Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de Presentación de la revista "Estado, Gobierno y Gestión Pública".
(Transcripción)
Una revista universitaria es un instrumento muy importante, que distingue lo que es una universidad, de lo que es un colegio, porque una revista académica debe en gran medida ser la depositaria del trabajo de creación e investigación de las nuevas ideas. Esta revista que hoy día presentamos en su primer número se une a casi un centenar de revistas que publica la Universidad de Chile, ya sea en el ámbito de la lingüística, de la economía, de las tecnologías, de las ciencias puras, del arte, de la musicología, porque ellas traducen de alguna manera lo que es una universidad en su diversidad por una parte, y por otro lado por la cuidadosa selección del trabajo de elaboración que se refleja en las páginas que allí se producen. Es por eso que muchas veces los comités editoriales de nuestras revistas son a veces criticados y a veces no queridos, porque ellos se preocupan de mantener un estándar basado en una pregunta simple, ¿qué hay aquí de nuevo?, ¿cómo se ha mirado la revisión de lo que ya existe?, ¿qué contribución se ha hecho?, ¿qué aprendemos de esto? Por lo tanto, pienso que esta revista por el ámbito en el cual se desempeña, está destinada a ser una herramienta importante para discutir desde el punto de vista académico los temas que tienen que ver con el Estado. Como muy bien lo ha destacado don Mario Marcel el proceso de modernización del Estado, es un proceso dinámico y permanente y, por lo tanto, vaciar lo que aprendemos en las páginas de esta revista, creo que puede contribuir a una discusión importante, que es por lo demás multidisciplinaria. Considero que ya hemos aprendido lo suficiente de administración para poder concluir de que en realidad administración es un poco de sociología, un poco de técnica económica, de digitalización, un poco de todo y creo que uno de los atractivos de esta revista será precisamente el tener contribuciones desde muchas miradas disciplinarias a un problema que es central, el tema del Estado, el del Gobierno y el de la gestión. Problemas que pueden ser abordados como los vemos diariamente: en forma muy simple. Lo mejor para algunos es no tener Estado, para otros, es tener solamente Estado, pero la discusión, como muy bien ha sido destacado, es cómo tener un sistema que sea efectivo, capaz de servir las necesidades de los ciudadanos en sus distintos aspectos y creo que eso requiere discusiones que obviamente envuelven mucho del tema político global, pero mucho también de los temas específicos, disciplinarios y de la gestión.
Nuestro compromiso como Universidad es y debe ser precisamente constituirse en un sitio de encuentro para esas visiones, y el Instituto de Asuntos Públicos debe ser el vehículo para esos debates, los cuales deben cruzar a la Universidad, pero que además sean instrumentos poderosos para levantar propuestas hacia la sociedad. Creo que el hacedor de política domina tanto sus ideas por el avatar diario y muchas veces circunscrito a los ámbitos y las perspectivas del tiempo, que son restrictivos de acuerdo a las funciones; muchas veces necesita el insumo académico que es más amplio y que es en gran medida, el reflejo de nuestra libertad para pensar y para crear, por consiguiente, creo que es también un insumo muy importante que esta revista ha de hacer hacia el futuro.
Finalmente, me gustaría indicar que el rol que realiza el Instituto de Asuntos Públicos debe reflejar lo que es la Universidad de Chile. Muchas veces hoy día se entiende a la Universidad como una fábrica de profesionales, y entonces, de manera superficial surgen estas visiones de lo que es eficiente y de lo que no es eficiente, mirando sólo este ámbito del trabajo universitario que es muy importante, pero que en esta Universidad tiene una dimensión que es muy trascendente. El hecho de que quienes enseñen sean también quienes están pensando y escribiendo sobre los temas, quienes salen de sus laboratorios a hacer clases, quienes están escribiendo y salen entonces al día siguiente a enseñar en el pregrado o en el postgrado. Entonces nosotros tenemos esa responsabilidad académica que no siempre es bien entendida de esta manera superficial en que hoy día aludimos a la eficiencia. Nosotros tenemos que mostrar con el trabajo del Instituto y desde luego con el trabajo de esta revista y de la Escuela, que tenemos la mayor de las eficiencias con respecto a nuestro compromiso, con hacer bien las cosas, de entregarle a nuestro Gobierno y a nuestra sociedad ideas inspiradas en lo que sabemos hacer: pensar, analizar y articular los temas que son de la mayor importancia.
Creo que esa es la manera en que esta Universidad debe seguir contribuyendo al país, esta es una Universidad nacional y pública, no una productora de intereses, de financiamiento, o de utilidades: esta es una Universidad que fue destinada siempre para pensar a Chile y que este instrumento que hoy día presentamos, que es esta revista, debe desde esta perspectiva ser también un instrumento poderoso para pensar a Chile, y para aportar a Chile lo que tanto necesitamos para salir adelante y ganar.
Muchas gracias a todos ustedes por estar acá esta noche.