Carta Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Distinción Calidad Académica Profesor Emérito al Prof. Eduardo Schalscha Becker.
(Transcripción)
Sean primero mis palabras para expresar los sentimientos de pesar de la Institución para el decano de la Facultad de Medicina por el fallecimiento de su padre, razón por la cual no nos está acompañando debido a que tuvo que viajar por las circunstancias creadas solamente el día de ayer. Y sean quizás contradictoriamente pero felizmente también mis palabras en segunda instancia, para expresar la satisfacción de la Corporación por esta distinción.
Distinción que ha sido entregada por acuerdo de la Facultad de Medicina y por ratificación de dicho acuerdo por el Consejo Universitario. Y está correcto, establecer un merecimiento para aquellos que tienen una carrera distinguida de profesor, pero creo que eso nos lleva a reflexionar sobre qué es lo que es hoy día un profesor, y qué es lo que debería distinguir la Universidad de Chile como un distinguido profesor de la Institución. Por supuesto que en el sentido semántico no debe haber discusión respecto a que el profesor crea y enseña en una disciplina, pero en estos momentos en que la actividad universitaria se ha convertido en gran parte en una actividad extraña, en que el profesor o muchos de los profesores no tienen discípulos, sino que clientes, y en las que las instituciones entrenan y no forman, evidentemente que el carácter de lo que es un profesor universitario, respecto de aquel que es un instructor de conocimientos que llevan a un título profesional, marca una diferencia que en mí opinión es sustancial y que en la Universidad de Chile debe constituir la gran diferencia respecto de lo que actualmente pasa en el sistema universitario.
Esta distinción se entrega a un profesor, porque su actividad en primer lugar ha rendido frutos los cuales son sus discípulos, que como hemos escuchado de parte de la brillante presentación del Prof. Dr. Ferreira son múltiples y han permitido a esta Universidad nutrirse de nuevas mentes, de nuevas iniciativas producto del trabajo que durante tantos años usted desempeñara en la enseñanza y en la investigación. Pero al mismo tiempo esta distinción también premia el ejemplo, el ejemplo de una perseverancia universitaria dedicada a la investigación, a la creación y a la enseñanza en tiempos más difíciles de los nuestros. Su carrera se desempeñó lejos de la internet, lejos de los medios comunicacionales y computacionales que en el presente nos simplifican en gran medida los avances que se realizan en todos los campos, y realmente tengo mucha admiración por quienes hacían investigación en medios tan adversos respecto a la realidad de hoy día tecnológicamente hablando y que constituye un ejemplo digno de imitar cuando nuestros investigadores jóvenes muchas veces se sienten frustrados, porque la cantidad de megas disponibles no es la que quisieran tener, o porque otras de las condiciones de investigaciones en laboratorio no cumplen con los estándares que nos gustaría que tuviera respecto a los conocidos a nivel internacional. Creo que cuando la investigación y la contribución se ha hecho en un medio tan distinto y tan adverso, eso merece también una distinción por el ejemplo que significa para las actuales generaciones. Pero al mismo tiempo y por lo que he dicho, esta distinción lo que premia es la contribución al trabajo de una real Universidad.
Hoy día, quizás arrendar una casa basta para tener una universidad, pero nosotros sabemos que la universidad de verdad requiere vocación de servicio, vocación formativa, vocación para investigar y requiere una dedicación que no es lo común desgraciadamente en un sistema que en forma perversa evoluciona hacia características más propias de un negocio, que características propias de lo que debe ser la formación de personas del más alto nivel intelectual para un país.
De manera que para nosotros profesor, como Universidad, como Consejo Universitario, esta distinción constituye un premio no sólo a una carrera distinguida, sino un ejemplo, un ejemplo que debe perdurar en nuestras aulas. Creo que es muy importante hacerlo hoy día después de las horas de horror que ha vivido la humanidad, cuando de esa manera la inconciencia trata de destruir los fundamentos de la civilización y del más básico humanismo; me parece que este premio también tiende a distinguir a quien por el contrario a construido en tiempos difíciles civilización y ha ayudado a hacer de esta Institución la entidad humanista que debe ser. Por consiguiente para mí es muy grato hacerle entrega a nombre de la Universidad de esta distinción tan merecida, pero al mismo tiempo es muy grato hacerlo hoy día precisamente como la mejor respuesta que una Universidad debe tener frente al horror que acabamos de vivir.
Muchas gracias a todos ustedes.