Dicurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Graduación MBA For The Americas.

(Transcripción)

Una universidad es una empresa compleja, y ésta es una empresa de gran complejidad. Es una empresa que maneja un presupuesto de 220 millones de dólares al año, tiene 2 mil 200 profesores de jornada completa equivalente, más de 4 mil funcionarios, 21 mil estudiantes de pregrado, 4 mil estudiantes de postgrado y, por lo tanto, nada mejor para el Rector de la Universidad que venir a una ceremonia donde se gradúan quienes deben ser también los especialistas en la gestión de una empresa tan compleja como ésta. Una empresa que tiene tareas muy definidas, pero, por cierto, que no corresponden a una pura línea de producción; tenemos nosotros la responsabilidad de crear y diseminar conocimiento para el desarrollo del país; esa es, ha sido y será la misión fundamental de la Universidad de Chile, lo que implica las tareas de docencia, de investigación, de creación artística y en humanidades, y de extensión. Pero no es sólo eso; el punto fundamental y la tarea más importante de esta Universidad es mantenerse en la frontera del conocimiento; nosotros no podemos estar conformes con la simple producción de más graduados, de más profesionales; nosotros tenemos la obligación de ser los primeros, y ese reto de ser los primeros es el permanente. Somos los primeros en investigación, los primeros en calidad formativa en los pregrados y los primeros también en la calidad de nuestros postgrados. Y es por eso que este programa es un buen ejemplo de este esfuerzo que realiza la Universidad, porque para nosotros la realización de un postgrado no es un "negocio", porque los postgrados son fundamentalmente para nosotros un insumo. Nosotros lo que hacemos es producir profesionales y académicos para el país. Muchas veces nos preguntan ¿cómo la Universidad de Chile enfrenta a la competencia? Nosotros observamos a la competencia como una amenaza a 10 o 15 años, y nuestra línea estratégica está en seguirnos consolidando como la primera Institución de investigación del país y en transformarnos en una entidad productora de académicos, para que justamente esa competencia dependa de la calidad de los académicos formados en la Universidad de Chile y de nuestras ideas, de nuestra investigación, de nuestras publicaciones. Y en el diseño de esta estrategia ustedes son fundamentales, han sido fundamentales y estos programas seguirán siendo fundamentales para poder sostener un cuerpo académico que de verdad enfrente a las preguntas desafiantes de hoy día y de mañana.

De manera que junto con felicitarlos por este proceso que han sobrellevado con mucho sacrificio, lo sabemos, pero también con mucho éxito, y nos alegramos, quiero también agradecerles el que hayan participado activamente en este proceso diario y permanente de la Universidad de Chile de crear nuevas ideas, de responder las preguntas, porque para nosotros el mejor alumno no es el que rinde más, sino el que hace las preguntas más difíciles, porque eso nos permite caminar hacia el futuro y empujar la frontera del conocimiento.

Y ahora que se van, permítanme decirles que también quedan tareas pendientes: no han terminado con los trabajos, hay uno muy importante cuando uno sale de este más que centenario Salón de Honor con un diploma en su mano, y creo que hay cuatro responsabilidades fundamentales. La primera, es el desempeño siempre con la mayor excelencia posible; nuestro prestigio, nuestra tradición a la que aludía el Prof. Fuentes, depende justamente del comportamiento de nuestros egresados allá afuera; ustedes tienen que ser los mejores, nosotros no producimos gente para el montón, nosotros producimos líderes y eso es lo que queremos que ustedes sean, líderes permanentemente en las ideas, en las iniciativas, en las responsabilidades, excelencia todo el tiempo.

Pero junto con eso, una segunda tarea es mantener también un espíritu de servicio público. Nosotros tenemos, independientemente de si formamos médicos, abogados, ingenieros comerciales o MBA, que poner un sello distinto a lo que produce esta Universidad, y esta Universidad en su historia se ha encargado de producir gente que lleva un mensaje humanista a nuestra sociedad, y eso hay que hacerlo, nosotros tenemos que tener un compromiso también con las personas, porque eso es parte justamente del trabajo eficiente al cual nos permiten acceder estos cartones; es una gran responsabilidad y una gran tarea, nuestra sociedad necesita no solamente la eficiencia y la efectividad de nuestros profesionales, sino que también necesita ese profesional humanista capaz efectivamente de construir relaciones poderosas para el progreso en todos los ámbitos.

Pero también hay una tercera tarea, que es muy importante: la tarea de volver a la Universidad, porque a ustedes menos que a nadie les tendría que explicar, porque hoy día en un mundo de cambio permanente las condiciones allá afuera están cambiando de manera impensada y con tanta rapidez que uno necesita ir de vuelta a la Universidad todo el tiempo. Y en el mundo de los negocios, de las finanzas, de la administración y de la economía los cambios son tan importantes, son tan frecuentes, son tan violentos; los problemas son tan nuevos, que obviamente una responsabilidad es volver a preguntar, y nosotros necesitamos que ustedes vuelvan a preguntar, porque es parte de nuestro trabajo pensar en las respuestas, y eso nos permite seguir vivos.

Finalmente, la cuarta tarea es mantener muy en alto el azul con el que ustedes han teñido sus corazones en esta Institución, porque desde donde hayan venido -no importa- ustedes hoy día son hijos de la Universidad de Chile, como todos nosotros. Bienvenidos a esta Universidad nuevamente. Que tengan mucho éxito.

Buenas tardes.

Compartir:
https://uchile.cl/u6076
Copiar