Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de entrega de la Beca Universidad de Chile y Beca Prof. Irma Salas 2000.
(Transcripción)
En esta Sala hay un grupo de estudiantes que corresponde a la nata superior de la calidad de los jóvenes chilenos en su grupo de edad, 180 mil estudiantes dan aproximadamente la Prueba de Actitud Académica, esta Universidad selecciona 4 mil, de esos 180 mil, es decir ahí ya estamos hablando de un 2,3%, y cuando hablamos de que 100 estudiantes están obteniendo esta beca, nos referimos realmente al 0,6% aproximadamente, de manera que corresponde a lo mejor de lo mejor, lo cual es muy importante.
Por qué hacemos esto, hacemos esto en primer lugar porque nosotros estamos convencidos de que la educación tiene que dar en Chile un salto en calidad. Creo firmemente que uno de los retrocesos más importantes que se ha experimentado en el país es justamente en la calidad de la educación y a nosotros no nos interesa una educación de mala calidad, porque no nos permite seleccionar bien, y no nos permite sentir ese empujón intelectual para progresar nosotros como Universidad. Muchas veces a mi me preguntan ¿qué es un buen estudiante en la Universidad de Chile? Fíjense ustedes que en muchas universidades un buen estudiante es el que llega a la hora, o el que llega bien peinadito, o el que estudia mucho y muy bien para cada una de las pruebas, el que no se atrasa en su curriculum; y a lo mejor todas esas cosas son ciertas, pero en esta Universidad jóvenes, un buen estudiante y el mejor estudiante, es aquel que trae las mejores preguntas, porque eso nos obliga a forzarnos a nosotros para poder responderlas, y por lo tanto así hacer progresar nuestras cabezas, lo que escribimos, lo que publicamos y lo que investigamos, y sentirnos recompensados en nuestras carreras académicas que progresan sólo porque somos capaces de trabajar más en lo que hacemos diariamente en investigación y desde luego en docencia de pre y postgrado.
De manera que a nosotros nos interesa una educación de calidad, porque ésta produce más estudiantes de calidad que nos obligan mucho más a pensar y a mejorar nosotros y por lo tanto la universidad y en el caso de esta Universidad definitivamente al país. Ese es el tema central de calidad de educación que nos preocupa tanto y por eso queremos estimular a los buenos estudiantes que llegan a la Universidad, porque queremos que los mejores estén aquí y nosotros sí estamos convencidos que los mejores están acá y cuando miramos como ha crecido el puntaje promedio de ingreso de la Prueba de Actitud Académica a esta Universidad no les quepa duda que los mejores están acá.
Pero también hay otra dimensión, es la dimensión de la equidad; nosotros también consideramos inaceptable que hoy día en un afán de comercializar todo y de ponerle precio a todo, en realidad perdamos de vista el valor que tienen muchas cosas, como por ejemplo la formación superior. Es natural, hay otras lógicas distintas a las de 30 años atrás, pero también es cierto de que esa lógica no funciona bien, porque a mí no me parece pertinente que un joven perteneciente a la clase media chilena tan sacrificada y tan maltratada, no tenga ni siquiera crédito universitario, ya sea porque no es demasiado pobre, pero que tampoco pueda ir a la universidad y pagar, porque tampoco es demasiado rico. Entonces hay algo que no ha funcionado bien en el sistema y desgraciadamente ese algo no ha tenido corrección, pero qué pasa entonces, bueno pasa entonces que en las universidades, sobre todo las grandes universidades, pasan a ser entes que tienen una tremenda dicotomía interna. Están los estudiantes bien acomodados o están los estudiantes bien pobres, porque unos pueden pagar y porque otros tienen crédito y eso es inconveniente para esta Universidad porque un capital fundamental de esta Institución es la diversidad social la cual es importante, porque junto con ella va la diversidad en las ideas, en como la gente siente, en como la gente piensa. A nosotros nos gusta tener estudiantes distintos, no nos agrada cuando nos dicen que las universidades deben tener homogeneidad, a nosotros nos gusta tener algo heterogéneo, porque el contraste de ideas es lo que nos permite progresar como Institución académica. Así nos agrada tener estudiantes católicos, judíos, protestantes, agnósticos, porque así se progresa para pensar y nos complace tener estudiantes de derecha, de izquierda y de centro y estudiantes que les de lo mismo, porque así se progresa también en el pensar y aquí a nadie vamos a forzar a pensar de una manera u otra… sí lo vamos a obligar a tener buenas preguntas y buenas respuestas.
