Durante el segundo semestre de 2019, el Salón Patrimonial del Liceo Paula Jaraquemada de la comuna de Recoleta fue el lugar donde integrantes del Archivo Central Andrés Bello (AB) de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones (Vexcom) desarrollaron una nueva versión del programa de pasantías liderado por este acervo patrimonial al interior de la Universidad de Chile. De esta manera, y por primera vez desde su creación en 2011, las pasantías se realizaron en un lugar externo a la Casa de Bello, gracias al convenio firmado entre la Universidad de Chile, a través de la Vexcom, y la Universidad Abierta de Recoleta (UAR).
Ariadna Biotti, coordinadora del Área de Investigación Patrimonial del Archivo Andrés Bello, explicó que “el programa de trabajo de esta pasantía tuvo por objetivo compartir la experiencia de trabajo desde los saberes, las prácticas y la experiencia pedagógica que el Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile ha desarrollado con su programa de pasantías desde el año 2011 a la fecha”.
“La propuesta metodológica de la pasantía estuvo basada en la pedagogía crítica, conjunto de prácticas pedagógicas que tiene como sentido cuestionar y desafiar las creencias y las prácticas que generan la dominación y la violencia. Se trata de una teoría práctica con la que las personas que llevan a cabo el acto educativo alcanzan mutuamente un grado importante de consciencia ante la realidad, por medio del planteamiento de preguntas”, aseguró la historiadora.
En este sentido, las pasantías estuvieron centradas en el diálogo abierto en torno a tres ejes temáticos: la archivística, la conservación y la investigación histórica. “Nos preocupa cuestionar el sentido de nuestro trabajo como archivo, poniendo a disposición de los y las interesadas los saberes que componen parte del ciclo de puesta en valor del patrimonio por medio de talleres prácticos y ejercicios que permitan la discusión de los contenidos. Pretendemos, de esta forma, generar instancias donde se produzca el encuentro de tres dinámicas: las de intercambio de conocimientos, de reflexiones conjuntas y la realización de talleres de aplicación de saberes”, agregó Ariadna Biotti.
Por su parte, la encargada de Relaciones Institucionales e Internacionalización de la UAR, Alicia Sánchez, señaló que “estas pasantías consolidan la alianza que tenemos con la Universidad de Chile y contribuyen al trabajo territorial que impulsaremos con fuerza este año. Queremos fomentar la importancia de la conciencia histórica, en un contexto social y político donde la memoria es fundamental para pensar y construir el Chile que queremos. Agradecemos profundamente el profesionalismo y compromiso del equipo del Archivo, con quienes seguiremos trabajando”.
Con una convocatoria que congregó a organizaciones sociales de la comuna de Recoleta interesadas en el resguardo de la memoria, se dio inicio a una experiencia pionera para el AB que implicó salir de la institución en que tradicionalmente desarrolla sus labores. Durante las sesiones, las y los participantes discutieron sobre los significados de archivo, patrimonio y memoria para en conjunto identificar el patrimonio documental material o inmaterial de las organizaciones que fueron parte de la pasantía.
Asimismo, las y los integrantes del Archivo Bello compartieron los quehaceres de las distintas áreas de este espacio patrimonial, para comprender la importancia de las distintas etapas del "Círculo de Puesta en Valor": la conservación física y digital, la organización archivística y bibliográfica, la investigación patrimonial, la difusión y la extensión.
Para dar cierre al proceso, las y los pasantes recorrieron el Archivo Central Andrés Bello con el objetivo de reconocer in situ cómo se desarrollan los trabajos de puesta en valor del patrimonio que ahí se resguarda. De esta manera, pudieron interactuar directamente con diversas piezas que han sido valoradas como tesoros por sus cualidades de piezas únicas y destacables, tales como el libro ¨España en el Corazón¨ de Pablo Neruda, cuya edición fue fabricada por los soldados republicanos en base a la ropa y vendajes de milicianos abatidos, trofeos de guerra, una bandera enemiga y la camisa de un prisionero.
También revisaron el sumario administrativo 24035/83 del 11 de julio de 1983, en el que se recoge una investigación realizada a propósito de la denuncia de una estudiante que encontró un paquete con ¨miguelitos¨ escondido en el Departamento de Ciencias y técnicas de la comunicación. Dicho material permite reconocer la intervención de los espacios educativos durante la dictadura cívico militar.
En última instancia, las y los participantes recorrieron los distintos espacios de trabajo y accedieron excepcionalmente al Fondo General, lugar donde pudieron identificar las lógicas de ordenación aplicados en el AB y la importancia de la catalogación para facilitar el acceso y la democratización de los materiales resguardados. Finalmente, se dirigieron al Laboratorio de Conservación, donde reconocieron la disposición de un espacio dedicado a las labores de restauración y que alberga los equipos e implementos necesarios para el rescate material de las piezas patrimoniales, así como los requerimientos técnicos y las estrategias con los que se puede abordar la conservación digital.