Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de entrega de la Distinción al Mejor Docente de las carreras de Pregrado de la Corporación.

Fue don Roberto Munizaga, ese ilustre educador, quien en alguna oportunidad escribió que no había tarea más delicada que enseñar, porque enseñar de alguna manera implicaba moldear una mente y ese era un trabajo que envolvía tanta responsabilidad que requería tanta delicadeza que no cualquiera podía transformarse en un educador. Y porque es cierto, un educador es mucho más que una persona que hace clases, una persona que hace clases; es quien logra sintetizar su material para presentarlo frente a los estudiantes, advertirlos respecto del estado del arte, y posteriormente evaluarlos para saber si su comprensión fue o no la más adecuada. Pero esa es la parte estándar, y es por eso que surgen tantas instituciones que también tienen nombres de universidades que utilizan profesores y muchos taxis para movilizar a los profesores, pero que cumplen esta labor que es, en primer lugar, una labor esencialmente de instructor y que tiene puesta su mirada más bien en el conocimiento existente y hacia el pasado. Pero un educador debe además ser un inspirador, un motivador de los estudiantes y de los jóvenes, no debe ser quien se refiere sólo al material que tiene, sino que además tiene que hablarles con el corazón, tiene que mostrar al estudiante no sólo el conocimiento estricto y escrito, sino que mostrarle la vida, inspirarlos en las grandes preguntas, predicar con el ejemplo, sobre todo, formarlos en valores y en una actitud que es indispensable para una institución educacional.

Y es por eso que don Roberto Munizaga tenía toda la razón, tener profesores no es muy difícil, porque cualquiera que conozca bien el estado del arte, sea un profesional competente, tenga estudios adecuados, puede ser un buen instructor, pero ser un maestro es cosa distinta. Pero sobre todo, es distinto ser un maestro en una institución como ésta, porque nosotros además tratamos de proyectar la mente del estudiante hacia lo que viene. Porque ésta es una institución de investigación, es una institución que enfatiza la creación de nuevo conocimiento, no es solamente la dimensión de entregar el conocimiento existente, es también abrir en las mentes de nuestros jóvenes puertas a las nuevas cosas, a las nuevas ideas, los nuevos temas y es estar expuesto a ello frente a la sociedad. La mirada del profesor de la Universidad de Chile está puesta en el conocimiento de hoy, pero hacia el futuro y es, por lo tanto, fundamental incorporar todo lo que se crea en la universidad en su propio laboratorio, en su propia oficina, en su propia biblioteca, pero lo que puede recopilar también de los otros que trabajan con él. El intercambio académico es clave, para que entonces la formación sea no solamente la instrucción limitada y no solamente se complemente con la inspiración del ejemplo y los valores, sino que también tenga esa mirada hacia el futuro que es lo que ha distinguido siempre a la Universidad de Chile en todas las disciplinas. Aquí se han distinguido a profesores de todas nuestras facultades, todo el arco disciplinario de la institución, porque buscamos no hacer ninguna diferencia entre lo que es un mejor profesor en arte o lo que es un mejor profesor en ciencias, porque los principios inspiradores de entregar buen conocimiento, de mirar al futuro y además de formar valores y personalidades por un desarrollo potencial adecuado a los días de hoy, cruza totalmente el espectro disciplinario de la universidad y se constituye todos los días en un reto para nosotros.

Esta es la cuarta vez que entregamos esta distinción, y es muy importante, porque lo que queremos hacer con ella es agradecerle a nuestros profesores, agradecerle a nuestros docentes, a nuestros académicos, porque todos sabemos el sacrificio que envuelve la enseñanza, sobre todo en una universidad que tiene que mantener estándares altos. Todos sabemos que ese sacrificio no es adecuadamente recompensado y por eso las gracias que les damos como institución a todos ustedes. Es un gracias muy significativo, porque el aporte que ustedes hacen es fundamental para el éxito de esta institución. Miren ustedes los puntajes de ingreso a la universidad en todos los últimos 6 años, vean como la universidad ha evolucionado de una manera tremendamente positiva sobre todo cuando se le compara con la otra innombrable y eso en gran medida es por los profesores que están aquí, porque hoy día los estudiantes buscan información, los estudiantes de la enseñanza media, los cuartos años, ya han visitado todas las escuelas de ustedes o lo han hecho a través del plan colegio o a través de las escuelas de verano que se realizan en varias facultades, o simplemente han ido y han preguntado y han recibido opinión de los propios estudiantes, sobre qué tipo de docencia reciben. Yo he escuchado muchas veces esas opiniones y cuando se compara a esta universidad con otras y entonces ellos se dan cuenta del valor agregado que significa estar aquí, que aquí significa estar frente a los mejores, significa además estar en un ambiente de libertad intelectual, en un ambiente de respeto intelectual y un ambiente intelectualmente provocativo y eso ha sido, créanme, un factor fundamental para que esta institución siga siendo la primera universidad del país. Es cierto, somos indudablemente la primera universidad en investigación, todos los números que se pongan sobre la mesa no admiten discusión sobre ese hecho, pero podría a lo mejor ponerse en duda si somos o no la primera universidad en la docencia. Es cierto que hay muchos indicadores que tenemos que mejorar, eso lo sabemos; tenemos que mejorar nuestra organización, tenemos que mejorar la estructura, los currículos, hacer más eficiente el progreso de los estudiantes dentro de las carreras. Tenemos todas las autoridades de la institución muy claro cuales son los mandatos a ese respecto, pero lo más importante, sin embargo, es este ambiente de libertad que le damos a los estudiantes para buscar, para preguntar, en esa competencia que le entregamos con los mejores frente a ello; ese es el factor que sin ninguna duda nos pone también en el lugar número uno en la preferencia de los estudiantes.

