Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Reunión con los mejores Puntajes de la PAA del Instituto Nacional.

(Transcripción)

Señor Rector (1 ) del Instituto, gracias por la invitación. Ésta es una invitación a celebrar. A celebrar a esos jóvenes que conversan alegres luego de las horas de tensión, de espera, de haber dado la Prueba el 16 de diciembre y los días siguientes, hasta la publicación, a partir de las doce de la noche, del puntaje. Nosotros tenemos, en primer lugar, la obligación de venir a saludar al Instituto. En primer lugar, porque la Universidad de Chile surgió desde este Instituto, y fue Ignacio Domeyko quien decidió tomar los cursos superiores del Instituto Nacional y adscribirlos a la Universidad de Chile, dando origen a las carreras que hoy -varias de ellas- todavía están presentes. Tenemos, además, el sentimiento de estar al lado; a veces con algunas disputas de espacio, cada vez menos, pero sentimos una cercanía física con el Instituto, que muchas veces en las tardes difíciles se pueden, de alguna manera, compartir con una taza de café en la oficina de cualquiera de nosotros.

Pero lo más importante es que la Universidad de Chile y el Instituto Nacional, tal y como la Universidad de Santiago de Chile, compartimos una vocación de pertenencia pública. Nosotros somos la cabeza del sistema de la educación pública chilena y estamos dispuestos a defenderla. Y defenderla significa, sobre todo, hacerlo bien. No significa defender a la educación pública rayar los muros, o poner letreros injuriosos, o tratar de conquistar un titular en un periódico. Defender a la educación pública es lo que hace este Instituto, lo que hace la Universidad de Chile, lo que hace la Universidad de Santiago de Chile: hacerlo bien. Es tener buenos estudiantes, es tener buenos profesores, buenos académicos, buena investigación; porque lo mejor es una educación pública que sea capaz de servir a Chile. Y este Instituto ha servido a Chile desde sus orígenes, y es por eso que estamos celebrando a estos 28 Puntajes Nacionales. Pero es más que eso. Es más que eso porque detrás de estos 28 puntajes hay un puntaje promedio del Instituto que es extraordinariamente elevado, y que garantiza que la mayoría de los estudiantes egresados van a tener un lugar en las universidades del Consejo de Rectores.

Para nosotros, sin embargo, motivo un poco de tristeza: hoy en la mañana dimos cuenta de los resultados generales que dicen que un 60% de aquellos estudiantes que vienen de los colegios municipalizados, no alcanzan el puntaje mínimo para poder postular a una universidad tradicional. Considerando, además, que sólo la mitad de aquellos estudiantes egresados de los colegios municipalizados rinden la Prueba de Aptitud Académica. O sea, significa que solamente un 20% de los estudiantes de colegios municipalizados pueden llegar a las universidades del Consejo de Rectores. Y en el sector privado, más del 80% de los estudiantes pueden llegar a estas mismas universidades. Ésta es la brecha, la inequidad en calidad que hemos estado denunciando durante tanto tiempo y que es necesario priorizar desde el punto de vista de política. Aquí no bastan las respuestas superficiales, no bastan los anuncios, sino que basta poner más recursos para poder brindar igualdad de oportunidades. Juan Luis Moya, por ejemplo: el Puntaje Nacional más destacado de este año, es un joven de este Instituto que vive en la comuna de Pudahuel. La pregunta es, ¿cuántos jóvenes que vienen de la comuna de Pudahuel, o de La Pintana, o de Cerro Navia, o incluso de Santiago, pueden llegar hoy a las universidades? ¿cuánto estamos perdiendo de capacidades simplemente porque, como sociedad, no estamos hoy haciendo una apuesta a la gente joven capaz?

Yo creo, señor Rector, que esta celebración tiene que ser también un minuto para reflexionar sobre lo que falta hoy en Chile para que exista igualdad de oportunidades en el acceso a la educación. Nosotros, los que estudiamos bajo otras condiciones, y que nunca habríamos podido haber sido universitarios si no hubiese existido ese malogrado Estado -que muchas veces hoy es vilipendiado como la causa de los males- hoy día en un ámbito distinto, en una realidad diferente, creo que celebrar a estos 28 puntajes es también el momento para celebrar la partida de un programa que signifique recuperar la educación pública, para que la clase media y los pobres tengan las oportunidades que ponemos en el papel, pero que generalmente no ponemos en los actos de Gobierno, ni el las legislaciones, ni en las decisiones que se toman.

De manera, señor Rector, que estamos muy contentos celebrando. Pero al mismo tiempo, muy contentos por hacer este llamado a pensar en todos aquellos que no tienen los rostros sonrientes de los jóvenes del Instituto Nacional, sino que tienen el rostro triste porque se dan cuenta que la cuna evitó que llegaran a estudiar a una universidad. Esa frustración no puede seguir siendo la frustración de los chilenos. Esa frustración no puede seguir siendo lo que marca el desarrollo del sistema universitario chileno. Eso hay que corregirlo. Para eso hay que tomar decisiones y para eso es importante, cueste lo que cueste, brindarles las oportunidades a los jóvenes que están en los colegios municipalizados.

Yo por último, señor Rector, quisiera hacerle entrega de un "disquete" que contiene la información de todos los puntajes del Instituto Nacional, para que usted lo tenga, para que ustedes los analicen y utilicen como corresponde. Esa es una modesta contribución, también, a esta celebración tan justa, tan digna, pero al mismo tiempo que debe ser tan comprometida del Instituto Nacional en sus resultados para Chile, en sus resultados para su futuro y en los resultados que tiene para nuestra juventud.

Muchas gracias.

 

Notas
1. Prof. Sergio Riquelme. Rector del Instituto Nacional.
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