Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Homenaje a Don Aniceto Rodríguez.

(Transcripción)

Yo quiero primero que nada, agradecer a todos ustedes que hayan venido esta mañana. Aquí estamos tres directivos de la Universidad con el señor Prorrector (1) y el señor Decano de la Facultad de Ciencias Sociales (2), porque creemos que éste es un acto importante.

Yo pertenezco a una generación que vio coartadas sus oportunidades producto de los problemas políticos del año 73, una discontinuidad tan grande en la historia de Chile donde se vieron frustradas tantas esperanzas y tantas perspectivas. Es, un período que es menos elegible para atribuir culpas, un período para examinarlo con la objetividad que requiere el aprender para no volver a cometer los mismos errores. Creo que esta oportunidad es el espacio donde estas cosas se pueden discutir con la transparencia, la objetividad que se requiere, y nosotros hemos hecho un esfuerzo para que eso así ocurra, y lo vamos a seguir haciendo, porque creo que todos nosotros tenemos que educarnos en mirar a la historia para poder así construir el futuro.

Yo siento que la Universidad de Chile en eso tiene, particularmente, una tremenda responsabilidad, porque es la Universidad de todos, y aquí caben todos, y me alegra tanto que exista acá esta diversidad política en esta mesa, como lo ha habido en tantas otras oportunidades, porque creo que la Universidad de Chile debe ser justamente eso: un espacio de encuentro y un espacio donde ojalá siempre primen las ideas, el respeto y la tolerancia.

Por eso nuestra adhesión y nuestro entusiasmo junto a la familia de don Aniceto Rodríguez por organizar esta reunión, porque creemos que a partir de este homenaje se edifica también un poquito más esta mirada a Chile, esta mirada a su historia y esta mirada con esperanza a su futuro.

En tercer lugar quiero adherirme a este homenaje a la persona de don Aniceto Rodríguez. Yo no lo conocí, pero sí conocí su Historia Social de Chile???. Por cierto, también acá conocemos su rol destacado como universitario, incluso siendo Secretario General de la Federación de Estudiantes. Pero creo que Aniceto Rodríguez es, por sobre todo y por lo que aquí hemos escuchado, un demócrata, y un demócrata sin apellido, sin transacciones y, lo que es mejor, un demócrata a prueba en los momentos más difíciles, en que a veces costaba decir: "soy un demócrata y no estoy de acuerdo".

Aniceto Rodríguez ha dejado un legado, un ejemplo importante para Chile y para los jóvenes. El ejemplo de la consecuencia política, el creer desde su propia perspectiva, de su propio ángulo, en una idea, en una acción. Él deja un ejemplo, además, de tolerancia, que es muy importante en los días en que vemos riesgos, en que los fundamentalismos, las grandes contradicciones, las visiones confrontacionales de la vida y de nuestra sociedad, nos amenazan nuevamente con rupturas, con violencia y con los pasajes más oscuros de nuestra historia. Yo creo que Aniceto Rodríguez es una instancia para volver a pensar seriamente en la necesidad de abrir los espacios para poder entendernos. Aniceto Rodríguez en su historia nos dice que aquí hay una gran tarea, una gran misión: la misión de construir un Estado chileno que tenga las responsabilidades firmes y fuertes, ahí donde hay que poner más fuerte los énfasis, que es en las políticas sociales.

Yo creo que de este homenaje, creo que de Aniceto Rodríguez, de lo que él significó en política, pero por sobre todo, de lo que él significó en la vida, sacamos una gran lección que, como toda lección en la Universidad, debe aprenderse.

Les agradezco mucho a todos ustedes que hayan estado aquí con nosotros esta mañana.

Muchas gracias.

 

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Notas
1. Prof. Dr. Jorge Litvak L.
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2. Prof. Fernando Durán P.
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