Discurso del Prof. Luis A. Riveros, en Ceremonia de Inicio del Proyecto "Programa de Validación y Difusión de Tecnologías para la Prevención y Mitigación de la Contaminación de Aguas de Riego"

Uno de los grandes desafíos que enfrenta el país, sin lugar a dudas, es el desafío de la productividad.  El tema de la productividad tiene que ver con los recursos humanos, tiene que ver con el capital y tiene que ver con los procedimientos.  Y muchas veces, la pregunta que uno se efectúa, es cómo se eleva la productividad o qué tenemos que hacer para mejorar la competitividad del país en su estrategia de internacionalización y, por lo tanto, en su estrategia de buscar mejores mercados, profundizar los mercados. La verdad es que esa pregunta de cómo se hace eso, pasa necesariamente por recursos y por ideas.  Y, dado que en el país siempre hay más ideas que recursos para ponerlas en práctica en materias como ésta, porque el debate siempre al final del día, es si el Estado tiene que poner los recursos o si, como muchos creen, debe ser sólo el sector privado el que tiene que desarrollar estas cosas, porque son, eventualmente, una iniciativa que al fin tiene un beneficio privado, tanto para las empresas como para quienes laboran en las empresas.
Y creo que este es un caso muy interesante y muy representativo, porque lo que yo he escuchado acá de lo que se intenta hacer con este proyecto tiene aquello que los economistas llaman externalidades.  Aquí se generarán procedimientos, conocimientos, experiencias que posteriormente se van a aplicar, siendo productivas y positivas, urbi et orbi.  Y la pregunta es quién se adueña de los resultados de la investigación y la respuesta a eso es que, bueno, se adueña: el Estado chileno, la comunidad empresarial, las exportaciones, el crecimiento económico. Pero entonces esto es distinto a la visión que muchos tienen de cómo se hace investigación en el país, en donde se concibe que es el investigador el que logra crear ideas, procedimientos, productos nuevos y, por lo tanto, logra patentarlos y, por lo tanto, él o quienes lo han auspiciado se adueñan, de alguna manera, de los resultados que lógicamente se derivan de la investigación. Y, a mí me parece que éste es un buen ejemplo de cómo hay un compromiso del Estado para envolverse en una materia que tiene tantas externalidades, positivas esperamos, en la dirección de mejorar la competitividad de elevar la productividad y todo aquello. 

Desde luego, estamos hablando de un proyecto que es bastante acotado y bastante micro, en términos de las necesidades que el país tiene en estas materias, pero lo señalo porque me parece que esta es una avenida concreta que aquí se dibuja.  Es la asociación entre una institución del Estado que tiene un mandato y una Universidad del Estado que también tiene un mandato. 

El mandato de la Institución del Estado es la de proveer los instrumentos para mejorar, justamente, la productividad con todo aquello que pueda manejar del punto de vista de sus recursos y el mandato de la institución universitaria es la de crear conocimiento para el desarrollo del país.  Y, por lo tanto, esto que se ha señalado es una confluencia muy natural entre la Universidad y una institución como la Comisión Nacional de Riego. Nosotros debemos estar, por misión, en disposición de aportar a este tipo de cosas, porque este tipo de cosas no genera necesariamente utilidades que van a venir en favor de la institución ni de nadie; genera utilidades para el país y eso es lo que hace la gran diferencia entre una institución nacional y pública, y una institución privada. 

Una institución privada, necesariamente, y eso no es una materia de crítica, busca el retorno que tenga que ver con aquello que responde a los recursos que pone en los proyectos. Y este tipo de proyectos no produce retornos directos, produce retornos generales e indirectos y, por lo tanto, allí está la labor de esta Universidad, cuya misión es precisamente desarrollar conocimiento porque el retorno de la Universidad está en el conocimiento mismo que, posteriormente, será materia de enseñanza en nuestras escuelas, será materia de más investigación, será materia de las publicaciones en los académicos.

Yo creo que este Gobierno ha mostrado un gran compromiso con estas materias,  un ejemplo de lo cual es el fondo de innovación para la competitividad que se está poniendo en funcionamiento con el presupuesto 2006.  Este es un fondo que consulta ochenta millones de dólares para este tipo de investigación; investigación que tenga que ver con problemas de país, con generación de nuevas ideas, con generación de productos, de iniciativa que propendan a mejorar la competitividad, la inserción internacional y la productividad.

