Discurso del Prof. Luis A. Riveros en ceremonia de Presentación de Libros del Dr. Luis Quevedo Rojas y de los Dres. Luis Quevedo y Giovanna Jeldes Aguilar

Me gusta venir a las presentaciones de libros, en primer lugar, porque uno aprende una gran diversidad de materias, que están necesariamente vinculadas  con el quehacer de alguna disciplina. He estado también, hace poco,  presentando un importante libro de entomología, ligados a los problemas de desarrollo; he estado también hace poco hablando sobre otro libro importante, sobre temas de electricidad y aplicaciones al desarrollo de la industria.  Hoy día en la mañana, nuevamente un libro de la Prof. Clara Szczaranski, sobre una serie de problemas de los derechos humanos y del enfoque de la crítica penal y hoy en la tarde en un libro tan importante que tiene que ver fundamentalmente con temas acerca de los cuales uno no tiene necesariamente el tiempo para meditar pero que aprende del crecimiento. 

De manera que ésta es la parte del beneficio personal; uno asiste no generosamente a dar tiempo, sino que le den la oportunidad de aprender, sobre tantas cosas interesantes especialmente en una universidad que tiene tanta diversidad disciplinaria y que tiene tanta excelencia académica para continuar disciplina, para hacer la investigación, para producir en sus hijos a los cuales la Rectoría  con sus decanos y que pasan hacer entonces de esa manera, yo creo son los sobrinos, son los hijos,  pero que en definitiva le permiten a uno aprender, sobretodo aprender sobre el entusiasmo en la universidad, para aprender así también a defender a la universidad.

Pero los libros también, el único libro los trabajos publicados,  son de fundamental importancia para la vida de esta institución.  La primera es que los libros construyen los antecedentes académicos de todos; la pregunta que a veces no fácilmente se  entiende allá afuera, cómo se distingue un académico de otro, cómo sabe usted que hay un académico  de más excelencia, que otro que esta en el camino de esa excelencia, y entonces uno  no puede tener criterios a priori de equidad o del tiempo que lleva en la institución, sino que el único criterio que se tiene y lo que se mide es la producción, y la producción es por su relevancia, y en esta relevancia los libros ocupan desde luego un sitial de experiencia. 

Y eso permite, por tanto, que en esta institución haya profesores titulares, profesores asistentes, profesores instructores, y que todos tengamos entonces una línea de desarrollo del trabajo académico, que en gran medida está  facilitada o respaldada por los libros,  por las páginas escritas y además por la aceptación que la misma tiene por los académicos, del mundo académico y entre los propios estudiantes. Y resulta que esto que nosotros le llamamos la carrera académica y que tiene tantos bemoles y que lo hemos discutido en más de una oportunidad respecto a cómo se hace una carrera académica justa y apropiada cuando estamos comparando a físicos nucleares con guitarristas, o abogados con ingenieros agrónomos y en todos ellos requerimos tener esta misma jerarquía. 

Pero, como sea que hayamos arreglado nuestra institucionalidad, la carrera académica es la base institucional de esta universidad, y es la base fundamental de lo que nosotros somos y de la forma en que lo prolongamos. Eso también es difícil entenderlo, allá afuera hay quienes no tienen nociones de lo que significa la vida académica, quienes no tienen nociones de lo que significa respetar a alguien, no por el tiempo que ha estado acá, sino por lo que ha sido capaz de comunicar a otros.  

Por lo tanto, el trabajo publicado, los libros, pasan a ser un elemento importantísimo  y lo sostenible que es la institucionalidad de la Universidad de Chile.  Es difícil hacerlo en otras instituciones porque los profesores no están en la institución primeramente, porque los profesores no están haciendo la investigación que respalda su publicación y porque en definitiva no le interesa a  instituciones que están más bien orientadas por el ánimo de  lucro el tener diferenciación entre categorías académicas, más bien la diferenciación que provoca por el número de horas que la persona que está enfrente de los estudiantes.  Pero no por lo que a nosotros nos interesa más, que es la jerarquía académica, la excelencia académica que cultivamos e incentivamos; por eso tenemos posgrados y posgrados para poder llevar a los estudiantes de más alta calidad. De manera que según la implicancia que tiene que ver con la institución propiamente tal, es que las publicaciones, es que los libros, es que las investigaciones son los que permiten distinguir a unas instituciones de otras.

