Ciencia para enfrentar la pandemia

Investigadores estudiarán eficacia de nanopartículas de cobre para inactivar al SARS-COV-2

Investigadores estudiarán eficacia del cobre para inactivar COVID-19
El profesor Cortés es parte del desarrollo de una mascarilla cuyo objetivo además de ser un filtro, va inactivando el virus mientras esté en contacto con ella por las nanopartículas de cobre.
El profesor Cortés es parte del desarrollo de una mascarilla cuyo objetivo además de ser un filtro, va inactivando el virus mientras esté en contacto con ella por las nanopartículas de cobre.
Aarón Cortés, coordinador de investigación del Departamento de Traumatología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Aarón Cortés, coordinador de investigación del Departamento de Traumatología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

Como relata Aarón Cortés, coordinador de investigación del Departamento de Traumatología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, en un reciente estudio que se realizó en el New England Journal of Medicine, “probaron una lámina de cobre contra el SARS-COV-2, y la vida media que tuvo fue de 45 minutos. Al cabo de cuatro horas ya no encontraron ningún virus, entonces se estableció que tardaba ese tiempo en eliminar totalmente una colonia viral”.

“Si ese estudio se hiciera no con una lámina de cobre, sino que exponiendo al virus a nanopartículas, nosotros estimamos que el tiempo que se demoraría en desactivar el virus serían minutos, o incluso segundos”, señala, refiriéndose justamente al estudio que él junto a sus colegas de la Universidad de Chile y de la Universidad de Los Andes esperan desarrollar a fin de determinar la efectividad biocida del cobre frente al virus que hoy convulsiona el planeta: el SARS-COV-2, causante de la pandemia del COVID-19.

Potencialidades del cobre

Como explica el profesor Cortés, también Coordinador de Investigacion de la Clinica Universidad de Los Andes, “hace mucho tiempo se sabe que el cobre tiene propiedades antibacterianas”. Pero no sólo eso. “También se ha estudiado en términos de antiviral, y se descubrió que es muy potente”.

En lo concreto, lo que hace el cobre, detalla el experto, es algo parecido a lo que hace el lavalozas con las grasas. “Todos los virus tienen en su membrana exterior glicoproteínas que es como una burbuja de grasa. Al estar en contacto con el cobre, lo que hace es desintegrar esa burbuja, entonces lo que hace el cobre es romper el virus en sí y por lo tanto lo inactiva”; potencialidad que como detalla el profesor Cortés, aumenta mientras más pequeñas son las partículas de cobre que entran en contacto con virus y bacterias, que es lo que probarán en esta oportunidad.

De combatir el VIH con el cobre al COVID-19

Antes de la llegada del COVID-19 al país, el profesor Cortés realizaba junto a integrantes de la empresa Cooper 3D las pruebas de un dispositivo diseñado por dicha compañía destinado a inactivar el virus del VIH. “Hicimos un experimento en el Laboratorio de Virología de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, donde expusimos cepas de VIH a este dispositivo, a este material, y en 15 segundos logramos reducir casi el 60 por ciento de la infectividad del VIH”, cuenta. “Esto lo hicimos hace un mes y justo pasó esto del coronavirus, y dijimos, bueno, efectivamente, esto tiene que tener un efecto similar en el SARS-COV-2”.

Fue por ello que Cooper 3D desarrolló el diseño de una mascarilla para imprimir en 3D con un material específico: una aleación de PLA con un aditivo de nanopartículas de cobre; aditivo que es una tecnología de la Universidad de Chile, desarrollada y patentada por el académico de la FCFM, Humberto Palza, y Katherine Delgado, Doctora en Ciencias de la Ingeniería, Mención Ciencia de Los Materiales de la misma unidad académica. “Una mascarilla hecha de este polímero cuyo objetivo además de ser un filtro como cualquier otra mascarilla, va inactivando el virus mientras esté en contacto con la mascarilla de manera permanente”, detalla el experto de la U. de Chile.

Mascarilla cuyos diseños, luego de ser patentados, fueron puestos a disposición de manera abierta para su libre impresión, a fin de que aumente el stock de este dispositivo reutilizable, dado que, como agrega el experto, “la potencialidad del cobre como biocida no se pierde”.

Las pruebas

Es con esos insumos que comenzarán a realizar pruebas con una bacteria de mucho menor tamaño que el SARS-COV-2 a fin de probar la efectividad de filtración de la mascarilla creada con nanopartículas de cobre. “Normalmente el coronavirus mide entre 60 y 210 nanómetros (nm), entonces nosotros lo vamos a probar con una que mide 20 nanómetros”. Estas pruebas se desarrollarán en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile.

En paralelo, el equipo interinstitucional de la Casa de Bello y de la U. de Los Andes, está estableciendo contacto con un laboratorio en Estados Unidos que puede hacer las pruebas directamente con el COVID-19. Esto porque “el único lugar en Chile donde hoy se puede cultivar este virus es el ISP”, que se encuentra plenamente enfocado en los testeos diagnósticos.

Este proyecto fue una de los 13 que se adjudicaron recursos de la iniciativa “Retos de innovación - Elementos de Protección para el personal de salud COVID19”, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Corfo y el Laboratorio de Gobierno; esta vez, a partir de la U. de Los Andes.