencia. La Universidad de Chile volverá a ser una gran impulsora del Arte y la Cultura a través del país, proyectando de esa manera su labor formativa.

En las tareas de índole nacional que le corresponden, la Universidad de Chile debe constituirse en una líder en materia educacional, especialmente con relación a la Educación Pública chilena. Este liderazgo debe mostrarse por medio de la calidad de sus programas académicos, de las acciones directas e indirectas en el campo educacional, pero asimismo en cuanto a las propuestas que el país precisa para lograr un mejor desempeño educativo que garantice calidad, equidad y un crecimiento estable y sostenible. El énfasis en materia educacional se deriva de la responsabilidad que la Universidad de Chile ha ejercido tradicionalmente en este campo, tan crucial para el desarrollo del país y tan ligado a la naturaleza de los objetivos de la Universidad de Chile.

Segundo Objetivo Estratégico: UNIVERSIDAD DE EXCELENCIA

Resulta fundamental para la Universidad de Chile el reafirmar la excelencia académica como un instrumento de crucial importancia para el correcto desempeño de su misión. Esto requiere el perfeccionamiento del sistema de carrera académica para premiar apropiadamente no sólo al trabajo académico puro, manifestado por la investigación y docencia de excelencia, sino también el desempeño profesional y su impacto insustituible en la investigación aplicada y la formación de pre y posgrado. Del mismo modo, la promoción de excelencia académica requiere que las Facultades e Institutos dispongan de los recursos e incentivos necesarios para que se lleve a cabo efectivamente el trabajo de investigación y publicación, que de modo tan singular caracteriza al desempeño académico de primera línea. Deben incentivarse los estudios que innoven en cada una de las disciplinas, y promover el desarrollo de académicos jóvenes venidos de nuestros posgrados o de otros programas, pero seleccionados en base a motivación y preparación de calidad.

La Universidad realizará jornadas de investigación que permitan aquilatar el progreso en la materia de cada una de las disciplinas, y en donde pueda examinarse en forma objetiva la contribución de los diferentes organismos académicos al cumplimiento de este objetivo. La Universidad debe desarrollar, hacia el largo plazo, políticas de financiamiento hacia los organismos académicos que conlleven reconocimiento sobre el cumplimiento de tareas de investigación relativas a su misión, y que respalden el desarrollo de programas y actividades en función de objetivos explícitos. Asimismo, se desarrollarán instrumentos que premien el desempeño de excelencia de sus profesores, e introducirán criterios objetivos de evaluación y calificación que permitan instaurar una credibilidad basada en logros específicos en materia de resultados académicos.

La Universidad de Chile impulsará las acciones que propendan a promover la investigación y las actividades docentes de tipo interdisciplinario. En la medida en que las fronteras del conocimiento disciplinario se van erosionando, para dar a paso a un conocimiento más integrado y con mayores potenciales de vinculación con la realidad, la estructura y estrategia del trabajo universitario deben cambiar. El trabajo de Facultades e Institutos debe ser más conocido por sus similares, para así evitar duplicidades e ineficiencias, a la vez que permita el transcurrir de una investigación y docencia más productiva por lo integrativo. La Universidad de Chile promoverá el desarrollo de actividades inter-Facultades e inter-disciplina, como una manera de señalar un camino hacia el futuro.

Tercer Objetivo Estratégico: UNA UNIVERSIDAD DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO

La Universidad de Chile debe explotar en forma efectiva las ventajas brindadas por la tradición y la disponibilidad del mejor recurso académico. La historia de la Universidad, por una parte, se vincula en forma clara con la preparación de cuadros directivos para el país en todos los planos, especialmente en el campo científico y educacional. Esta tradición también ha consistido en la preparación de la investigación que ha servido a Chile a lo largo de su historia para diseñar las políticas e iniciativas más efectivas para su bienestar material. Por otra parte, la Universidad de Chile posee los mejores cuadros académicos del país, con mayor reconocimiento nacional e internacional, como lo evidencian las distinciones adquiridas y el éxito en programas de investigación de tipo concursable. Tradición y excelencia académica son dos conceptos que llevan a acentuar nuestro carácter de Universidad de Investigación –por lo que somos reconocidos mundialmente—y con fuerte énfasis en el posgrado, particularmente en el desarrollo de los Doctorados.

Investigación y posgrados requieren, del fortalecimiento de los programas de pregrado, para así contar con el semillero para el desarrollo ulterior de cada línea disciplinaria. Pero el crecimiento de los pregrados también se fortalece debido a la profundización en materias de investigación, que pone a los futuros profesionales en contacto con el conocimiento actual. El sistema universitario debe pensar en forma urgente las necesidades de readaptación de su organización, con un programa de ingreso común que promueva el conocimiento interdisciplinario y la formación general básica, mejore los sistemas de selección, permita rediseñar las carreras para otorgarles mayor énfasis en la formación general, y fortalezca el desarrollo de los posgrados, como efectivos instrumentos de especialización. Los retos del siglo XXI para las Universidades son consistentes con la necesidad de pregrados profundos en conocimiento de tipo general en cada disciplina, investigación como insumo para el desarrollo profesional, y posgrados diseñados en materia de especialización e investigación.

