Discurso Rector de la Universidad de Chile, profesor Luis A. Riveros Transmisión del Mando Decano Facultad de Derecho.

Esta ceremonia de asunción del nuevo Decano en una Facultad de la Universidad de Chile, sirve siempre como instancia para examinar el camino recorrido, pero por sobre todo para mirar hacia el futuro en el ánimo de diseñar las acciones que parezcan mejores para enfrentar los desafíos que se presentan a la institución. También es una oportunidad para agradecer especialmente como en el caso de esta Facultad de Derecho en que hay un Decano que termina su mandato y con ello se van varias de sus autoridades acompañantes, que dieron forma a una gestión, realizaron un esfuerzo que debe reconocerse, y aportaron a ese flujo histórico sublime que ha construido y reconstruido tantas veces el alma y la tradición de esta portentosa escuela. Quiero pues partir por agradecer el esfuerzo desplegado por el decano señor Antonio Bascuñan por poner al día a nuestra escuela frente a su historia y a su futuro, y muy especialmente también por su apoyo en cuanto a la gestión superior de la Universidad.

Enfrentamos un cúmulo de desafíos que provienen de desarrollos externos. Por una parte, derivados de un mal diseñado sistema de educación superior, sujeto a leyes del mercado que no han de funcionar apropiadamente sino existe verdadera acreditación de calidad por parte de las distintas instituciones, y una transparente información a los usuarios, las familias y los futuros estudiantes. Hoy crecen en número escuelas de derecho por todas partes, sin existir exigencias en materia de acreditación, y contribuyendo más bien a una deformación creciente en la oferta de profesiones, creando una serie de expectativas que se están estrellando con la realidad ocupacional en el desempeño profesional. No es posible que se siga aludiendo en carácter de logro a este desarrollo observado, puesto que se deja de lado el esfuerzo por constituir instituciones que brinden una formación de calidad, y en donde, para hacerlo, predomine la excelencia académica. En Chile se forman 6 ó 7 profesionales por cada técnico, y no se ha remediado tampoco esta situación, la cual representa efectivamente un orden inverso al existente en el mundo con el cual deseamos competir y al cual deseamos integrarnos. Esto muestra que el desarrollo del sistema, y la multiplicación de la oferta profesional, se deriva en gran medida de incentivos y políticas mal diseñadas; indica que se deben revisar los criterios existentes en materia de apoyo institucional, y que se debe urgentemente acelerar todo esfuerzo destinado a constituir un aparato serio de acreditación institucional y profesional.

En esta materia reside una amenaza importante para instituciones que privilegian la calidad, en la forma de una vinculación más activa de la docencia con la investigación, donde las exigencias van acordes con el ánimo de fortalecer cada vez más la excelencia académica , y en donde hay un esfuerzo por constituir posgrados de jerarquía, y no solamente basados en el ánimo de generar recursos derivados de aranceles.

Por otra parte, nuestra Universidad sigue enfrentando problemas en cuanto al cumplimiento efectivo de su misión, en ausencia de una política de financiamiento que sea consonante con la misma. Se nos empuja cada vez con más énfasis a operar sobre la base de las fuerzas de mercado pero se nos restringe para aplicar las políticas que debiéramos -si se sigue estrictamente ese predicamento- en materia de aranceles y política de personal. La inversión que necesitamos debe procurarse con nuestro presupuesto anual e ingresos propios, aunque con ello estamos generando capital para el propio Estado de Chile, dueños estrictamente de la propiedad universitaria. Nuestros afanes de expansión se topan con las políticas restringidas que existen en materia de crédito universitario, y que decir con las necesidades de formación de nuevo personal docente y académico, que debe enfrentar restricciones de presupuesto, llevando al sistema en su conjunto a disminuir su estándar de calidad.

