Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de premiación a alumnos de proyectos del "Fondo de Desarrollo Institucional".

(Transcripción) 

Mi tarea, primero, es darles la bienvenida aquí a esta Casa, a este Salón que representa tanto en la historia de la Universidad y en la historia de la educación en Chile. En segundo lugar, manifestarles lo contento que estamos que esto ocurra. En primer lugar, porque estamos iniciando la semana de los 160 años de la Universidad de Chile. Y esto también, por lo menos para nosotros, constituye parte importante de las celebraciones, el tener a jóvenes que piensan, que proyectan, que crean, que sueñan, y premiarlos por eso es una señal muy pertinente que da el Ministerio de Educación en torno a las cosas que se hacen en las universidades. Y en segundo lugar es, precisamente, también para manifestar nuestra alegría de que exista un mecanismo por el cual, efectivamente, los proyectos de los jóvenes puedan ser estimulados.

Yo creo, que ha predominado tanto en nuestra sociedad esta idea de que los jóvenes "no están ni ahí", de que los jóvenes no participan, de que los jóvenes no hacen nada, de que los jóvenes están imbuidos de una cultura de dejar hacer y no crear, que esto me parece a mí un trascendental y fundamental desmentido de todo aquello. Me he informado del alto número de proyectos que han participado -de nuestra propia Universidad muchos de ellos- y del número de proyectos que se premian como los mejores, y creo que es una señal, justamente, para desmentir aquello y también para promover, dentro de las universidades, en nuestros jóvenes, en nuestros estudiantes, la idea de que crear es importante y debe ser premiado y reconocido.

Y en tercer lugar, para decir que es muy importante, también, que existan los espacios de libertad para crear. Nosotros en esta Casa no admitimos las censuras, ni los puntos de vista previos, ni la penalización sobre las cosas que se consideran "más convenientes o inconvenientes". Creo que este sistema competitivo, donde hay quienes juzgan los proyectos, quienes leen sobre ellos y sobre su valor intrínseco, es algo que permite premiar, también, la libertad de expresión. Y si hay algo tan importante que debemos defender en Chile desde las universidades, y particularmente a través de las acciones de sus jóvenes, es, precisamente, la libertad de expresión que no admite ningún tipo de vocabulario, ni de principios, ni de dogmas que lo interfieran. A mí me parece que este concurso ha ido abriendo, y debe seguir abriendo, los espacios para que los jóvenes se manifiesten. Eso es crear, verdaderamente, una cultura participativa y una cultura que profundice realmente en el corazón de nuestros jóvenes.

De manera que yo quiero, para finalizar estas palabras, felicitar al Ministerio de Educación por esta iniciativa, por haberla concretado. Y decirle que todos esperamos que sigamos adelante con esto, porque es tan importante premiar la excelencia, premiar la creación, premiar la calidad. Como es importante, también, el de reconocer a nuestros jóvenes los espacios que se merecen y que necesitan para que aporten al país, a las universidades, al desarrollo de una participación juvenil en nuestros problemas, en nuestras decisiones, en nuestros sueños, en nuestros desencantos.

Nuevamente bienvenidos a todos ustedes a esta Casa, que es la Casa de Chile y es, por tanto, la Casa también de todos ustedes.

Muchas gracias.

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