Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Inauguración del Primer Encuentro Nacional de Jóvenes Estudiantes de Educación Superior.

Primer Encuentro Nacional de Jóvenes Estudiantes de Educación Superior por la Prevención del Consumo de Drogas "CON-SUMO CUIDADO".

(Transcripción)

Quiero darles la bienvenida a esta Casa, que será la casa de ustedes, los que no son de acá, por dos días. Nos sentimos muy contentos de tenerlos acá, de albergar las discusiones, de albergar los debates y las propuestas que ustedes generarán en esta reunión.

Quiero felicitarlos, además, porque ustedes demuestran una cosa que es para nosotros en esta Universidad muy importante. Ser estudiante universitario o estudiante de la Educación Superior no es solamente como nos dicen muchos una inversión privada en que uno hace lo posible por aumentar su precio de mercado y entonces salir después a recuperar la inversión que uno hizo, esa es una manera pequeña e inadecuada de mirar lo que ocurre en el proceso de la educación y de la Educación Superior en particular. Ustedes muestran que ser estudiante implica una responsabilidad con el humanismo, con la preocupación por los demás, con la preocupación de los problemas que afectan al conjunto y no es solamente esta visión de anteojeras individualistas que todo es para uno y no para los demás, y nada justifica en esa visión que alguien haga algo simplemente porque quiere hacerlo y porque quiere entregar su tiempo y su esfuerzo. Eso es algo que no tiene precio, pero tiene un enorme valor, y para quienes tratamos de enseñar que hay diferencia entre precio y valor, lo que ustedes hacen tiene un significado muy importante para el trabajo universitario.

Y también un significado muy importante porque, como ustedes bien lo saben, el problema de la droga y el alcohol no es un problema exclusivamente médico, anatómico, fisiológico, también es una manera reducida de verlo, porque eso lleva a una solución, que es la solución menos óptima, la de poner al problema de la droga y el alcohol como una cosa que debe segregarse y en muchos países se hace ese tratamiento del problema, se toma a quien padece de esta desgraciada enfermedad para aislarlo, tratarlo y eventualmente recuperarlo, pero se toma como la manzana que no contamine al resto, sin embargo, lo que ustedes están haciendo, por el programa que han tenido la gentileza de hacerme llegar, es mirar este problema de una manera más integral. Aquí hay un problema afectivo social. Aquí hay un problema que tiene que ver con la capacidad de la sociedad de entregarle oportunidades a los jóvenes. Aquí hay un problema real de tener un sistema que sea menos una industria productora de profesionales o de gente que sale al mercado y más un sistema que sea efectivamente formador de personas. Aquí hay problemas que van mucho más allá de la cuestión estrictamente fisiológica, de la cuestión estrictamente médica, de los problemas económicos, de los problemas sociológicos, a todos estos problemas de la sicología social que nos invaden tanto. Y muchos dirán con cinismo: qué es lo que esperamos, si estamos en una sociedad globalizada y, por lo tanto, tenemos entonces que padecer los males que sufre la sociedad globalizada. Esa es una manera desvergonzada de ver un problema en el cual mucho podemos hacer, no sólo desde el punto de vista médico, de los tratamientos terapéuticos, de las alternativas que hoy día nos ofrece la ciencia, sino que mucho podemos hacer desde el punto de vista de atender los problemas de las personas, de tener un sistema de educación que sea más justo y que le dé efectivamente oportunidades a las personas, que cree oportunidades en nuestra sociedad, porque todas esas cosas suman y se traducen en espectáculos tan desgraciados como los que acabamos de ver en ese diaporama.

Hoy día hay otra estadística oculta, la tasa de suicidios de jóvenes y particularmente la tasa de suicidios de jóvenes en la Educación Superior. A nosotros ese es un tema que nos preocupa también profundamente, porque aquí esto no tiene que ver solamente con la decisión individual de alguien que enfermo lo hace, eso tiene que ver con todos nosotros, y creo que esta reunión en la que ustedes participan es tremendamente importante por eso, por el ejemplo que dan, pero también por la capacidad de poder reflexionar sobre este problema en un sentido amplio. Aquí hay una gran disponibilidad en las universidades para investigar sobre estas materias, pero necesitamos las preguntas con precisión, las preguntas tienen que ver con los problemas de comunicación, tienen que ver con los problemas de oportunidades, tienen que ver también con los problemas de la inserción familiar y con tantos otros aspectos que muchas veces desconocemos cada uno de nosotros preocupados de sus propios metros cuadrados sin mirar al resto. Muchas veces los profesores cometemos la equivocación de sentirnos solamente una pieza en el proceso de producción y no ser el maestro afectivo que se necesita muchas veces para poder apoyar a un joven que tiene un problema que probablemente lo puede llevar a la droga o al alcohol.

De manera que esperamos las preguntas de ustedes. Creo que si el día de mañana tenemos un listado de cosas que habrá que mirar, no sólo digo desde el punto de vista médico, de los farmacéuticos, de nuestros químicos, de todas las especialidades que tienen que ver con la ciencia, eso está muy bien, pero también preguntas para nuestros sociólogos, para nuestros expertos en políticas públicas, para nuestros antropólogos, nuestros sicólogos sociales, para nuestros economistas, porque este es un problema que no se trata solamente con la buena voluntad y de las declaraciones, es un problema que se trata llegando a donde está su raíz, y la raíz hay que descubrirla y eliminarla, y en eso el trabajo que ustedes hacen es fundamental, porque ustedes están donde el problema ocurre ya que muchas veces nosotros no estamos capacitados para verlo. Nosotros vemos como el problema crece y empezamos a buscar culpables y a aventurar hipótesis, pero no sabemos efectivamente qué debemos hacer para atacarlo con sinceridad, con efectividad y probablemente también con una ejemplificación de esta experiencia hacia los tiempos futuros.

Los felicito, yo sé que ahora tienen que ir a trabajar, esperamos que ese trabajo sea productivo, eficaz y produzca ideas, porque en esta Universidad siempre creemos que lo más importante son las ideas, las fuerzas, su proyección y su capacidad de convencer.

Gracias por estar acá y gracias por acompañarnos.

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