Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de Inauguración de la Exposición del Material Cartográfico del Proyecto "OTAS".

(Transcripción)

Yo quiero agradecer sus palabras, en primer lugar, señor Intendente, porque ellas reflejan en gran medida lo que siente también esta Institución. Es muy satisfactorio para nosotros hacer entrega de estos resultados por dos razones fundamentalmente. La primera, porque esta es nuevamente una oportunidad para que esta Casa pruebe su compromiso, su convicción de ser una institución nacional cuya esencia se vincula a los problemas e intereses de país. Es muy probable que cuando esto se analizó nadie centralizó las discusiones respecto a las ganancias, a los pagos o a las pérdidas, sino que se debió a haber privilegiado -como se hizo- los temas que se abordaban por su relevancia para la Región Metropolitana y para el país, y creo que eso marca una diferencia muy importante que no hay que cansarse de repetir: una Universidad nacional debe tener número uno, un compromiso con Chile; y no debe ser por eso transformada en un supermercado en que debe ofrecer con buena propaganda distintos artículos para el hogar.

Pero en segundo lugar es satisfactorio, porque un proyecto de esta naturaleza está obligado a dos cosas que son fundamentales para el trabajo universitario. Primero, buscar los temas hacia la frontera del conocimiento, y en esta Universidad todos los días tratamos de empujar ese límite con nuestros programas, con nuestros estudios de graduados, porque es también parte de lo que nosotros aquí hacemos: promover la excelencia académica y ser, desde ese punto de vista, un semillero de académicos para el país y un semillero de conocimiento. Pero al mismo tiempo esta Universidad tiene la ventaja incomparable del trabajo interdisciplinario y transdisciplinario que allí se refleja, porque la colaboración que ha habido de profesionales en nuestras distintas áreas ha sido tremendamente importante para poder poner un producto razonable y de calidad.

El tema del desarrollo sustentable, señor Intendente, como usted bien lo entiende y lo sostiene, es un problema que viene desde hace muchos años y que los economistas se refieren al desarrollo equilibrado, porque es evidente que el propio proceso de crecimiento envuelve costos que tienen que ver, por ejemplo, con el deterioro ambiental y el problema para resolver estas ecuaciones simultáneas es un problema simple y evidentemente que necesita intervenciones de política, como muy bien lo ha manifestado el Prof. Hermosilla, que necesita algunos criterios de planificación, pero que evidentemente todos los días nos recuerda lo que necesitamos aquí. No sólo el ordenamiento territorial, el ordenamiento de las políticas, porque bien es cierto, estamos hoy día en el mundo globalizado de la competencia con un rol importante para el sector privado y con un rol significativamente definitivo para el mercado en la asignación de recursos, pero eso no significa dejar de lado las tareas que tienen que ver con el bien común, el cual no es protegido por los mercados necesariamente, el bien común es protegido por el Estado y creo que allí hay una cuestión de país que abordar con urgencia: cuáles son las políticas de Estado que resultan cruciales para que Chile tenga un desarrollo sustentable. Desarrollo no es ciertamente, el crecimiento del ingreso per capita. En el país probablemente, si se observa los últimos 15 años, el ingreso per capita creció de 3.300 a 4.800; pero cuando uno mira, por ejemplo, los resultados que hemos tenido en término de medio ambiente o los resultados -que en mí opinión no sólo son preocupantes sino que vergonzosos- en los SIMCE de los estudiantes de la enseñanza básica, evidentemente que tenemos ahí claramente un problema de ausencia de Estado y, por lo tanto, de no sustentabilidad del desarrollo económico que creo que como país debemos meditar sobre ese tema.