Por lo tanto, cuando me dicen que aquí estamos haciendo un proyecto de cien mil dólares, yo creo que hay que pensar cómo podemos hacer crecer este proyecto para hacer un proyecto legible para el fondo nacional para la innovación.  Creo que no hay nada más importante en el país que asegurar la mejor producción agrícola y eso, por lo que he escuchado, tiene mucho que ver con el riego, la contaminación de las aguas y creo que no hay un proyecto más interesante entonces en la dimensión de un fondo de la naturaleza que sea pensado y la comisión nacional ya está funcionando para asignar las prioridades que ponerlas justamente en un tema como éste. 

Quiero decir también que las ventajas competitivas del país están lejos en el campo alimentario.  En el pasado creíamos que este era un país minero; la verdad es que este es un país productor de alimentos y hay que pensar el país productor de alimentos en esa perspectiva, para los cincuenta años que vienen y nosotros estamos haciendo este esfuerzo, desde el punto de vista del trabajo de todas nuestras facultades e institutos, particularmente del Instituto Tecnología de Alimentos. 

Y el país, además, ha declarado una de sus prioridades en el desarrollo de la innovación, el tema alimentario, junto con el desarrollo de la biotecnología que supongo no va a estar alejada de este proyecto y también el desarrollo de los sistemas de información y comunicación.  De manera que creo que aquí existe una gran oportunidad para que este proyecto produzca, no sólo lo que se espera que ha de producir, que es mejor procedimientos y experiencias, sino que también produzca ideas que puedan desarrollarse más allá con financiamientos un poco más sustantivos y, por lo tanto, también con mayores alcances del punto de vista del impacto que se quiere lograr a la productividad, a la competitividad del sector. 

Y ha estado más inserto en un área que se ha declarado prioritaria no sólo en Chile sino también en la Comunidad Europea, con la cual estamos asociados, como todos ustedes saben, del punto de vista comercial, pero también del punto de vista científico. La Comunidad Europea ha decidido siete áreas prioritarias, una de las cuales es el área alimentaria y en esa área estamos nosotros, en primera línea, tratando de desarrollar con ellos, con las Universidades Europeas e Institutos de Investigación, proyectos que tienen que ver con este tipo de ideas que se van, inmediatamente, no es cierto, a reflejar en la productividad de la producción alimentaria del país.

De manera que quería hacer este comentario general, y desde luego, le comentaba al señor Mlynarz, que el Rector de la Universidad de Chile debe saber de todo y, naturalmente, también de riego, pero lo que yo puedo decir sobre esto, es la importancia que esto tiene, la importancia que tiene el poner más recursos en la investigación. A mí me parece que un país que tiene un problema tan fundamental en el desarrollo del sector agrícola, un país que tiene que tener una prioridad tan importante en el desarrollo de la industria alimentaria y un país que tiene que apostar de esa manera al futuro, no es un país que está haciendo proyectos de cien mil dólares para abordar un problema de manera puntual. 

Tenemos que utilizar esto como una forma de crecer porque están las oportunidades.  Yo creo que las oportunidades se han abierto, ese es un gran logro, yo creo que es muy importante y lo que falta son las buenas ideas, las cuales se van a generar ciertamente en iniciativas de este tipo.  Así que yo quiero agradecerle a la Comisión Nacional de Riego, la oportunidad de que podamos colaborar.

Desde luego, el Centro Nacional del Medioambiente es un organismo que tiene una gran fortaleza, que es precisamente la de poder concentrar la potencialidad de esta Universidad que viene de muchas áreas, de Institutos, de Facultades y, por lo tanto, es un buen representativo de las capacidades que tiene la institución en investigación tecnológica y en investigación científica básica.  Y, por lo tanto, esto abre una puerta a una colaboración que yo creo que es muy importante, que es fundamental para el desarrollo del país en el futuro y, por lo que yo creo, debe ser incentivada mayormente con la generación de proyectos más grandes, de mayor impacto, más significativos porque ciertamente el país del futuro lo va a agradecer.  Muchas gracias a todos ustedes por acompañarnos en la mañana.

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