Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de lanzamiento del libro "Imaginario de la Universidad de Chile".

Producción de los alumnos Juan Carlos Almonte y Bernardo Aguilera de la Facultad de Medicina.
(Transcripción)

Yo venía a escuchar, pero cuando María Eugenia (1) me pidió que dijese algunas palabras al final -no un resumen por cierto-, me decidí a aceptar. Por una razón: porque yo encontré los tres comentarios tremendamente inteligentes y provocativos, lo que muestra la capacidad que hay en esta Universidad, efectivamente, para mirar temas desde perspectivas muy distintas, decir algo coherente y sacar de eso una lección.

Yo recibí este libro anteayer y lo llevé ayer a mi casa. Cuando mi esposa me preguntó si este libro era de estudiantes de la Universidad, le dije que sí. Me preguntó de qué Facultad. Yo le dije no lo sé, me parece que de Artes. Me despertó la curiosidad y estuve bastante rato en la noche mirando el libro. De partida, ahí descubrí que no era un libro de estudiantes de arte. Y me sorprendió tanto como la primera vez que vi la obra de teatro de la Facultad de Medicina que se llama "Quiebra espejo", en que vi a nuestros futuros médicos como actores. Me sorprendió mucho esa sensibilidad de estudiantes de medicina por tocar el arte, por tocar otras manifestaciones humanas aparte de las físicas y síquicas que, ciertamente, les preocupan desde el punto de vista de su especialidad. Y aquí me di cuenta de la especial sensibilidad que se refleja en esas fotos, porque, como muy bien lo ha destacado el Prof. Subercaseaux (2), son fotos de una alta calidad y que envuelven imaginación. Imaginación que yo reconozco no tener para tomar fotos, porque las mías son muy directas y quizás burdas, y las de ellos transmiten algo, que, ciertamente, creo que es el primer mensaje importante de este libro: otorga la libertad, a quien lo examina, a quien lo hojea, para concluir sobre el como quiera. Y eso es muy importante, porque el mismo rincón de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, las mismas columnas de la Facultad de Medicina, el mismo perro, supongo yo, en la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, dicen cosas muy distintas a quienes pueden examinarlo, y mensajes muy distintos respecto a lo que eso contiene, a lo que eso significa. Es una mirada interesante a la Universidad, pero hecha con una gran calidad artística que yo realmente no soy capaz de replicar; pero sí, creo, soy capaz de admirar.

Pero hay otro mensaje importante en el libro y también lo ha destacado Lucia Invernizzi (3) y Ennio Vivaldi (4): el tema de la diversidad. Nos muestra cuan distinta es nuestra Universidad mirada desde sus distintos rincones; y claro, están las salas señoriales, y están las salas más pobres, está el microbús viejo de la Facultad de Filosofía y Humanidades, y ese Mercedes Benz en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas que puedo apostar que no es de un profesor de dicha Facultad, sino seguramente de un invitado a algún acto institucional. Pero son las contradicciones de esta Institución, una institución que tiene rincones oscuros y rincones iluminados, frontis hermosos y frontis feos, salas grandes y salas pequeñas: espacios distintos. Pero creo que eso es muy rico para, como muy bien decía Bernardo Subercaseaux, señalar que en realidad estas son muchas casas de estudios en el marco de esta gran Casa de Estudios que llamamos Universidad de Chile.

Yo creo que el mensaje de diversidad es importante acogerlo, porque junto con reconocer la diversidad y por respetarla, se evalúa un principio que es muy importante: el principio de la democracia; el principio de entendernos como somos, de respetarnos como somos, y un rincón oscuro significa tanto, y de valor para nosotros, como el rincón aquel que está iluminado. Y algo, de hecho que significa tanto para nosotros, como aquel perro que esta con una mirada triste al lado de la reja de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias. Creo que este es el segundo mensaje importante. 

Y el tercero, es el llamado a la imaginación. Creo que detrás de cada una de estas fotografías, efectivamente uno puede preguntarse ¿y qué me quiso decir ahora Diego o Juan Carlos con esto? ¿qué es lo que efectivamente implica? Porque, a quienes no han visto el libro, éste no se trata de una colección de fotografías que tiene un pie de página como esos folletos turísticos, que dicen abajo este es el frontis de la Universidad de Chile, tomada la fotografía a las 20:30 horas del día 14 de noviembre. O sea, no hay nada y, por lo tanto, es una página que se abre ante uno y le deja imaginar qué nos ha querido decir. Después de examinar todo esto, cerré el libro -tarde ya- y llegué a una conclusión: el mensaje después de toda esa diversidad, después de toda esa muestra tan dispersa, tan “na que ver”, tan, yo diría, rica y variada, ello nos muestra que existe detrás de eso una sola cosa, que es una gran Institución.

El imaginario, en mi opinión, a que nos llama, es justamente a concebir una Universidad de Chile y justamente "una" Universidad de Chile detrás de toda esa variedad, detrás de toda esa diversidad, con sus rincones oscuros, sus rincones iluminados, sus fachadas grandes y hermosas, sus fachadas pequeñas y feas: es la Universidad, y ello nos muestra que con eso somos uno solo. Somos quizás muchas casas, pero integradas bajo un solo techo, bajo esta gran Alma Mater inmortal. Creo que ese es el mensaje importante. Y yo me siento muy reconfortado que venga de estudiantes de la Universidad, que desde su rincón, allá en Independencia, han mirado el resto y nos han mostrado de que somos uno solo.

Muchas gracias.

 

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Notas
1. Prof. María Eugenia Horvitz, Directora de la Dirección de Bienestar Estudiantil.
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2. Prof. Bernardo Subercaseaux, Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
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3. Prof. Lucía Invernizzi, de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
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4. Prof. Ennio Vivaldi, de la Facultad de Medicina.
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