Nosotros estamos en el ránking de la Unión Europea entre las 300 mejores universidades del mundo, dentro de 10 mil universidades aproximadamente estudiadas en el mundo, porque precisamente son nuestros investigadores como el profesor Quevedo, que pone en sus libros el avance del conocimiento y por lo tanto, los antecedentes en la universidad, lo que permite que otros hagan justamente esta misma escala entre las universidades de un  5 % superior, las universidades del 10, 20 y del 30 por ciento superior, del gran número de universidades y de las grandes universidades e instituciones que se llaman universidad.   Y eso a nosotros nos importa, porque tal como un profesor le interesa compararse con sus pares, porque esa es su carrera y su propósito de vida, a las universidades nos interesa compararnos con otras universidades, porque este es nuestro propósito de vida, y porque nos interesa validarnos en nuestro quehacer en familia, frente a frente, a otras instituciones que son similares en su quehacer.

Y entonces, por eso es que nos enorgullece, ser la única chilena junto a otras siete latinoamericanas en este ránking y también estar en compañías importantes como universidades japonesas,  europeas, y de Estados Unidos.  Esto, para nosotros, tiene un enorme valor, porque reconoce que el trabajo que nosotros hacemos no sólo en difusión y en diseminación, sino que en lo más importante, en creación de conocimiento. Y eso lo permiten nuestros investigadores, que todos los días están poniendo un artículo publicado en alguna revista, un libro que tiene algún impacto, de una investigación que se disemina en alguna parte del mundo. Eso es lo que ha permitido que este país tenga una universidad que pesa, en peso mundial y eso es importante decirlo y reconocerlo aparte de todos los debates, que todos los días se producen por razones usualmente menores, sino que por estas cuestiones fundamentales, que son presencia de un país en el ámbito intelectual y universitario  mundial; eso lo permiten los que aquí estamos haciendo en Chile, la publicación de libros, del trabajo de nuestros académicos reflejado en páginas. 

Mañana quizás todo en páginas electrónicas, no importa pero en páginas que tienen espacio en alguna parte, porque hay que equilibrar. Estudiantes y doctorados aprenderán de los libros del profesor Quevedo; estudiantes de otras partes de Latinoamérica probablemente también, los usarán en su desarrollo y eso hace crecer a esta  institución, hace sostenible su permanencia entre las 300 mejores universidades. 

Nosotros estamos en otra línea de desarrollo, en la línea del desarrollo académico, en la línea de sustentar dicha excelencia; somos lejos la primera universidad del país en materia de investigación y lo vamos a seguir siendo, pero nosotros estamos hoy peleando por sostenernos en las grandes ligas universitarias, en materia de investigación, de creación y de posgrado y eso es tan fácil decirlo, es difícil hacerlo pero se basa en el trabajo como el que aquí se presenta, por parte nuestros investigadores, en las 14 facultades y 4 institutos en la universidad, que nos permiten tener una producción anual que nos enorgullece, del punto de vista de lo que eso significa. 

Cuando uno llega a otras partes del mundo y en esas otras partes les habla siempre de algún profesor de la Universidad de Chile que está allí, que estuvo allí, que dejó algo escrito, que enseñó  algo, de esto uno se llena de orgullo porque se da cuenta  que esta es una institución que no es solamente tener un par de avisos en algún periódico o folletos de colores como hoy se acostumbra, incluso propaganda en los microbuses, sino que es una institución que ha dejado algo importante en el sentimiento de este país, en la intelectualidad del país y de ahí se ha proyectado al futuro.  Por eso asistir al lanzamiento de libros, a la presentación de estos hijos preferidos por parte de esta institución, es para el Rector de la universidad no sólo un punto, por el hecho de aprender, sino además su publicación, porque viene así a plastificar el sentimiento de esta institución porque esta es una vocación que debemos tener, que inspiramos en nuestros investigadores jóvenes, que exigimos a nuestros profesores,  porque es la manera de que esta Universidad de Chile siga siendo lo que es: la Universidad de Chile.

Muchas gracias.

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