Discurso Prof. Luis A. Riveros Rector Universidad de Chile en Reunión de finalización del Encuentro sobre Docencia del Pregrado.

Este acto tiene menos la formalidad de los discursos y presentaciones y tiene más la importante misión de constituir, una reunión de trabajo, en la cual queremos hacer un resumen y conclusiones de las horas de discusión que hemos compartido.

Es un tema importante el que hemos estado abordando durante un tiempo, y que ha sido antecedido por un trabajo muy significativo de parte de una comisión que ha encabezado el profesor Pablo Oyarzún, a quien nuevamente le agradezco como asimismo a todos los que estuvieron en esa comisión por su significativo trabajo. Muchas veces estas pequeñas contribuciones, que en realidad son grandes aportes cuando uno ve los resultados, no se aprecian, y muchos se preguntan sobre, qué se esta haciendo, como si el cambio pudiera surgir simplemente de una acción casi mágica, instantánea- Como lo sostuve en la reunión de inicio, el verdadero cambio en la universidad se establece sobre la base de introducirlo con credibilidad en el estamento académico de la Institución. Este ha sido, precisamente, el caso con esta iniciativa.

Conocí de los primeros informes de nuestra comisión, en la cual se observaba con incertidumbre, en una universidad que está plagada por desconfianzas, históricas, este tipo de iniciativa. Me llegaron muchos comentarios negativos de varias facultades, de muchos académicos, de varios decanos, respecto del significado de todo esto. Poco a poco, sin embargo, lo que esta comisión generó fue un ambiente proclive a esta reforma; fue motivando y convenciendo, planteando nuevas ideas y nuevos aportes. Pienso que el profesor Mario Conca, por ejemplo, ha hecho un trabajo fundamental para el logro que aquí se plantea en estas conclusiones que he alcanzado a hojear, y que en definitiva van en respaldo de lo que se programó inicialmente: hacer un cambio profundo en nuestro Pregrado, hacer una reforma integral en la manera en cómo estamos desarrollando nuestras carreras y hacer lo que continúa, un cambio fundamental en el Postgrado, que debe constituir en definitiva el camino de salida de la Universidad de Chile.

Considero que, en primer lugar, aquí tenemos que manifestar todos nuestra profunda voluntad política con este tema. Esto es algo que ya está suficientemente estudiado, discutido. Creo que el trabajo de las subcomisiones fue muy productivo, y ahora hay que hacerlo, para lo cual, tenemos que tener etapas, definir plazos. A mi me gustaría que esos plazos no excedan cuatro años, para que este sistema este en pleno funcionamiento el 2005. Uno observa hacia fuera y la competencia, por así decirlo, está trabajando aceleradamente en este campo, y creo que nosotros tenemos que no sólo hacerlo mejor, sino que hacerlo más rápido. Me parece que los recursos humanos en la universidad están para emprender esta reforma con éxito.

Estuve el sábado, y también ayer, en dos jornadas de capacitación de docentes de la Universidad de Chile; el sábado tuve el agrado de estar con cuarenta académicos de la Facultad de Artes y ayer con un número similar en el Campus Sur, las tres Facultades del Campus Sur. Me di cuenta lo importante que son esas acciones, no sólo por el aprendizaje de técnicas, y maneras de enseñar, de poder congregar mejor a nuestros estudiantes en la dirección del aprendizaje, sino también para poder congregar a nuestros académicos en torno a objetivos comunes. Les hablé de esta reforma, y pienso que quedaron motivados porque ahora el entrenamiento docente que estamos practicando está en la dirección de esta reforma, en la dirección de la integración de la transversalización del conocimiento, del poder invadirnos todos nuestros campos. Creo que es muy importante que nuestros estudiantes sientan ese punto de vista transversal. Que están en una universidad y no solamente en una institución profesionalizante que le pone límites muy estrechos a su visión del mundo y a su propio perfeccionamiento disciplinario. Considero, por tanto, que los recursos humanos de la institución existen, y dentro de ellos los recursos docentes, aunque tenemos que hacer todavía más esfuerzos en la capacitación y en la preparación de nuestros académicos, para brindarles el mejor servicio posible a nuestros estudiantes. Creo, sin embargo, que hay facultades que están más atrasadas que otras; basta para eso solamente ver la lista de asistencia de académicos al trabajo, en que se descubre que hay facultades que están menos interesadas en este tema que otras. Pero me alegra mucho observar que las facultades más grandes están más comprometidas con este proceso, con este cambio. Por lo tanto esto nos levanta un desafío: hay que seguir convenciendo a otros que todavía no están convencidos, que todavía no han percibido la importancia de esto. Asimismo, hay que acelerar también lo que está ocurriendo en las Facultades, no atrasarse porque eso va a crear la dinámica que inevitablemente tiene que arrastrar a toda la Institución.

