Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de Graduación de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Facultad de Medicina.
(Transcripción)
Siempre para el Rector de la Universidad es muy grato venir a las ceremonias de titulación, porque esto es ponerse al final de la línea de producción de esta etapa tan importante y ver partir desde aquí, desde nuestro Salón de Honor, a nutricionistas, a ingenieros, a abogados, a médicos que esta Universidad pone al servicio del país. Y nada más grato ver que se terminan etapas como las que ustedes hoy día finalizan, etapas que por cierto representan sacrificios, recuerdos de esfuerzo que es importante no olvidar, como tampoco un camino que significa buenos recuerdos para un grupo de 21 jóvenes que hoy son indisolublemente egresados de la misma generación y eso, créanme, es una cosa que nunca se olvida y nunca se deja en la vida.
Ustedes no se marchan de la Universidad, en primer lugar porque desde toda gran Institución como ésta nadie se marcha, esta no es una empresa, esta es una Universidad. Una Universidad que vive de su tiempo, del aporte de su gente, del espíritu de quienes todos aquí están y han estado, porque la Universidad se ha construido sobre la base de lo que han dejado tantos que han pasado por este Salón de Honor y han salido con su diploma bajo el brazo.
Pero en segundo lugar, es porque los egresados de esta Institución deben sostener, en mí opinión, tres compromisos fundamentales con ella y que uno no debe olvidar al minuto que deja este Salón de Honor. El primero es el compromiso de excelencia, nosotros no formamos egresados y profesionales como tantas otras instituciones para "ver como les va, y ojalá les vaya bien, y ojalá un poquito puedan progresar allá afuera". Nosotros formamos líderes, formamos los mejores profesionales del país y ese no es un cuento que tenemos que tratar de creernos, es una realidad que está marcada por la historia de este país y, por lo tanto, uno se lleva una responsabilidad tremenda cuando egresa de esta Institución, porque tiene la obligación de estar entre los mejores, la obligación de volcar allá afuera toda la excelencia de nuestro trabajo, de nuestro compromiso profesional, de todo lo que ha dicho la señora Directora de la Escuela, que son las grandes tareas, las grandes pasiones que se despiertan en la formación de ustedes y que hoy día es responsabilidad de ustedes ponerlo allá afuera para dejar bien puesto el nombre de la Universidad de Chile.
Pero además, aquí en la Universidad formamos no sólo buenos profesionales, sino también tratamos de formar humanistas, personas convencidas, no sólo de que podemos ser buenos técnicos, economistas o ingenieros, nutricionistas o médicos; sino que además tenemos un servicio que ofrecerle al país, tenemos una vocación que hay volcar hacia la sociedad, eso es una distinción muy importante, tenemos un compromiso valórico como egresados de esta Institución. Esta Universidad no está aquí simplemente porque aquí hay un interés de alguna secta, de algún grupo, de alguien que quiere que esta Universidad siga en tal o cual dirección. Esta Universidad no está aquí porque sea un buen negocio que produzca buena rentabilidades que se reparten entre los accionistas, está aquí porque el país decidió que esta Universidad estuviese acá y lo decidió tempranamente en la vida de la República, y guste o no, esta Universidad va a seguir acá en esas mismas condiciones y, por lo tanto, nuestra labor, nuestra tarea, nuestra misión tiene que ver con el país y con nuestra sociedad y en consecuencia, los que salimos de aquí con el título bajo el brazo tenemos una responsabilidad con la sociedad, con el país, con la persona. Tenemos una responsabilidad con los valores, tenemos que dar el ejemplo en materias éticas hoy día tan débiles, tan discutidas y muchas veces tan poco respetadas en nuestra sociedad. Por lo tanto, ese compromiso ético, valórico, humanista es parte integral del diploma que también hemos recibido.
Pero finalmente hay un tercer compromiso que es muy importante, el compromiso de pertenencia. Una de las cosas que jamás se borra en la vida es el de donde uno viene y, felizmente para nosotros, cuando uno dice "vengo de la Universidad de Chile", normalmente se crea un espacio ya enorme e importante para nosotros. Pero nosotros tenemos que sentir esa pertenencia, aquí somos todos distintos, aquí nadie está obligado a pensar de una manera u otra, estamos obligados a convencernos de lo que esté más cercano a la verdad, eso sí, pero no estamos obligados a pensar de la manera A o la manera B, en esta Universidad aprendemos a respetarnos y enseñamos a respetar lo único que es lo más respetable de todo: las ideas, sean cuales sean. Si uno hace lista de egresados, uno ve una diversidad gigantesca de personas, de sentimientos, de pensamientos políticos, filosóficos, religiosos, de todo el rango posible en nuestra sociedad; pero eso es la Universidad de Chile y por lo mismo, porque aquí nadie nos obliga a pensar y ser de una determinada manera, uno desarrolla un enorme sentido de pertenencia y de cariño por la Institución que lo ha formado y le ha enseñado a respetar a las personas. Ese el sentido de pertenencia que nosotros queremos que ustedes practiquen también, porque es parte del caudal histórico importante que ha podido dar fundamento real a la vida de esta Universidad en nuestra sociedad.
De manera que con esas tres cosas junto con su diploma, yo creo que ustedes se van contentos porque han traspasado una barrera difícil, pero no la única, ni la última. En nuestros días uno de la Universidad no se va, de una empresa que hace entrenamiento profesional quizás, pero esto es una Universidad, por lo tanto, habrán muchas preguntas, nuevos problemas que ustedes deberán traernos a nosotros para saber que están ahí cumpliendo con esa labor de excelencia, con esa labor profunda, con esa labor carismática que esperamos de todos los egresados, y nosotros los vamos a estar esperando, porque otra cosa que nunca se borra después que uno sale con el diploma bajo el brazo, es que uno se lleva ese sentimiento de ser egresado de esta Institución y tener su corazón azul, profundo, fuerte, bello para el futuro.
Que les vaya muy bien, muchas gracias.