Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia lanzamiento del libro "Huella y Presencia".

Yo he participado en todas las presentaciones de cada uno de los tomos de "Huella y Presencia". Quizás, en un comienzo, partió como un proyecto que, como tantos otros, iba a quedar allí, esperando que lo juzgara el tiempo. Pero fue la persistencia de Amanda Fuller, la que logró sacar el tomo dos, el tres y, felizmente, ya vamos en el tomo 6, con el apoyo de la Facultad que dio reconocimiento a éste, como un proyecto que iba mucho más allá que un pequeño experimento.  Creo que es muy importante porque "Huella y Presencia"  es la mirada hacia el pasado, a la tradición y es una mirada que hoy día es tan importante, cuando nos dicen que tenemos que competir con tantos otros, cuya huellas son imperceptibles y lo serán en el tiempo y, sinceramente, no tendrán nunca nada que ver con lo que nosotros somos capaces de dejar como legado para el futuro.

Pero "Huella y Presencia" también es presencia, presencia que se refiere al presente, ciertamente, mirando al futuro y, por lo tanto, este libro compensa en gran medida lo que es esta universidad y esta facultad, particularmente la mirada hacia su legado, a su historia, a sus influencias en la nación, pero también y al mismo tiempo, la mirada hacia el futuro, a los desafíos que enfrentamos, a las tareas que tenemos que llevar a cabo para poder modernizarnos y poder responder a esas necesidades nacionales en las cuales estamos llamados por nuestro espíritu fundacional a dar cumplimiento.

En gran medida, "Huella y Presencia" resume esa visión entusiasta, pero también comprometida con la universidad. Esto no es simplemente un libro  en que la gente escribe cosas. Es una obra que traduce fielmente nuestras convicciones, ideas y compromisos sobre el trabajo de esta Facultad y de la Universidad de Chile. Y es por eso que es un libro importante, un trabajo que también traduce sentimientos, porque solamente en este libro uno puede descubrir que Humberto  Maturana una vez fue poeta; también en un libro como éste uno puede encontrar que el profesor Navarro fue expulsado una vez de su liceo o que el profesor Quezada nació prácticamente dentro de la Facultad, al frente, en la calle Zañartu, o que nuestro querido amigo Jorge Pérez ha estado aquí porque dicen que está enamorado de la facultad.

Este es un libro que va mucho más allá de ese recorrido académico que está reflejado en un informe de nuestras contribuciones, en la reflexión sobre las tareas que tenemos que llevar a cabo, en lo principal, que es el espíritu fundacional,  el trabajo de creación, investigación y docencia. Pero aquí también hay sentimiento y eso es muy importante, porque traduce que hay una comunidad competente comprometida con su huella, con su presencia y su futuro. Es también una comunidad que se quiere, que aprecia las cosas que han logrado contribuir como personas  y muestra, por lo tanto,  algo que el profesor Campos indicó a los inicios de este acto, el sentimiento humanista que traduce este libro y que refleja el espíritu de esta facultad y ciertamente de la Universidad de Chile.

Entonces creo que en los días presentes eso es muy importante, cuando se nos dice que en realidad lo que nosotros hacemos es vender un producto, como una línea de producción a la que ingresan estudiantes y salen entonces profesionales y que en esa línea de producción tenemos que ser tremendamente eficientes en término de los insumos, para poder minimizar los costos; el tema de calidad no importa, de eso hablamos más tarde. Ello constituye una visión de mercado a la cual se nos empuja a querer competir con tantos otros que les gustaría ser un 10 % de lo que hace la Facultad frente a lo cual decimos que la Universidad de Chile es más que eso. Nuestra Universidad se resiste a este modelo, no porque estemos pegados en la historia, en el pasado de los honores, es porque tenemos una visión distinta de Chile, creemos que la universidad debe ser efectivamente una comunidad, porque tiene que formar médicos, abogados, ingenieros, que en esta institución recogen también un espíritu, una vocación, un ánimo de servicio público que no se crea en aquella cadena  de producción donde la distribución de los insumos sea al menor costo posible. 

Todo eso es bueno para producir pan, pero para formar profesionales, para forjar seres humanos, para alentar la sensibilidad que necesitan quienes tienen que estar en contacto, en su vida posterior, con el sufrimiento, la formación va mucho más allá de esta visión, limitada, cortoplacista e ineficiente de lo que es el trabajo universitario. Por eso me gusta estar acá, cuando se presenta este libro, porque a uno le permite meditar mucho más allá de lo que muchas veces lo hace, porque nos enfocamos en el trabajo académico puro, en el espíritu específico de lo que tenemos que hacer diariamente, para responder a las necesidades de la universidad y también de Chile y su pueblo. Este libro lo que refleja, lo que traduce, también es el espíritu de la universidad. Nos dice que también aquí hay sentimientos, hay compromiso, hay amor, hay pasión, porque todo es parte de la cadena de producción.

Para nosotros todo esto no tiene un precio de mercado, esto tampoco tendría un precio de mercado para nosotros, porque no se hace para buscar la rentabilidad, se hace porque sentimos que aquí hay un compromiso mucho más allá con nuestro Chile y con nuestros jóvenes, es un compromiso que podemos entender quienes hemos recibido en esta institución  esa inyección grande de sentimiento, de pasión, del querer aprender para también aprender a servir. Y es por eso que en nuestra universidad, que es laica, tolerante, una universidad diversa, tienen cabida todas las ideas y principios, para aprender también que los sentimientos no son excluyentes. Por esto, entre muchas otras razones, ésta es y va a seguir siendo la primera universidad de Chile. Gracias aparte por esta contribución. ¡Gracias! 

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