Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de Lanzamiento del Libro: "Democratización de la Educación" de la Prof. Emma Salas.

(Transcripción)

Creo que es muy importante escribir sobre educación y favorecer el debate nacional sobre este tema, porque considero que nuestra educación está en serios problemas y amenazada por una multiplicidad de factores que no son de hoy día, ni de un año, ni de quizás de cinco, sino que hay una evolución de varias décadas que atentan contra los resultados que uno esperaría del sistema educacional.

Hay cuestiones que inevitablemente tienen que ver con una calidad que es cada vez más cuestionada, no sólo respecto a los estándares promedios que hoy día somos capaces de alcanzar con respecto a otros países, sino también de cómo esos estándares se distribuyen entre distintos grupos de nuestra población de niños y jóvenes. Hay preocupación, porque se ha favorecido el crecimiento en cantidad, en lugar de crecimiento en calidad; y porque también se ha dejado de apreciar que entre estos dos factores no existe sustitución, sino más bien complementariedad.

Creo que ha habido descuido en muchas áreas, pero por sobre todo, en nuestra sociedad ha habido un olvido sistemático de lo que significa la educación para el futuro y poder construir una sociedad más justa, con mayor potencial y mayores equilibrios.

Por eso es tan importante discutir sobre educación, aunque si bien lo sé, los problemas no se pueden resolver tan simplemente. Muchas veces los comentarios siempre se leen como una crítica a la autoridad de turno, pero la verdad de las cosas que esto es una crítica más bien a nosotros mismos, a nuestra sociedad, a la familia chilena que ha dejado de entender a la educación como un proceso integral y cree que eso se debe depositar solamente en la escuelas, a los sistemas que hemos adoptado, y que en realidad nos referimos más bien a la escuela como un ente productivo en donde los profesores en lugar de ser los líderes en la formación y en la enseñanza de los jóvenes, pasan a ser empleados y funcionarios y donde la educación, por tanto, se empieza a concebir simplemente como un servicio que brinda el Estado a un precio establecido y que es donde habita en gran parte la raíz de muchos de los problemas en los cuales estamos y, evidentemente, corregirlos tampoco es cuestión de un decreto o aumentar un poco más el gasto o un poco menos.

Los hechos demuestran que el aumento sistemático del gasto en educación en los últimos diez o doce años, que por lo menos ha doblado el gasto real en el sistema, no ha tenido resultados favorables como los vemos todos los días en los indicadores que hay y que disponemos, tales como la Prueba SIMCE, las pruebas comparativas internacionales y la propia Prueba de Aptitud Académica. Entonces, esta es una preocupación que está avalada por los hechos y de la cual somos testigos tan directos en la Universidad, sobre todo en una Universidad como ésta, que es extremadamente selectiva, pero que recibe estudiantes tan bien seleccionados en pobres condiciones, no sólo en la formación de las materias básicas que nos conciernen, sino también en los aspectos cívicos y valóricos que hoy día están tan debilitados en el desarrollo general.

Por eso hay tanto que discutir y tanto que pensar en educación y echamos de menos que no exista sobre un tema tan importante para nuestra sociedad, más discusión y más propuestas. Creo que nos hemos empezado a acostumbrar a que la discusión y los puntos sobre estas materias sean más bien críticas que unos aplauden y otros consideran inaceptables, en lugar de pensar en esto como aportes para que como sociedad logremos mejorar un aspecto tan vital en nuestro desarrollo y en nuestra concepción del futuro.

Por eso creo que el libro de Ema Salas es tremendamente bienvenido, porque se une a un conjunto de acciones y trabajos que han emanado desde esta Institución y que estamos promoviendo y estimulando. Porque es bueno que educadores, pero también sociólogos, economistas, médicos, sicólogos contribuyan a pensar sobre este grave problema y este gran dilema que enfrenta Chile. Ella ha elegido una perspectiva que es probablemente una de las más importantes: el tema de la democratización de la educación. Porque cierto es, se ha ofrecido una mayor cantidad de oportunidades y hoy día los jóvenes tienen acceso a una gran cantidad de opciones universitarias o de educación superior en general. Los jóvenes y los niños tienen también una enorme cantidad de opciones para llegar a la escuela básica, y el Presidente de la República hace poco a firmado una intención muy definida de política: hacer obligatoria también la enseñanza media. Pero la pregunta en el fondo es si eso basta para hacer la educación más democrática o si realmente debiésemos junto con aquello abrir las puertas del sistema y favorecer también la igualdad de condiciones para que los niños se puedan desempeñar adecuadamente dentro del sistema. Ese es ni más ni menos el tema que menciona y aborda Emma Salas, cómo las tecnologías y los procesos educativos, cómo lo que ocurre en el aula, cómo el desempeño de la comunicación entre el profesor y el estudiante constituyan opciones que efectivamente sean de democratización, para terminar al fin y al cabo y así leo sus conclusiones, con esta enorme disparidad que existe entre la educación y aquella otra actividad instructiva que reciben los que están más desaventajados, ya sea los que van a las escuelas municipales en las Regiones o los que están en las comunas pobres de Santiago, es decir, aquellos que tienen y vienen de familias pobres y que por lo tanto, tienen también pobres perspectivas para su futuro.

Emma levanta un gran tema: cómo somos capaces de junto con tener una política que favorezca el acceso, tener también políticas que favorezcan el pleno desarrollo de los niños y jóvenes en las escuelas y de esa manera, que se abran las posibilidades para desarrollar adecuadamente sus inteligencias y sus potencialidades y en consecuencia, el rol del maestro vuelva a ser como antaño, un líder conductor, un ejemplo para los niños, un real padre espiritual ubicado en la cabecera de la sala.

Siento que aquí hay un enorme material para discutir, que tiene que llegar evidentemente al tema de cómo se hace eso, de qué cambios tenemos que ser capaces de implementar, de qué visiones tiene hoy día que imperar en la autoridad educativa para poder llevar eso a cabo. Pero a mí no me cabe ninguna duda de que esto constituye un reto importantísimo para Chile, y que todas aquellas cosas que soñamos y que decimos en tantos discursos políticos, en tantas declaraciones, al final del día, tienen que ver con las nuevas generaciones y con la cantidad de oportunidades efectivas que les entregamos a estos niños y a estos jóvenes para desarrollar adecuadamente su potencial intelectual, de personalidad y productivo.

Encuentro muy bienvenida la obra de Emma Salas, porque es una contribución a pensar en estos temas sobre los cuales nuestra sociedad no se ha acostumbrado y sobre los cuales muchos creen que es un problema que resolverá oportunamente el mercado o que simplemente otros prefieren no hablar, porque es mejor dejarlo así que mostrar más resultados y abrir entonces una brecha o una discusión que más tarde termina siempre es una discusión política.

Pienso que este trabajo representa muy bien a Universidad, lo que quiere y los ánimos que tenemos de convertirnos en la Institución líder de la educación pública para defender principios, creencias y lo que es parte de la historia de esta Casa y lo que debe ser la construcción de la sociedad que anhelamos en donde exista no sólo más perspectiva de justicia, sino justicia real, comenzando con los niños que acceden a una educación en los distintos estamentos e instancias de nuestro país.

De manera que Ema, muchas gracias por esta contribución. Creo que ayuda mucho a nuestros jóvenes, sobre todo a pensar respecto a los desafíos que queremos y a nosotros nos ayuda mucho a meditar también respecto a aquellas cosas que tendremos que seguir haciendo y con las cuales tendremos que seguir luchando para que Chile tenga o vuelva a tener una buena educación.

Muchas gracias.