Me parece muy importante también, y esta es otra de las conclusiones y de las ideas que emanan de esta reunión, que la universidad tiene que poner más recursos en esta acción. Eso, necesariamente, lleva a repensar también un tema que ha estado por mucho tiempo pospuesto, como es cómo reasignar recursos en la Universidad de Chile. Sabemos que lo más probable es que no tengamos recursos adicionales, nuevos, frescos, para abordar este tema, que es por otro lado tan crucial para el desarrollo de la Institución. Entonces tendremos que abordar en paralelo el trabajo de poder redistribuir en esta dirección y, por lo tanto, darle un apoyo explícito al Pregrado, para el crecimiento en torno a las ideas que aquí se han propuesto. Pienso que ese es un tema extraordinariamente importante y no fácil, en una universidad que ha estado siempre muy acostumbrada a la inercia; y en materia presupuestaria la inercia es de veinte o treinta años. Para este propósito, a partir de este año, estaremos utilizando indicadores de gestión, definidos en un sentido muy amplio, y que son fundamentales para la Institución y con los cuales no hemos contado en el pasado. Ellos tienen que ver con resultados académicos, y entre estos vamos a privilegiar los que tengan que ver con Pregrado. Porque, este es uno de los productos, una de las actividades centrales de lo que hacemos en la Institución, sin desconocer que el Postgrado es muy importante y que la investigación y las publicaciones también son cruciales para nuestro posicionamiento externo y en el mundo disciplinario de cada uno. El trabajo de esta reunión, y sus conclusiones puede ser una cuestión meramente discursiva, un buen diagnóstico, pero si no están los recursos todo puede quedar en nada. Aquí tenemos que tomar una decisión Institucional, respecto al énfasis que le damos a un asunto como éste, versus otros asuntos relevantes en la Institución.

Me alegro mucho que haya habido, en esta oportunidad, discusión. Siempre he pensado que la discusión abierta, que el contraste de ideas, es lo mejor que le puede pasar a la Universidad. Y así como hemos avanzado en la comisión normativa, precisamente en la misma línea: abrir la discusión a qué es lo que queremos hacer y qué queremos ser como universidad. Asimismo en este campo, tal como lo hicimos en el campo de la investigación a fines del año pasado, la discusión produjo una serie de resultados interesantes. A mí me gustaría contrastar eso con la actitud más desleal por parte de muchos con la Institución, que observan un problema, creen algo, y corren a contarlo a los medios más hostiles a la Universidad de Chile, especialmente a los periódicos que son enemigos de la Institución. Preferiría a muchos de esos académicos aquí con sus puntos de vista, y a lo mejor descubriríamos que, en definitiva, lo único que queremos uno y otro es estar a favor de la Institución; no es eso lo que aparentan por sus procedimientos. Cambios como los que tienen que ver con nuestra investigación, como los que tienen que ver con nuestros Postgrados que la universidad necesita ideas y necesita trabajo.

La discusión en la Universidad se construye en Encuentros como éste. Nunca en la Universidad deben cerrarse los espacios para discutir y para intercambiar ideas respecto de lo que queremos, sobre todo cuando en una universidad tampoco debe haber ninguna materia que sea estrictamente un secreto o una confidencialidad de algo, para nadie. Por ello, es saludable estar en esta reunión, porque ésta es una reunión de académicos preocupados de los temas académicos y en los cuales se ha abierto un espacio para contribuir. Este espacio sigue abierto, aquí están las ideas fundamentales las conclusiones básicas que se han alcanzado hasta esta etapa. Y por supuesto habrá que seguir porque, insisto, es muy importante, ahora avanzar. Quiero que esto sea puesto rápidamente en práctica en nuestro Campus Experimental, que es el Campus Sur y avanzar rápidamente en esta dirección para poder desde ahí irradiar esta experiencia a los otros Campus y no tener más allá de cuatro años que esperar para que esto esté, extendido en toda la universidad.

Quiero agradecerles, estimados profesores y profesoras su presencia acá esta mañana. Porque también es cierto, otro síndrome en la Universidad, muchas veces estas reuniones de trabajo parten bien, pero terminan mal; como que poco a poco, se va disgregando la importancia, se va disgregando el compromiso y finalmente se diluye. Este no ha sido el caso: aquí hay un número sustancial de académicos que han contribuido al éxito de esta jornada. Mirando los rostros de quienes están acá sé que es la gente más importante en decisiones de tipo docente y académica en sus facultades, y por lo tanto, tengo una gran esperanza que las conclusiones tengan un fundamento real, no sólo en las ideas, sino que en la acción, en el compromiso de las personas que aquí están para ponerlo en práctica. De manera que con esas notas iniciales que quería formular, yo quiero desear que el resto del trabajo de la mañana nos permita no sólo entender bien que lo que estamos tratando de hacer, sino el cómo lo vamos a hacer y en qué plazos; esa pasa a ser ahora la pregunta fundamental. Acabo en la entrada de conversar rápidamente con el profesor Oyarzún, y junto con reiterarle a él y a todo el grupo que ha trabajado con él, incluyendo al estudiante Julio Lira que ha tenido una participación muy significativa y ha sido una contribución importante, que necesitamos que continúen llevando esta tarea adelante porque esto hay que terminarlo y porque hay que pasarlo ahora a la segunda etapa: la construcción del nuevo Pregrado de la Universidad de Chile.

Muchas gracias, estimados colegas. Deseo que la reunión de la mañana sea lo más fructífera

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