Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Inauguración de la Exposición "Neruda: 30 años de ausencia".

(Transcripción)

Un funeral siempre es una cosa triste, y es más triste todavía cuando un funeral se debe realizar con sigilo y con miedo. Hemos querido recordarlo, y creo que el intento que aquí se está realizando tiene varios propósitos. El primero, es el de recopilar los hechos. En los días en que los chilenos nos enteramos cada vez con más horror de tantos hechos escondidos, éste es uno de los que ha estado escondido. Los medios de comunicación, tan buenos para poner en nuestras cabezas las cosas que les interesan, son tan malos para decir la verdad y para ayudar a que haya una reconstitución de hechos que nos permita entender qué pasó.

Lo segundo, es porque creo que esto ayuda de alguna manera a darle dignidad al desaparecimiento de una de las figuras cumbres de las letras de habla hispana.

Tercero, porque para esta Universidad es particularmente importante. Esos días esta Universidad ya estaba intervenida, esta Universidad ya había sido perseguida y clausurada en muchas de sus partes y sus académicos sentíamos miedo por la persecución, por lo que significaba la invasión y destrucción de nuestras bibliotecas, por el encarcelamiento y desaparición de muchos de nuestros académicos y colegas, estudiantes y funcionarios. Por lo tanto, no tuvimos el privilegio siquiera de ser invitados y de participar en un acto de alguien que era tan de la Universidad de Chile como Pablo Neruda. En consecuencia, este acto es para nosotros muy importante, porque repone de alguna manera nuestra presencia en lo que debió ser en esos días la presencia requerida de la Universidad de Chile en un acto de esa naturaleza y de esa significación para el país.

Probablemente este acto no va a lograr sanar la herida que queda en la sociedad chilena después de tanto crimen, de tanta persecución, de tanto odio escondido y explícito en esos días, pero creo que ayudará por lo menos a comprender y a explicarles a esos niños que están ahí que nuestra historia ha sido difícil y compleja, pero que justamente, como lo dijo el Presidente de la República el día de ayer, este acto no sólo permita mirar con la tristeza hacia el pasado, sino que nos permita mirar con un poco más de alegría y de esperanza hacia el futuro, y que éste sea hoy día aquí, en la Universidad de Chile, el inicio del Centenario de Pablo Neruda.

Muchas gracias.

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