Se nos acusa -por parte de algunos- de llorar por recursos y estar esperando por las soluciones. Otras versiones consisten en acusaciones de hacer negocios o negociados para financiar nuestra actividad. Sorprendentemente, estas son las ideas que postulan altos personeros del gobierno. El nuestro no es un llanto por recursos, ni se postula en la posición cómoda que nada hace para lograrlos por sí solo: Es más bien una demanda por políticas, por definiciones, por criterios que deben venir a partir de la autoridad sobre la base de un objetivo que se busque y de un camino que se elija. La lectura del "llanto" es una lectura superficial y ofensiva: postulamos más bien la demanda por definiciones respecto a nuestro quehacer como institución del Estado que somos. Nos parece que no ha existido pronunciamiento ni cambio de política a este respecto; lo hemos planteado en muchas oportunidades. Por lo demás, sin embargo, los esfuerzos por salir adelante a pesar de este estado de cosas son evidentes en toda la Universidad de Chile, y nos mantenemos a la vanguardia del sistema universitario no por gracia de nada o nadie, sino por nuestro trabajo para enfrentar proactivamente el escenario que se nos presenta; esta escuela es un claro ejemplo de ello cuando se han ordenado y redefinido las políticas de desarrollo y modernización del pregrado, se ha dado un impulso notable al posgrado, se ha alentado el desarrollo de programas de investigación y apoyo a la docencia, se ha renovado en mucho nuestro quehacer académico. En toda la Universidad de Chile se generan más y más doctorados; crece nuestra participación en todos los sistemas concursables de investigación; somos la primera Universidad, la que ha tenido mayores avances en los últimos años en cuanto a puntajes de ingreso y la que muestra resultados más sólidos en materia de investigación científica y tecnológica.

No hacemos ningún tipo de negociados, porque somos una Universidad con clara percepción de su misión: somos una institución Nacional y Pública, cuyo norte es el servicio al país y sus grandes desafíos; no estamos aquí para generar utilidades, ni para poner nuestros empeños en un enfoque economicista del quehacer académico. Seguiremos siendo una Universidad que realiza su labor con sentido de compromiso con la sociedad chilena, y no pretenderemos nunca instaurar a la ganancia como un criterio para definir nuestras actividades y los alcances de nuestro trabajo.

Seguiremos, sin embargo y pese a todo, insistiendo en que Chile necesita una política de educación superior que privilegie no cantidad, sino calidad y equidad. El sistema está sufriendo una crisis en cuanto a estos dos últimos aspectos, lo cual debe corregirse urgentemente, puesto que ya han transcurrido más de dos décadas en la practica de definiciones que necesitan revisarse, y cuyos resultados están bajo cuestionamiento. Seguiremos también postulando que el financiamiento de las universidades complejas del país -aquellas que ponen el acento en investigación y posgrado- precisan de instrumentos distintos de financiamiento, que destaquen nítidamente aquellos aspectos que al país interesa estimular. También sostenemos que el financiamiento estudiantil necesita revisarse de manera muy profunda, para así evitar que la inequidad siga siendo un factor que restringe el que los buenos estudiantes se formen en las instituciones de calidad que merecen y que Chile no desperdicie tanta capacidad joven, tanto talento, que no tiene por desgracia la fortuna de contar con los recursos suficientes.

He planteado estas ideas porque me parece que están al centro de los retos que enfrenta esta escuela, como una de las más representativas del desarrollo de la Universidad de Chile. Y es también representativa en cuanto a los retos que se nos presentan en materia de desarrollo profesional y trabajo académico, en un mundo que requiere respuestas distintas a las de antaño. Hoy, nos parece que la demanda por profesionales es altamente consistente con la idea de mayor transversalidad formativa; es decir, se requiere profesionales con una visión amplia de sus temas, de sus disciplinas, para así lograr un desempeño acorde con el mundo transnacional y transdisciplinario que enfrentamos. Aquí hay un reto muy importante en materia de diseño del pregrado, aspecto que tiene que ver con la responsabilidad por mantener nuestro liderazgo en la producción de los mejores profesionales del país, cuando los retos que este enfrenta tienen que ver con el mundo y el nuevo conocimiento. Habrá que continuar en los esfuerzos de reforma en las mallas curriculares, para así integrar más conocimiento y nuevas formas de desarrollo de nuestros estudiantes, acercándolos más a la investigación y la creación, que son los ventajas comparativas que nuestra Universidad debe ejercer para formar los líderes del mañana.

Enfrentamos el reto del posgrado, puesto que la Universidad debe convertirse en la efectiva acreditadora de un sistema que no cuenta claramente con un mecanismo que acredite calidad a un mercado cada vez más complejo, como también desorientado frente a una oferta poco específica y calificada en sus características de calidad. Los programas internacionales que se han auspiciado desde esta facultad, como el propio doctorado en derecho y otros programas que se han puesto en marcha, deben constituir factores cruciales en la búsqueda de la expansión futura de la escuela, para así dar también mejor respuesta a los problemas que nos plantea Chile y su futuro.

