Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia distinción Honoris Causa al Prof. Alfred Auslender.

Nosotros nos enorgullecemos de no entregar con habitualidad el grado de Doctor Honoris Causa. En los últimos años, probablemente, el número de Doctores Honoris Causa se pueden contar con los dedos de una mano. Eso es porque esta universidad los reserva justamente para personas de alta significación en el desarrollo de su trabajo académico, pero además con su colaboración con la institución. Y es el caso del profesor Auslender, donde la excelente presentación de Rafael Correa, creo que nos ha permitido a todos, especialmente a los profanos, el darnos cuenta del enorme significado que tiene en la disciplina la contribución del doctor Auslender, quien además, como él lo ha dicho, cuenta con varios discípulos chilenos que son destacados académicos nuestros. Ambas cosas nos hacen, evidentemente, pensar que tomamos una buena decisión en el Consejo Universitario a propuesta de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, para conferir este grado. Creo que el doctor Auslender no tiene que agradecerlo, es algo que nosotros tenemos que agradecer, porque ésta es una vinculación permanente con esta universidad y por supuesto que esa vinculación nos distingue a nosotros como institución de manera muy importante.

Quiero agradecerle, doctor Auslender, que esté usted aquí con nosotros; quiero agradecerles sus palabras, quiero agradecerle su contribución a la formación de académicos destacados nuestros, quiero desear que eso continúe en el futuro y quiero, por cierto, congratular a nuestros colegas del Centro de Modelamiento Matemático, y a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, por este acto que pone muy de relieve lo que significa el trabajo académico, lo que significa la responsabilidad de una universidad que se construye sobre una base del reconocimiento del aporte de los mejores. Muchas gracias a todos ustedes.

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