Vean ustedes todos los esfuerzos que ha hecho un periódico por tratar de mostrar que esta universidad a lo mejor no es la primera, pero vean ustedes que ahí en la misma encuesta que ellos realizaron frente a los estudiantes de cuarto medio pusieron definitivamente a la Universidad de Chile como la primera preferencia de los estudiantes. Y eso no es casual, eso no es producto ni de los avisos en el periódico, ni de las acciones que se realizan, sino de la información que ellos tienen y esa información tiene que ver mucho con lo que ustedes hacen, con la entrega que ustedes tienen, con la competencia con la que formamos, pero además con el calor que en esta institución debe caracterizar al trabajo docente.

Tenemos retos muy fundamentales; tenemos retos de cambiar mucho de lo que estamos haciendo en docencia, no sólo porque estén cambiando las cosas y nosotros tenemos que ir al frente de esas cosas. La Universidad de Chile debe estar al frente del cambio que hoy es tan necesario en materia de formación profesional, en materia de desarrollo académico, en materia del desarrollo universitario. Están ahí los desafíos que tienen que ver efectivamente con la eficiencia de nuestra docencia, está el reto también de ver la interacción entre el pregrado y el postgrado, está el reto del fortalecimiento del postgrado, donde están las ventajas comparativas principales de la Universidad de Chile, todos estos desafíos los estamos enfrentando y los hemos enfrentado con ustedes, porque las ideas, los programas y finalmente las acciones no vienen de ninguna otra parte sino de quien está en el aula frente a nuestros estudiantes. Está también el reto muy importante de utilizar más la tecnología disponible para la docencia; tenemos que poner todos nuestros cursos en la red tenemos que usar más la red; hemos hecho una inversión muy significativa en tecnología info-comunicacional, y hoy día estamos en condiciones efectivamente también de dar un salto tecnológico para poder incrementar la capacidad de nuestra docencia y hacer más efectivo el tiempo de cada uno de nosotros en la docencia y en resto de las responsabilidades universitarias.

Pero creo que todos esos retos que están presentes son razones fundamentales para el trabajo que se realiza en todas las facultades e institutos de la universidad; son obviamente conocidos, pero creo que es importante hoy día reseñar el más fundamental de los desafíos para un académico de la institución, para un docente de la institución y es la necesidad que tenemos todos, queridos colegas, de conversar con los jóvenes. Hemos insistido mucho en esta necesidad de comunicarnos, porque muchas veces no tenemos el tiempo para hacerlo y muchas veces tenemos tantas responsabilidades en que debemos distribuir nuestro tiempo. Todos sabemos que nuestros jóvenes estudiantes sufren grandes presiones en esta sociedad inhóspita para ellos, inhóspita para sus sueños, inhóspita para sus realizaciones y muchas veces nosotros tenemos que ser testigos de esta frustración, de este desencanto, finalmente también de esas ganas de combatir todo lo que los jóvenes a veces muestran, porque no ven caminos de salida y ven pocas orientaciones. Una familia que no está realmente identificada con el progreso de los jóvenes en el sistema educacional, que muchas veces lo deja tempranamente a correr por sus propias fuerzas, es algo que nosotros tenemos que tomar una responsabilidad. Nosotros tenemos que conversar más con nuestros estudiantes, nosotros no vamos a solucionar ninguno de sus problemas, pero, por cierto, saber escucharlos, saber darle opiniones producto de nuestra experiencia muchas veces puede mejorar una vida y muchas veces y no quiero ser dramático, puede salvar una vida.

De manera que esa quizás es la tarea más importante a la que yo debo llamarlos ahora; desde luego están las otras en las cuales estamos trabajando y en las cuales no les quepa duda vamos a salir adelante y vamos a ser la mejor universidad de Chile también. Pero tenemos que es preocuparnos del alma de nuestros estudiantes que son, mal que mal, los mejores estudiantes de Chile y queremos que sean los mejores profesionales como siempre ha sido. Tenemos que hacer un esfuerzo adicional y esto de aprovechar un poco las horas de la tarde o las horas del café para conversar con ellos, creo que es un gesto que muestra que todos nosotros somos más que profesores y docentes, somos maestros, porque de una manera integral nosotros debemos sentir el fracaso cuando los muy buenos estudiantes tienen también estas grandes frustraciones en su vida, en su desarrollo, en su desempeño, como personas y como ciudadanos.

Yo quiero reiterarles, queridos colegas, las gracias a nombre de la institución por lo que ustedes hacen. Esta ceremonia no es una ceremonia que tenga lugar solamente por razones protocolares, es una relación de verdad en una universidad tan grande como ésta. Miren cuántos son ustedes, de los miles de docentes que enseñan en la universidad, miren qué procesos tenemos que hacer para seleccionarlos a ustedes. Es muy importante convocarlos y decirles desde aquí y desde mi responsabilidad, de la de todos nosotros, que somos el cuerpo directivo, el aprecio que sentimos por el trabajo, el compromiso de ustedes que se desempeñan en esta institución día a día con la fuerza, la entrega, la responsabilidad que siempre esperamos del profesor de la Universidad de Chile. Nosotros no sólo estamos haciendo aquí docencia, ni formando estudiantes, profesionales; estamos haciendo una universidad para el país, y esta universidad para el país ha sido la historia de la República; hoy día esa responsabilidad está en nuestras manos, no nos olvidemos nunca de eso.

Muchas felicidades y muchas gracias por estar acá.

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