Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Celebración del Día del Bibliotecario.

(Transcripción)

Yo en realidad siempre me he preguntado por qué en una Casa de Estudios como ésta, donde nuestra tarea fundamental es precisamente estudiar, o tratar de buscar aquellos ingredientes que nos permitan construir nuestra verdad o nuestras verdades, por qué hay un día de la bibliotecaria o del bibliotecario, cuando en una casa como ésta todos los días deben ser los días de las bibliotecarias y de los bibliotecarios, porque son ustedes quienes administran el instrumental más importante y más precioso en nuestro trabajo, nuestro trabajo de búsqueda, de recopilación, de estudio. Ustedes administran tantos secretos a los cuales nosotros queremos acceder; ustedes administran muchas veces tantos sueños frustrados a los que no hemos podido acceder; pero ustedes al fin del día son también nuestro consuelo cuando uno no busca lo que quiere o cuando uno llega sólo hasta la mitad del camino de lo que soñó. Y es que la tarea del bibliotecario y de la bibliotecaria es muy particular, porque es una guía y no solamente quien conoce la distribución del material o el acceso a las páginas hoy día, sino además quien puede también inspiradamente aconsejar. Quien ha escuchado tanto de otros que han recorrido el mismo camino que uno, puede también dar un buen consejo. Y la experiencia con la bibliotecaria de mi facultad fue ésa. Ella sabía que ese camino ya se había recorrido antes y eso me permitía acceder a quienes antes lo habían hecho y, por lo tanto, acortaba mi propio camino. Por lo tanto, el trabajo de ustedes, créanme y es bueno que haya un día al menos para decírselo, es muy querido en la institución, es apreciado por lo que significa y por lo que ustedes significan. Ustedes son quizás de las personas en la institución que están más en contacto con los estudiantes y con los profesores. En consecuencia, ustedes participan plenamente de esa argamasa que permite que ésta sea una institución que vincula a maestros y estudiantes. Yo creo que de tanto tiempo de lectura, desde mis viejos tiempos en la Biblioteca Nacional, o acá en el propio Archivo nuestro y luego pasando por el trabajo en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, he podido tener una apreciación del carácter humano que envuelve el servicio de la persona que está detrás del mostrador. Y pude equipararlo también cuando estudié fuera del país o cuando trabajé fuera del país, en que ese contacto humano no existía; probablemente eran más rápidos y poderosos los computadores y, ciertamente, más iluminadas las estanterías y por cierto mucho mejor dispuestas las mesas de trabajo; pero faltaba ese elemento que es fundamental que es la persona y cuando una persona busca en medio de sus incertidumbres, quiere también encontrar al otro lado una persona que con una mirada generosa, una sonrisa, una ayuda, un consejo, una palabra le permita a uno seguir trabajando, probablemente, con mayor productividad que antes. Y es que el trabajo de ustedes tiene mucho de ese carácter humano, de esa palabra que es tan importante a mitad de camino, de esa sonrisa que a veces estimula tanto las cosas que uno hace y que muchas veces están en las propias inseguridades de uno, que muchas veces están en las propias incertidumbres, que muchas veces están en las propias penas de uno y que uno trata a veces de sumergirla en un libro, en una página de Internet. Pero detrás de todo eso están ustedes, y yo por eso quiero que siempre ustedes tengan esa sonrisa, porque la mejor atención a un estudiante es recibir la sonrisa y esa mano bondadosa que les aconseja, les inspira y a veces, en medio de muchas necesidades materiales, muchas veces un buen reemplazo es una sonrisa para explicarles que ya vendrá su momento.

Hemos hecho un gran esfuerzo en bibliotecas en la universidad, y yo me siento muy orgullosos de eso, del trabajo que realizamos en nuestro SISIB. Pero también he tenido oportunidad de inaugurar bibliotecas en Medicina, en Ingeniería, en Derecho, en Ciencias Químicas, en la Facultad de Ciencias Sociales, en muchas otras partes en la universidad, lo que muestra que nosotros hemos hecho una apuesta muy importante en lo que es la instalación y la infraestructura bibliotecaria, y yo espero, también, que el próximo año podamos concretar lo que vamos a hacer para la Facultad de Filosofía y Humanidades y es porque nosotros creemos francamente que un instrumento fundamental para poder avanzar exitosamente en nuestro trabajo es por medio de un espacio bibliotecario que sea efectivo, que sea productivo, que sea eficiente, pero que también sea humano y en esa última parte contamos con ustedes; el resto serán los mesones, las luces y los computadores, pero el corazón de la biblioteca realmente lo ponen ustedes y yo quiero que ese corazón siga latiendo fuerte, para que permita que el corazón de esta institución luzca siempre poderoso frente a cualquier cosa que se nos diga, porque es el corazón valiente, esforzado, tradición de la Universidad de Chile del cual ustedes son uno de sus ventrículos más importantes. Así que tengan un feliz día, y me alegro de haber estado con ustedes esta mañana.

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