Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de Inauguración de la exposición "60 años de la Orquesta Sinfónica".

(Transcripción)

Lo primero que hay que decir es feliz cumpleaños a la Orquesta, que es un adulto mayor, pero un adulto mayor que continúa con la energía de un joven veinteañero, y si bien es cierto que el tango dice que veinte años no es nada, yo creo que en contraposición uno puede decir que sesenta años es bastante, porque son mantenidos con vigencia, con incidencia, con relevancia, con pertenencia a la Universidad. Y claro, en la época de su creación la Universidad de Chile tenía a su alrededor una realidad distinta, en que el Estado tenía un compromiso con la Universidad de Chile más allá de los discursos con el arte y la cultura, y como Carlos Riesco alguna vez me lo dijo, "el Rector Juvenal Hernández no tenía que andar corriendo angustiado de banco en banco para renegociar la deuda, ni tenía tampoco que acudir a veces vergonzosamente al Parlamento a pasar el platillo".

Hoy día es una situación distinta, reconozcámoslo, y esa situación naturalmente tiene que cambiar y creo hoy día cuando el país ha visto con escándalo, que en 24 horas se soluciona un problema tramitando una ley para beneficiar a los mismos que votan por esa ley. ¿Por qué el Parlamento no se toma 24 o quizás 48 horas para discutir cuál debe ser efectivamente una política de apoyo y desarrollo del arte y la cultura para Chile? ¿Por qué el Parlamento no se toma también 24 o 48 horas para discutir y resolver los graves problemas que tiene la educación nacional?
Debo decir como Rector de la Universidad de Chile y como una expresión de la realidad nacional, que realmente sentimos vergüenza porque pasen esas cosas y se desatienda lo importante que nos lleva permanentemente a crisis y problemas recurrentes en la Universidad, en lugar de concentrarnos en nuestro trabajo de extensión, de investigación y de docencia.

En los momentos de celebrar sesenta años de la Orquesta, creo que es muy bueno recordar el pasado, como decía Eduardo Salgado, y lo vamos a hacer en un minuto, pero también es bueno recordar el futuro. No habrá futuro ni para Chile, ni para nuestros sueños de país, sino hay decisiones en serio, respecto a política universitaria y política sobre arte y cultura. Esta no puede ser más una sociedad que camine a ciegas en un materialismo absolutamente destructivo, ésta debe convertirse en una lucha por reconstruir el humanismo, que justamente dio lugar a esta Orquesta y a tantas otras expresiones de nuestra vida universitaria. Creo que los sesenta años de la Orquesta deben servirnos para pensar, para ilusionarnos, y también para luchar a volver a tener en Chile una política y una definición que efectivamente ponga una Universidad de Chile al servicio de Chile y no a estar permanentemente tratando de comportarse como una entidad financiera y de lidiar malamente con sus problemas de todo tipo sin el apoyo de quien es su dueño y de aquellos que son los que tienen que tomar las decisiones en el Parlamento.

De manera que en esa convicción creo que es bueno celebrar así el cumpleaños de la orquesta, diciendo "muy bien aquí estamos sesenta años después". Pero, ¿qué será sesenta años en el futuro si así seguimos? Por lo tanto, creo que es muy importante de que aquí nos comprometamos a garantizar para la Orquesta los años que vienen y para poder garantizar a la juventud chilena que seguirá teniendo una Universidad de Chile con compromiso también, no sólo por lo que hacemos también en investigación, sino también por lo que tiene que ver con la cultura y el desarrollo de los valores humanos. En esa convicción... feliz cumpleaños orquesta.

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