La Universidad continuará estimulando el intercambio internacional y la cooperación con otras Universidades e instituciones extranjeras, con el propósito de asegurar el mejor desarrollo de su trabajo académico. Particularmente en el campo de la investigación y de los posgrados, y con el propósito de estimular la interacción con el mundo industrial, la Universidad fortalecerá efectivamente el trabajo de su oficina en los EE.UU. como también en Canadá, Europa, y el Asia Pacífico, buscando acciones integradoras y de colaboración. Especial énfasis se dedicará a lograr posibilidades de entrenamiento y estudios a nivel doctoral y posdoctoral en vistas a un adecuado crecimiento académico.

Cuarto Objetivo Estratégico: UNA UNIVERSIDAD EFECTIVA

La Universidad de Chile requiere alcanzar una mayor descentralización de la ejecución financiera y administrativa en las Facultades e Institutos, fortaleciendo el control de la gestión por parte de la autoridad central. Este modelo requiere desarrollar una estrategia de descentralización financiera que implica examinar los criterios de asignación que han venido implementándose por años en el ámbito interno, particularmente en relación al Aporte Directo del Estado. El modelo requiere una reforma administrativa que debe incentivarse, para permitir agilización y una mayor resolutividad a nivel de los organismos, sujeto al impulso de instrumentos que permitan control de gestión, evaluación de resultados y análisis de procesos. La mayor eficacia de la Universidad en el cumplimiento de su trabajo requiere un recurso humano calificado, motivado, y en permanente entrenamiento, para lo cual se contará con políticas y organismos propicios que den a la vez una clara señal de estabilidad interna.

Para lograr el compromiso de efectividad en su trabajo, la Universidad promoverá el uso de criterios de evaluación de impacto y de resultados. Las políticas de financiamiento directo se basarán en un examen de lo logrado, responsabilidad que competerá a toda autoridad académica en los distintos niveles, y que se proyectará a la asignación de los financiamientos futuros. En este sistema, en que deben examinarse los recursos y los resultados, se deberá comprometer los esfuerzos de los organismos técnicos y colegiados que permitan efectivamente instaurar una disciplina de examen, como también premios y castigos en relación a la calidad de los programas y sus resultados.

Quinto Objetivo Estratégico: UNIVERSIDAD PARTICIPATIVA

El gobierno Universitario se basará en las autoridades unipersonales elegidas por los académicos de jerarquía profesor, además de un Senado Académico en el que participará la comunidad Universitaria representada jerarquizadamente. Las decisiones precisan de adecuada participación, como de visión transversal de la Universidad. La participación tiene como resultado una visión integrativa que promueva un cambio cultural deseable para que la Universidad de Chile y sus objetivos estratégicos, se constituya en el efectivo compromiso de todos, independientemente de su particular vinculación con la institución. Ello permitirá promover un ambiente decisional que se proyecte efectivamente hacia toda la institución y promueva identificación con los cambios deseables. La transversalidad permitirá ubicar a las decisiones en un plano de institución, vista como un conjunto, para no seguir estimulando una atomización que ha tendido hacia una cultura de aislacionismo y creciente ineficiencia.

El Senado Académico, en el marco del nuevo Estatuto de la Universidad de Chile, deberá atenerse al estudio de las materias estratégicas, como también a la consulta y en la marcha de la institución en cuestiones de gestión académica y financiera. Este organismo debe constituir un ente legislador, en base a una adecuada interacción con el Gobierno universitario representado por las autoridades unipersonales, propendiendo a colocar a la Universidad en un efectivo plano participativo y de proyección institucional.

Chile nos quiere líderes!!

La Universidad de Chile ha sufrido décadas de abandono, de disgregación, de conflicto inconducente en lo interno, y de pérdida sensible del carácter Nacional y Público de su misión. Es un gran desafío el recuperar una cultura diferente para emprender la tarea a que esta llamada la institución en el marco de sus principios fundacionales, para así no entregar a las nuevas generaciones una entidad deformada en cuanto a sus aspiraciones y la correcta visión de su misión. Por ello, la Universidad de Chile debe comprometerse en un cambio efectivo para entrar al próximo milenio en la perspectiva de un real cumplimiento de su rol Nacional y de excelencia. Ello precisa de mejores Políticas Públicas, las cuales serán propuestas y decididamente apoyadas por la institución en el cumplimiento de su rol externo, para así solventar el carácter Público que debe revistar el trabajo institucional. Pero también precisa de Políticas en el plano interno, que tiendan a consolidar su excelencia académica, a mejorar su organización y a construir el compromiso ineludible de su comunidad con la vocación que despierta su misión.

Chile necesita a una Universidad de Chile en el cabal cumplimiento de su misión Nacional, así reasumiendo el liderazgo que en el pasado imprimió en materia de Educación, Investigación, Arte y Cultura. El liderazgo que Chile precisa de la Universidad debe surgir, precisamente, del compromiso de cambio que permita en forma efectiva su reposicionamiento como centro de reflexión, a la vez que como unidad formativa y de investigación de la mayor excelencia académica. La definición estratégica se posiciona en la perspectiva de responder a esa necesidad de Chile, para que el país siga contando con su Universidad, en el carácter y ubicación que ha tenido a lo largo de la mayor parte de nuestra historia y como debe serlo en el marco de los grandes retos que la Nación enfrenta hacia el futuro.

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