Los retos de mayor transversalidad disciplinaria -mayor interacción en las otras facultades de la Universidad- mayor profundización y extensión de la investigación aplicado a la docencia y la innovación de ésta; mayor profundización y extensión de nuestros programas de posgrado, y mayor internalización en todos nuestros programas, son los temas más fundamentales para el período que viene. Todo debe moverse en forma concordante con estos ánimos que deben seguir alentando el desarrollo de esta gloriosa escuela en los años que enfrentamos.

Existe un cimiento bien definido para ello. El trabajo desempeñado por el decano Bascuñan debe ser reconocido, al haber echado las bases de reformas importantes en las materias mencionadas. A él debemos un agradecimiento sincero porque ha puesto todo su empeño en cumplir con un programa ambicioso de transformaciones que aseguran el desarrollo futuro de la escuela y su entrega formativa. Por nuestra parte, hemos cumplido el compromiso en los pasados cuatro años, de reponer a la escuela de derecho un presupuesto justo y acorde con su situación en la Universidad y las decisiones del Consejo Universitario en esta materia han sido consecuentes y tienen resultados importantes en cuanto a las acciones aquí observadas.

El nuevo decano, profesor Roberto Nahum, enfrenta pues un desafío importante, cual es el de continuar poniendo nuestra escuela en el contexto de modernización y alta calidad académica que hoy se precisa. Existe un terreno fértil desde donde avanzar; la escuela incluso ha tenido éxito en sus proyectos destinados a obtener recursos de fondos competitivos, donde le hemos apoyado y seguiremos apoyando con lo mejor de nuestras competencias. Pero queremos que el salto sea aun mayor; para ello tendremos que trabajar juntos para poder ampliar la planta física, interactuar con otros organismos académicos en la implementación de otros y más innovativos programas docentes y de investigación. Tendremos también que producir una sinergia importante con nuestros egresados, a la vez que con las demás comunidades académicas, que observa a esta escuela con el legítimo orgullo a que da lugar su enorme tradición y peso en la historia universitaria y nacional.

El nuevo decano señor Nahum, contará con todo nuestro apoyo para seguir adelante en el cambio curricular que se necesita, como asimismo en el desarrollo de los programas académicos que en investigación y posgrado resultan un instrumento vital para el desarrollo y el posicionamiento de nuestra escuela.

La Universidad de Chile está cumpliendo este año 160 años de gloriosa historia al servicio de Chile, de su juventud y de su desarrollo en el contexto más amplio. Con este motivo, se inaugurará una placa con los nombres de nuestros ilustres egresados que han ocupado la primera magistratura de la nación; ...revisando esa lista, nos damos cuenta que la mayoría de ex Presidentes de Chile egresados de esta Casa, son ex alumnos de esta Escuela. Similar conclusión se observa cuando se observa la composición de los distintos poderes del Estado, incluyendo el Poder Judicial. Es fácil percibir el reto que nos levanta la historia: seguir manteniendo el liderazgo absoluto en la producción de los líderes que requiere el país. Líderes competentes, amplios, tolerantes, profundamente imbuidos del Chile al que sirven como norte en su desempeño profesional, y en su vida. Líderes comprometidos con el futuro, con la visión necesaria para empujar a nuestra sociedad hacia el mañana que buscamos, con mejores perspectivas, mejores condiciones, una mejor sociedad más justa y en progreso. Líderes que vienen de todas partes de Chile, desde todas sus manifestaciones sociales, que son representativos de la gran diversidad que debe ser al fin y al cabo, la gran constituyente de un progreso que alcance a todos, y que por lo mismo sea garantía de ser sustentable en el tiempo.

Esta escuela gloriosa, que ha seguido tan fielmente el pensamiento y la obra de Don Andrés Bello, y que se ha visto adornada en su historia por la presencia de egregios representantes de nuestro intelecto. Están aquí los profesores Valentín Letelier y Juvenal Hernández, Alessandri y Pedro Aguirre Cerda, también Eugenio Velasco y tantos otros que han constituido etapas y obras que debemos admirar con orgullo y con pasión. Sean también ellos los garantes por siempre de nuestro compromiso de seguir avanzando en la construcción de la Escuela de Derecho y la Universidad de Chile que el futuro necesita. Sean los niños y jóvenes de hoy, los depositarios del compromiso sublime que ratificamos, de seguir al servicio del futuro, del Chile que deseamos, de los principios que Bello nos legara como tarea inamovible para el trabajo institucional.

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