Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de Egreso del Programa MBA: Magíster en Administración de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.

(Transcripción)

Es quizás contradictorio que haya esta graduación de personas en el ámbito de la gestión, de la administración y en el corazón de la empresa, en momentos en que la realidad económica es difícil, un poco sinuosa y está llena de incertidumbres que en mayor o menor medida apuntan a temas que tienen que ver con la solidez de la empresa, con sus proyecciones y su impacto global en la economía y desde la economía.

Pero la verdad que esto que puede parecer a la vista de observadores, que los hay tantos sobre el mundo universitario sin entender lo que debe hacer una universidad, me permito hacer una reflexión sobre lo que debe ser el aporte de una universidad que no está precisamente en conservar las cosas como están, sino que su aporte debe estar en provocar el cambio para que éstas no sigan del mismo modo.

Esta Universidad creó un Instituto Pedagógico a fines del siglo XIX con un gran esfuerzo de país, porque había que cambiar las cosas como estaban. La educación que tenía serias deficiencias requería la incorporación de todos los niños y jóvenes lo cual necesitaba un proyecto educacional que esta Universidad tomó, lo llevó adelante y lo consolidó. He ahí una Universidad con su capacidad de crear programas nuevos e iniciativas para enfrentar un problema.

Por otra parte, a mediados del siglo XX, la Universidad de Chile creó también un Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos para enfrentar un problema que entonces sí era crucial para todos los demás objetivos de país y de desarrollo: la desnutrición infantil. Producto de la investigación y de un trabajo coordinado, desde luego con el Estado y con las organizaciones privadas, esta Universidad enfrentó también un problema y provocó un cambio que a fines del siglo XX precisamente se verificó en la práctica con la desaparición de la desnutrición infantil en nuestro país.

Entonces, uno piensa que las universidades "de verdad" no deben estar para repetir, sino para crear, y eso siempre debe conservarse como una noción de que la Universidad está tratando de cambiar cosas, de mover las fronteras del conocimiento y, por lo mismo, de cambiar las situaciones que se producen en la dirección que se crea la más conveniente. Es por eso que esta Universidad tuvo el primer acelerador lineal, el primer computador que se trajo al país, es la primera hoy día en investigación en terapia genética y en investigación en biología molecular; porque esta Universidad está diseñada, pensada, y hecha para mover fronteras y cambiar las cosas. No es una Institución que repite el conocimiento, que simplemente desempolva los libros para repetirlo, una Universidad debe hacer eso, pero también debe poner libros nuevos en las estanterías y conocimientos nuevos para enfrentar los futuros problemas. En consecuencia uno debe pensar que una graduación como ésta es precisamente una demostración de que esta Universidad está preparando un recurso humano para enfrentar precisamente los momentos difíciles que existen y los que vendrán.

No estamos formando recursos humanos para administrar lo que hay, debemos formar recursos humanos con el reto de tener el liderazgo suficiente para poder cambiar el curso de las cosas y tal como el señor gerente lo ha explicado, Codelco tiene un gran reto; un reto que nos interesa a todos los chilenos que somos los accionistas. El reto de poder aumentar la productividad, aumentar el valor de la empresa y constituirse en una sociedad líder a nivel mundial en un mercado que se encuentra hoy día con dificultades. Ya hemos visto en las discusiones presentes cuales son las proyecciones del precio del cobre, cuales son las incertidumbres que existen respecto a la evolución del mercado; pero he ahí que estamos formando recursos humanos para enfrentar esos dilemas y no para administrar lo que existe, no para mirar con tranquilidad simplemente y seguir haciendo más de lo mismo, sino para enfrentar la necesidad de cambiar las cosas y el devenir que nos afecta negativamente.

De manera que esta ceremonia permite hacer esa reflexión constructiva, ustedes no se gradúan luego de haber terminado un programa para colgar ese diploma en alguna muralla, que ciertamente es algo que uno debe hacer, pero más importante es sentir que junto con ese diploma va una responsabilidad. La responsabilidad de representar lo que esta Universidad ha tratado y trata de hacer a través de ustedes y de lo que se les ha entregado. Es lo que les demandamos a nuestros médicos, ingenieros, abogados y doctores en las distintas disciplinas; porque tienen la responsabilidad de ejercer el liderazgo que esta Universidad ha tratado de imprimirles.

Así pues que sirva este acto de egreso no sólo para manifestar nuestra alegría por el hecho de haber terminado con un reto que yo sé es difícil. Que representa horas menos para la familia, que significa muchas veces ponernos a prueba día a día y duramente, un reto que nuestros profesores se encargan de mantener a través del tiempo como una forma de entregar disciplina.

Sé que hay una compañera de ustedes que no está presente acá, porque ella está luchando también contra una situación que le ha presentado el destino como a todos nos sucede, como a todas las instituciones y como a todas las personas les puede ocurrir algún día. Pienso que es importante que en este momento, en que ustedes se gradúan con esta toga azul que representa el color institucional del alma de esta Universidad, sentir con ella también las fuerzas que tenemos que darle para que ella salga adelante, tal como ustedes lo han hecho con este diploma, tal como ustedes harán un aporte tan importante a la empresa o al sitio donde se desenvuelvan para poder hacer todavía las cosas mucho mejor. Vaya para ella esa fuerza, la fuerza que se ha adquirido de esta Universidad… el color azul de nuestros corazones.

Muchas gracias y mucho éxito.

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