Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile en, Ceremonia de Presentación del libro "Guías de Alimentación para la Mujer".

(Transcripción)

Este es un libro que muestra muy bien la responsabilidad que la Universidad de Chile ejerce en materia de investigación. En primer lugar porque es un tema importante para la nación, ya que los problemas de mala nutrición de los varones, de sus déficit alimentarios, de sus malas conductas alimentarias mueren con el hombre, con la persona y, a lo más, se proyectan en el tiempo como un mal ejemplo o un mal precedente.

Pero los problemas de mala nutrición, de alimentación deficitaria, en el caso de las mujeres, se proyectan en los hijos y, en consecuencia, está aquí desde el punto de vista de la toma de decisiones, la opción de si poner más énfasis en el tema de las mujeres o en el tema de los hombres, y la verdad, es que mirando en esta perspectiva intergeneracional, no cabe ninguna duda que el tema de la mujer es mucho más prioritario.

Es prioritario desde el punto de vista de la calidad de población que nosotros queremos incrementar en el tiempo, por cierto también como indicaré desde el punto de vista social, pero es prioritario como un problema de país, cuando es uno de los grupos que acusa una gran cantidad de problemas que se derivan de sus déficit y que en definitiva, tienen que ver con las diferencias que existen entre hombres y mujeres en los temas alimentarios y de salud.

Me sorprendió ver en el libro que existe una serie de patologías que son casi propias de las mujeres y muchas en las cuales hay una distinción muy importante y muy fuerte respecto de la población masculina y que, en gran medida de ellas, se asocian a problemas nutricionales, como son los déficit de calcio y de hierro que son tan importantes para la etapa de gestación. Pero el punto es entonces, que no sólo el tema de la nutrición de la mujer es esencial durante el período del embarazo, que es un aporte muy importante y que está radicado en las políticas que hoy día se emplean en el Ministerio: el cómo poder mejorar la conducta nutricional, los hábitos y los componentes nutricionales para la mujer en una forma permanente.

Dado su proyección intergeneracional y estas diferencias estructurales con respecto a la población masculina, este es un tema de país, pero es además un tema de país cuando uno mira la dimensión social. No cabe duda de que cuando se compara al interior de la población femenina estos problemas son todavía mayores en la población más pobre, por una serie de problemas culturales. Todos sabemos que en nuestra cultura uno puede sacrificar más la educación y la salud de las mujeres para privilegiar la de los varones que tienen un rol productivo en el mercado que es mayor y es probablemente también más temprano. Pero es evidentemente que las mujeres mal alimentadas y que son pobres, darán lugar a población futura también con déficit estructurales y que, por lo tanto, tenderán a hacer persistir problemas distributivos que hoy día el país tiene.

Cuando uno mira por ejemplo, los datos de la Encuesta Casen y trata de mirar entonces cuál es la importancia que tienen este tipos de déficit, ya sea alimentario o de educación, en el caso de las mujeres con respecto al problema distributivo global, es un problema para el país extremadamente serio y se da cuenta además que el tema del rol de la mujer en todo esto es bien fundamental.

Por ejemplo se observa que una proporción importantísima del problema de pobreza radica en hogares encabezados por mujeres, y que se haya mucho más en grupos familiares que están caracterizados por una población femenina fundamentalmente mayor. Hay aquí naturalmente un problema de oportunidades, pero creo que tiene mucho que ver con este problema alimentario y nutricional. Es decir, esto tiende a hacer persistir un problema distributivo que el país está tratando de erradicar, pero que no erradicará definitivamente sino elimina estas raíces negativas de estos problemas diferenciales.

De manera que me parece extremadamente destacable este libro, creo que es un aporte para continuar con la investigación, pero es un aporte también muy importante para la política pública, y quiero hacer aquí entonces mi tercer comentario. Este libro tiene un auspicio que fundamentalmente ha estado destinado a hacer esta publicación. La pregunta que le hice al doctor Uauy fue, bueno ¿y quién a pagado toda la investigación?, porque esta investigación que está acá, refleja un período muy largo de reflexión, de preparación de capital humano, de investigación, de laboratorio y de experiencias; y la pregunta es ¿quién a pagado por eso? entonces la respuesta del doctor Uauy fue bueno, nosotros, la Universidad, y entonces está acá nuevamente este tema, un comentario que he hecho más de alguna vez en la presentación de trabajos, ya que esto muestra la importancia de tener entidades que estén dedicadas a la investigación en el país.

La investigación no es como muchos creen una cosa que tiene un período de partida y un período de llegada que fundamentalmente se considera en un año o dos. La investigación tiene procesos mucho más amplios, requiere inversiones previas, el desarrollo de una serie de actividades que necesitan un financiamiento adecuado, si queremos tener una investigación de calidad que tenga proyección de política pública y que de alguna manera ejerza o pueda ejercer un cambio en las cosas indeseables que están ocurriendo. Hago este comentario porque justamente tuve la oportunidad de conversarlo con un profesor recientemente en una publicación, en la cual aparece la opinión de un influyente personero del Banco Mundial en política educacional para América Latina que dice, casi textual lo cito "que no existe ninguna diferencia, es un debate inútil entre la educación privada y la educación pública". A mí eso me parece, y lo digo con mucha sinceridad, una barbaridad. Es una barbaridad en primer lugar desde el punto vista económico, porque el incentivo público y el incentivo privado son dos cosas muy distintas. El segundo, es aquel para producir bienes y servicios, que está destinado a obtener ganancias en el mercado legítimamente. Pero el incentivo público, en cambio, es un incentivo de producir un servicio que no tiene necesariamente una contra partida en utilidades financieras de ningún tipo. Aquí ninguno de estos académicos está pidiendo participación en las utilidades que esto vaya a producir, porque las utilidades las recibirán el país y su población.

Entonces, esto nuevamente permite hacer un llamado a repensar el tema de qué hacemos para poder progresar, cómo trabajamos para financiar la investigación de calidad. Nosotros estamos haciendo nuestro aporte, estamos haciendo nuestro esfuerzo, por ejemplo, la próxima semana vamos a firmar una alianza estratégica con la Universidad Católica de Chile para poner a nuestros grupos de investigación en muchas áreas, es decir, estamos haciendo seriamente nuestro trabajo, pero esperamos también aquí una respuesta de la política pública. Una respuesta como dijo el Presidente Lagos, de la sociedad chilena que tiene que optar, si queremos tener nosotros mismos la capacidad de crear conocimiento para progresar, o si definitivamente estamos entregados a ser una sociedad y una economía destinada a copiar permanentemente lo que mucho más tarde llegará para mal nuestro, y no estar entonces en el proceso que queremos estar.

Pienso que este libro es un excelente y valiosos ejemplo de esas necesidades y de esa vocación de servicio público. Les recomiendo que al menos lean los cuatro versos de Gabriela que aparecen en una de las primeras páginas y la dedicatoria, que realmente la encontré muy emocionante y muy pertinente, "a las mujeres que han entregado a Chile, aquellas que renunciaron a sus sueños para que sus familias pudieran concretar los suyos".

Muchas gracias.

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