Uno no puede aceptar -como el día de ayer lo observamos en los periódicos de Santiago- esas diferencias insostenibles en la calidad de la educación que reciben los niños pobres con respecto a los niños más acomodados. Eso no es sustentabilidad de nada, muy por el contrario, es la fuente de las tensiones sociales y de tensiones políticas que van a inhibir la inversión, por lo tanto, la tarea del Estado no se está cumpliendo de la manera como probablemente es necesario para poder enfatizar estos temas de desarrollo de largo plazo. No olvidemos que la historia económica de Chile nos refleja un hecho que es indiscutible: el desarrollo frustrado de comienzos del siglo XX se debió precisamente a los desequilibrios existentes en el desarrollo de los distintos subsistemas del aparato social y económico y hoy día estamos viviendo exactamente el mismo escenario. Por consiguiente, cuando se pronostican escenarios de desarrollo o de alcanzar el mundo industrial para el bicentenario, para el 2020 o el 2030, evidentemente que estamos jugando con ilusiones. El país necesita pensar de nuevo respecto al ordenamiento de sus políticas de Estado y eso es tan importante en temas como medio ambiente como en educación y en salud.

Es evidente que el rol del mercado está destinado a maximizar las ventajas de los entes privados que ingresan con el legítimo objetivo de maximizar sus propias condiciones, sus utilidades, su bienestar; pero eso deja un espacio de enormes efectos para el resto (que los economistas llaman externalidades) los cuales requieren, no sólo por cuestiones políticas, sino también por cuestiones técnicas, un grado y un tipo de intervención distinta desde el punto de vista de la política pública.

De manera que creo que este trabajo, en su primera fase, reviste una enorme importancia, pero que nos hace meditar sobre estos temas de política en grande, y espero que podamos avanzar con rapidez en la segunda fase, ya que abordar en los aspectos sociales y económicos que están detrás de estos problemas, me parece a mí que es una prioridad muy importante en una etapa en la que Chile debe tomar decisiones definitivas para saber si efectivamente vamos a cambiar algo respecto de los temas fundamentales en lo económico y social.

Usted señor Intendente se refería a una cuestión que es muy importante, la necesidad de tecnologías limpias, y esto me recordó una propuesta que hace diez años atrás aproximadamente un distinguido economista del Banco Mundial -posteriormente reconocida autoridad del Gobierno de los Estados Unidos- diseñó esencialmente una evaluación de costos y beneficios en que los países pobres deberían ser basureros donde se deseche toda la producción sucia, porque eso era óptimo desde el punto de vista de la globalidad del crecimiento económico. Eso evidentemente no sólo es inaceptable, sino que nos recuerda la necesidad de que nuestros países tengan investigación en ciencia y tecnología para poder promover producción limpia. No hay producción limpia posible si nuestros países copian la tecnología diseñada en los países industriales o si nuestros países simplemente se abocan a la producción y exportación intensiva en recursos naturales. Eso es dejar aquí lo malo y mandar hacia afuera lo bueno, invertir en ciencia y tecnología es, probablemente, una de las tareas que con menos convicciones está emprendiendo el Estado chileno. Creo que con mucha justicia el Presidente de la República ha hecho un llamado a redoblar los esfuerzos para aumentar la inversión en este ítem que es importante, no sólo porque tenemos que desarrollar conocimiento, sino porque además tenemos que proteger nuestro medio ambiente.

Finalmente señor Intendente junto con los agradecimientos que Ud. ha mencionado, subrayar el agradecimiento mío y a nombre de la Institución, a los académicos que han participado en este trabajo, porque son ellos los que han puesto allí en blanco y negro o en colores los resultados, sus ideas y sus sueños con la competencia que les caracteriza y, particularmente, al Prof. Hermosilla que ha sido el líder de este grupo y que lo ha hecho con su afán, con su impulso y con su ansiedad que transmite entusiasmo, pero también grandes capacidades.

Del mismo modo agradezco los conceptos que usted ha emitido sobre esta Institución señor Intendente: usted es un hijo agradecido de esta Casa. Hay muchos otros que no lo son, y hay que recordarles que esta Casa ha hecho un aporte y seguirá haciéndolo a la historia de Chile y al desarrollo de su sociedad; con fuerza, con convicción y con un mandato que viene desde hace 159 años.

Muchas gracias

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