Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Titulación de la Carrera de Ingeniería Comercial.

(Transcripción)

En estas ceremonias siempre es conveniente (quizás es el rol del Rector cuando asiste a ellas) el reflexionar un poquito sobre su significado. Esta Universidad no es una fábrica de profesionales, ni es tampoco una Institución que saca meramente las cuentas del lucro que se hace al final de cada etapa. Esta Universidad, como bien se ha dicho, está destinada a producir conocimiento para Chile. Y ustedes son, en ese sentido, el aporte que esta Universidad hace, desde esta perspectiva del mundo de la economía y la administración, hacia el Chile que esta Universidad ha ayudado a construir a lo largo de toda su historia.

Este Salón de Honor ha estado aquí por poco más de 130 años, y han sido muchos los rectores que se han dirigido a muchos titulados de las distintas escuelas de esta Universidad, y que han ido luego allá afuera a aportar a Chile. Y muchas veces quizás se ha dicho, que la responsabilidad primera de un profesional de la Universidad de Chile es el servicio al país. Y que esa responsabilidad se debe llevar a cabo con la competencia, con los talentos, con la inteligencia que ustedes tenían cuando llegaron a nuestras aulas, pero que ustedes con nosotros han entrenado, han perfeccionado, han direccionado hacia la problemática que hoy enfrentarán como profesionales. Son ustedes, ahora, parte de esa gran línea histórica que ha constituido el trabajo de esta Universidad por 160 años, y que se seguirá proyectando en el futuro (aunque a muchos no les guste) por otros 160 años más. Porque con ustedes, con las nuevas generaciones, con su esfuerzo, con su aporte, esta Universidad se seguirá consolidando como la primera institución académica del país.

No les quepa duda: ser los primeros siempre tiene costos y beneficios. Parte de los costos significa estar siempre bajo ataque, porque para muchos, dar el salto para llegar a la Universidad de Chile no es posible, por lo menos dentro de un tiempo finito, y entonces, lo mejor es tratar de "chaquetear" a la Universidad de Chile, es tratar de bajarla del pedestal donde está y la ha puesto el país: es atacarla, y no trepidar en nada muchas veces para decir que la Universidad, probablemente, no es la Universidad que el país por generaciones ha creído que es. Es el costo de ser los primeros. Pero aquí estamos dispuestos siempre a mostrar con índices, con producción, qué es lo que somos y qué es lo que hacemos. Somos, como en el caso también de nuestra Facultad (1), los primeros en materia de docencia y de investigación. Somos la primera Universidad y nos sentimos orgullosos de eso. Tenemos a los mejores académicos del país en nuestras aulas, y vamos a seguir trabajando para poder consolidar eso y progresar cada día más en esa línea. Ustedes deben, muchos de ustedes, hacer un aporte a eso, porque seguramente muchos también se sumarán a la tarea del trabajo académico aquí o en otras partes.

Ustedes egresan en un minuto muy importante para Chile. Esa es parte de una reflexión que también debemos hacer. Aquí no es que vayan a seguir ocurriendo cosas. Ustedes pueden marcar el cambio importante que debe ocurrir para que las cosas sigan los destinos que todos queremos buscar: un país mejor, un país con un mejor estándar de vida, un país que hoy día tiene que competir con el mundo, un país que hoy día se integra efectivamente al mundo, un país que tiene un enorme reto de crecimiento de productividad, un país que tiene un enorme reto social, un país que tiene profundos retos económicos. Entonces ustedes, preparados para ser líderes, preparados para conducir y para crear, no para ser seguidores, tienen hoy una responsabilidad importante que hay que empezar a cumplir, y en la cual nunca nadie se olvidará que ustedes tienen una marca de fábrica que se llama Universidad de Chile. Nosotros esperamos que esa marca sea por ustedes protegida, y que eso permita, entonces, engrandecer también a la Institución, junto con engrandecer vuestro trabajo, vuestro aporte y la contribución al futuro de Chile.

Por eso, en esta reflexión, ustedes deben llevarse responsabilidades. Quizás la primera -ahora profesionales de la Universidad- es mostrar la mayor competencia en su trabajo, es mostrar la mayor dedicación en lo que hacen, es mostrar liderazgo, mostrar capacidad de convencer, capacidad de crear, capacidad de aprender permanentemente. Ustedes no están hechos para sumarse al montón de los mil Ingenieros Comerciales -con ese título- que hoy en este año, probablemente, también andarán con otros "cartones" de un poco menos valor que éste por las calles.

Ustedes también tienen la responsabilidad importante de marcar la diferencia no sólo en competencia y liderazgo. Ustedes deben, como aquí se ha dicho, marcar la competencia de ese sello distintivo del profesional de la Universidad de Chile, en donde también importan valores como la solidaridad y el humanismo. Ustedes deben mostrar, también, junto con la competencia, la capacidad de ganar y hacer ganar, la capacidad de producir productivamente, la capacidad para darle cabida a la persona, a los valores que se han disgregado, se han perdido un poco en nuestra sociedad, pero que nosotros también tenemos respecto a eso una responsabilidad que cumplir. Esa es una responsabilidad innegable y un sello distintivo importante, definitivo, de quien egresa de esta Casa de Estudios.

También, ésta es una Casa de Estudios a la cual hay que defender. Se defiende de muchas maneras; primero, haciéndolo bien allá afuera. Cada paso de ustedes, es un paso que se siente en favor de la Universidad que los formó, que los educó, que los ha acogido hoy como hijos de la Institución. Aquí no sólo se aprende economía, administración, estadística, sino que también se aprende a ser persona y se aprende a teñir el corazón de los colores institucionales. Esa es una responsabilidad que asumimos para defender esta Casa allá afuera, porque defenderla es también defenderse ustedes mismos y su futuro.

Y finalmente, la responsabilidad más importante en el mundo de hoy, en la sociedad del conocimiento: nadie se va de la Universidad sin volver a ella. Los problemas cambian hoy con tanta rapidez como cambian las respuestas, como cambian las explicaciones, como cambian las ideas. Eso hay que venir a contarlo a la Universidad, y hay que venir, quizás, a pedir explicaciones nuevas sobre los viejos temas con las viejas soluciones, que tendrán, por cierto, nuevos enfoques y nuevos paradigmas en los años que vienen. Para legarle un mejor futuro a sus hijos y a los hijos de esta patria, ustedes tendrán que volver muchas veces a levantar las preguntas que nosotros necesitaremos para poder empezar a pensar en las respuestas, porque esta Universidad ha vivido siempre sobre la base de crear para producir nuevo conocimiento. Nosotros no somos máquinas repetidoras. Nosotros esperamos que el trabajo universitario y el de los académicos, que aquí están, sea el trabajo pensante de quienes están haciendo las nuevas propuestas. Eso depende mucho de ustedes, siempre serán esperados en su Casa, donde las puertas estarán abiertas para ustedes, cuando sea, porque siempre serán aquí bienvenidos.

Que tengan mucha suerte, mucho éxito en su desempeño futuro y en su vida.

Muchas gracias.

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