Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia "Homenaje a Doña Isidora Zegers" que le rinde la Facultad de Artes.
Yo creo que este país fue un país afortunado. Entre tanta desdicha, cuando uno mira la historia, hay que destacar aquellas cosas que señalan que un país tiene, a veces, suerte. Y uno de esos hechos afortunados es que Isidora Zegers haya decidido, en su tiempo, quedarse entre nosotros. Como muy bien a dicho don Patricio (1), ella venía desde el centro del mundo donde tenía probablemente muchas más cosas que elegir; llegó a este país, pobre, recién conformándose como República, todavía en medio de inmensos marasmos derivados del proceso de organización institucional, pero aquí ella decidió iniciar una obra que ha trascendido en el tiempo y que ahora recordamos todavía, lo que ella hizo, lo que ella contribuyó, el legado que nos dejó. Fue Isidora Zegers protagonista, tal vez, de una de las décadas más fructíferas de la cultura y de la educación en Chile, la década de 1840, la creación de la Universidad de Chile, más tarde la creación de la Escuela de Artes y Oficios, luego la Fundación de la Escuela Normal de Preceptores, y una gran iniciativa, hacia fines de esa década, es la creación de liceos, donde se enseñaba a los niños el desarrollo preliminar de sus carreras profesionales. Fue una década brillante, cuando había un Estado comprometido con el proceso de educación, cuando se proyectaba la educación mucho más allá que la entrega formal de conocimientos para el desempeño diario, una educación trascendente, profunda, amplia, con una cultura que hoy día echamos de menos, y fue Isidora Zegers parte de eso, y podemos imaginarla, quizás, algún día dialogando con don Andrés Bello, u otro día con don José Victorino Lastarria, tratando de tantos temas, que probablemente tenían que ver con esto que don Andrés Bello identificó tan bien en el discurso inaugural de la Universidad de Chile: "No hay sociedad que pueda dar un salto hacia alguna parte si no da primero el esfuerzo que se necesita para profundizar y ampliar la educación y la cultura". Y ella hizo su aporte, que hoy día conocemos y trasciende las barreras del tiempo.
Yo creo que el lanzamiento de este disco (2) tiene desde luego el interés evocativo de su persona, de su obra, pero creo que es también una pieza histórica de fundamental importancia. Creo que todos aquellos que nos hemos dedicado alguna vez a pensar en la historia, encontramos en la música, precisamente, una de las manifestaciones más importante de los procesos sociales, políticos, económicos y culturales. Ella fue la creadora de un Conservatorio de Música, por lo tanto, fue también una docente, y en consecuencia, es también, probablemente, parte importante en su esencia, perteneciente a esta Facultad, y no es casual que esta Sala tan importante y tan histórica se llame "Isidora Zegers", y no es casual tampoco que esta Facultad tenga el empeño de seguir cultivando y cuidando su Biblioteca, porque pertenece a la Facultad y por pertenecer a ella, pertenece a la Universidad de Chile y desde luego a Chile.
Por eso quiero agradecer al Decano (3) y a todos quienes han hecho un esfuerzo y una contribución a esa tarea que es tan importante. Quienes tuvimos la oportunidad de ver esa exposición brillante en noviembre pasado, en la Casa Central, cuando pudimos ver en las paredes de la Casa Central estas hojas del álbum de doña Isidora, y realmente uno podía recorrerla con algún tiempo de reflexión, uno se da cuenta que está tratando con el legado de una mujer de proporciones mayores, de una mujer de proporciones mucho más allá de su tiempo y es posiblemente por eso que hoy día la recordamos y tenemos también fundadas tantas esperanzas para que sea el Fondo de Becas Isidora Zegers (4) el que permita a nuevas generaciones de músicos el poder desarrollarse. No olvidemos, vivimos en una sociedad tan materialista, en una sociedad tan cortoplacista, donde dependemos esencialmente de hechos muy a la vista, y donde cada cual cree que todas las cosas que valen son aquellas que tienen precios; no aquellas que tienen valor. Por lo tanto, hoy día la formación de artistas y el desarrollo de la cultura es mucho más caro, mucho más comprometido, mucho más en riesgo de lo que ha sido nunca. En consecuencia, nuestro compromiso como Universidad, es justamente apoyar más fuertemente aquello que es la parte débil de una sociedad que necesita fortalecerla: los valores del espíritu, los valores que contribuyen a la consolidación del humanismo, los valores que permiten poner de relieve lo que vale la persona y no solamente lo que ella representa, necesita un esfuerzo mayor, todavía, del que hacemos en la formación de nuevos artistas. Y por eso, esos niños y jóvenes que estudian con nosotros, necesitan una mano de ayuda, y creo que todos tenemos que comprometernos a darla, no sólo porque se trata de la Universidad de Chile, es porque en realidad, como corresponde, se trata del futuro de Chile, y del futuro de Chile en palabras mayores. Porque Chile no será el mismo si no hay artistas jóvenes, como este joven artista (5) que ha colaborado en este disco que escucharemos a continuación, y de tantos otros que yo he tenido el honor de conocer en esta Facultad; personas identificadas con su arte, matriculadas con la cultura, llenas del esfuerzo que necesitan para salir adelante en una sociedad que muchas veces no entiende que esas sean manifestaciones importantes y válidas.
Yo quiero felicitarlo Decano por esta iniciativa, y quiero desear que nos vaya muy bien para seguir adelante con este Fondo que esta Universidad y Chile tanto necesita.
Muchas gracias.
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Notas | |
1. | Sr. Patricio Tupper, familiar de Doña Isidora Zegers. volver |
2. | Durante la ceremonia se lanza el disco: "Isidora Zegers y su tiempo". volver |
3. | Prof. Luis Merino, Decano de la Facultad de Artes. volver |
4. | Fondo de Becas Isidora Zegers creado el año 2002. volver |
5. | Patricio Valenzuela, alumno de la Facultad de Artes el cual recibió en esta ceremonia el Premio de Excelencia Isidora Zegers. volver |