Pero hoy día desgraciadamente el sistema nos encajona, casi nos obliga a ser homogéneos y a tener esta contradicción interna en las instituciones universitarias acogidos a esta regla que parece tan perentoria de que sólo estudia aquel que puede pagar. Por lo tanto este es un esfuerzo que hacemos en una Institución que ciertamente tiene problemas para su inversión, problemas para financiarse; porque es una Institución del Estado, pero que sepan ustedes, recibe del presupuesto total de la Institución solamente un 24% de éste y el resto viene de lo que tenemos que hacer todos los días, de lo que tenemos que producir y en consecuencia este esfuerzo es importante. Pero para nosotros es necesario y vamos a tratar de aumentar el número de becas Universidad de Chile, porque es fundamental como una señal de lo que significa esto para la Universidad.
Pero todavía hay una tercera dimensión, no es sólo calidad y equidad lo que importa, nosotros queremos formar aquí profesionales, pero también seres humanos, queremos formar gente con sensibilidades, con sentimientos, con ideas y eso no es sólo formar un profesional técnicamente hablando. Por eso que es tan importante para nosotros que los académicos de esta Institución den el ejemplo y no sólo sean instructores y hacemos esfuerzos permanentemente para que eso sea la característica central de la docencia en nuestra Universidad, porque en la medida que produzcamos buenos seres humanos vamos a estar generando los líderes que tiene que formar la Institución.
La Universidad de Chile, jóvenes, por muchos años a producido los mejores y eso lo decimos sin falsos orgullos, sin arrogancia, sino simplemente mirando de una manera objetiva lo que ocurre hoy día allá afuera. Los mejores médicos, los mejores abogados, los mejores ingenieros son de acá, pero a nosotros no nos interesan solamente porque sean buenos técnicos, sino porque además sean personas y seres humanos capaces de llevar un mensaje humanista a una sociedad que se deshumaniza y se materializa crecientemente. Es por eso que es tan importante para nosotros la calidad y la equidad, para construir gente buena que además sean buenos profesionales en un mundo que tenemos que cambiar tantas cosas. Hoy día mismo estamos estudiando una gran reforma en nuestro pregrado porque en el futuro los profesionales no se van a poder seguir formando como lo están haciendo ustedes; tenemos que fortalecer mucho más los doctorados, porque ya ustedes no van a poder estar en el mercado así no más, con el puro título profesional. Hoy día los postgrados son fundamentales para tener progreso real en cualquiera de las áreas profesionales, y nosotros tenemos que provocar estos cambios para que lideremos también esos cambios, no para seguir a otros, estamos destinados como Institución a ser los primeros en hacerlos, aunque a otros no les guste o aunque nos digan que esa no es la dirección correcta; lo pensaremos bien, naturalmente, pero aquí hay muchas cosas que están ocurriendo y que es importante que ocurran en términos de mejorar lo que estamos haciendo y esa es una cuestión permanente en la Universidad de Chile.
Don Andrés Bello creó esta Institución, una gran Institución, pero ya 15 o 20 años más tarde, el segundo Rector, Domeyko, hizo una gran revolución en lo que ya había hecho Andrés Bello y más adelante Valentín Letelier, Juvenal Hernández y Gómez Millas y tantos otros, han hecho cambios sobre cambios, la Universidad es por definición un cambio permanente y ustedes tienen que vivir ese cambio como estudiantes y más tarde ojalá como postgraduados y más tarde ojalá todavía como académicos de la Institución.
De manera que junto con darles la bienvenida y junto con felicitarlos está el desafío, el desafío de ahora probarnos que son los mejores y eso requiere no sólo las buenas notas, no sólo llegar peinaditos y ordenaditos, sino ser buenas gentes, buenas personas, buenos seres humanos, capaces de entregar, de solidarizar, de sentir, junto con ser naturalmente capaces de estudiar y duramente.
Bueno, deseo también a la gente de ingeniería que llegó atrasada le haya ido bien en su examen de recuperación de cálculo uno, entiendo, y a todos ustedes les deseo el mejor tránsito posible en la Universidad y a los padres que nos acompañan, gracias por estar aquí, no sólo porque siempre es bueno saber donde están los hijos, sino también porque para nosotros es muy importante sentir que aquí no hay sólo estudiantes sino que hay familias, y eso para la Universidad de Chile es una cosa extraordinariamente importante.
Bienvenidos a la Chile, que les vaya bien, nos veremos en la graduación de ustedes, espero, y también que nos veamos cuando desarrollen sus programas de doctorados en la Institución.
Muchas gracias.