Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Inauguración de la Cátedra Rectoral: "Calidad de Vida, Desarrollo Académico y Uso de Sustancias Psicotrópicas".

(Transcripción)

Las Cátedras Rectorales tienen el propósito original y fundamental de poder sentar, aquí, en la Casa Central de la Universidad de Chile a estudiantes de las distintas carreras.

Esta es una Universidad muy grande, no sólo grande en su sentido y en su significancia, sino que también grande en su tamaño, y no tenemos muchas veces las instancias para que estudiantes de arquitectura se sienten en alguna actividad de este tipo con estudiantes de medicina, o de economía, o de ingeniería. Este es un lugar para eso y hemos en el pasado experimentado con otros tópicos, con la astronomía, con la biología del conocimiento, y lo seguiremos haciendo en tópicos que sean de interés común en el propósito de hacer más transversal nuestra experiencia académica como debe serlo en una Universidad real e integrada como es ésta.

Pero este particular tópico que hemos elegido en esta oportunidad tiene para nosotros una especial relevancia. Desde luego, como el Dr. Pallavicini lo ha apuntado, es un tópico de mucho interés, porque en gran parte ustedes van a recibir acá los resultados de nuestros programas de investigación en la Facultad de Medicina, en la Clínica Psiquiátrica y, por lo tanto, vamos a estar un poco tratando de ponernos al día de qué es lo que sabemos en esta materia. Pero más importante, creo yo, es el interés que tenemos en que esta actividad, que este curso, sirva como un mecanismo para que todos entendamos el problema con el que hoy día estamos tratando en nuestra sociedad.

Hace no mucho tiempo, los titulares de los periódicos se llenaron de la que apareció como una gran noticia, una cosa muy novedosa, algo que nadie sabía: había droga entre los jóvenes, y que esa droga estaba concentrada totalmente en un Campus de la Universidad de Chile. Desde luego eso nos molestó mucho, nos molestó no sólo por lo injusto de un tratamiento que se ha hecho consuetudinario en la prensa de tratar en forma sensacionalista problemas que son mucho más trascendentes, sino porque el problema de la droga debe ser informado correctamente, y no es bueno informar a la sociedad que ese es un problema puntual que está reducido casi a la esquina de un Campus en un sector muy determinado de Santiago.

Decidimos, en lugar de tener desmentidos de prensa y cosas que en general no tienen ninguna efectividad, emprender una campaña positiva y hacer un llamado como Universidad de Chile al tema de la droga. A adquirir conciencia respecto de lo que eso hace con nosotros, con nuestra convivencia, con nuestra juventud, con nuestras estructuras sociales, con nuestros problemas como grupo, como familia, como sociedad, y creo que hemos sido exitosos en posicionar el tema de esa manera. Creo que este curso, esta actividad de alguna manera también va a contribuir a eso, porque la primera pregunta que nos hicimos todos en la Universidad es qué sabemos realmente de este problema. Los que no somos especialistas sabemos solamente lo que leemos en los titulares o en notas de prensa, que generalmente no tienen mucha profundidad, y requerimos, por lo tanto, para tratar y abordar un problema de tanta significancia, conocer más sobre los orígenes.

El problema de la droga es un síntoma, en mi opinión, y necesitamos sobre todo los educadores conocer más sobre los orígenes para saber qué poder hacer para encauzarlo y tratarlo. Eso nos llevó a concebir, con la ayuda de nuestros colegas de la Facultad de Medicina, un curso de esta naturaleza, pero queríamos también trascender a un curso solamente para los estudiantes de la Universidad, porque en nuestra opinión es un problema que va mucho más allá de los estudiantes o mucho más allá de la corta edad de los estudiantes, y es realmente un problema que afecta a la sociedad chilena. Es por eso que también lo abrimos a padres, a profesores y funcionarios de la Universidad, porque creemos que todos tenemos que aprender de esta materia, y este curso está diseñado en forma tal de entregar y de actualizar en términos de los avances del conocimiento y de la investigación sobre la droga. Pero sobre todo, y en eso creo que es bueno hacer un llamado a no tener las preguntas escondidas, a saber las cosas que todos queremos saber respecto de ella: cómo se sabe cuando el problema está presente en una persona, cómo se debe abordar el problema, cuáles son las opciones que existen, cuáles son las reales implicancias que tiene para la persona y para su grupo más inmediato la presencia de este problema de uso de droga, o de algún otro tipo de elemento indeseable en nuestro cuerpo.

Yo creo que esto abre una posibilidad. Este es el primer curso que tiene por propósito que estas preguntas se formulen y se puedan discutir teniendo a nuestra disposición para examinar el problema la investigación científica de respaldo, para no actuar como en tantos otros casos, solamente sobre la base del juicio de valor, conformados sobre opiniones o sentimientos que realmente no tienen un fundamento muy determinado. Este es un problema tan serio que necesita realmente de un conocimiento sólido y ese conocimiento sólido, por cierto, ha tenido una investigación de respaldo que ustedes se darán cuenta lleva mucho tiempo en desarrollo. Esto no es una cosa que haya partido hace una semana, hace un año o hace cinco años, lleva mucho tiempo. Hay una gran inversión que se ha hecho aquí en conocimiento, lo cual pone de relieve la importancia de que el país cuente con universidades que puedan hacer eso; crear conocimiento y no sólo diseminar conocimiento sobre la base de lo que ya existe, sino crear el conocimiento nuevo, que es lo que el Prof. Pallavicini y su equipo van a entregarles a todos ustedes.

Nosotros hemos venido acá con el señor Prorrector de la Universidad, el señor Decano de la Facultad de Medicina, el señor Director de Asuntos Estudiantiles, para manifestar el interés que tenemos en este curso, en que tenga realmente implicancias más allá del mismo; este no es un curso para que se quede aquí, es un curso para que todos nosotros posteriormente a él nos convirtamos en personas que podamos multiplicar el conocimiento hacia fuera: nuestra sociedad, nuestra familia, nuestros padres, nuestros profesores. Nuestros estudiantes necesitan saber más de este problema, entender más sobre sus implicancias y más sobre las opciones. Creo que cada uno de ustedes debe convertirse en ese sentido en un propagador de estas ideas y eso es muy importante, porque es una contribución al mejoramiento de la calidad de vida. De manera que hemos venido acá para decir cuánto nos importa esto, cuánto sentimos que esto refleja también el rol de la Universidad de Chile, que es ponerse al servicio de temas del país, y éste es uno de ellos. Es un tema en el que no podemos seguir cerrando los ojos de que no existe, de que es un problema solamente de minorías o de cosas que de repente aparecen en las páginas criminales o en las páginas rojas de los diarios. Este es un problema que está presente en todos los estratos sociales, en todas las regiones del país, en todos los grupos de edades, en cuanta comunidad que existe, y es, por lo tanto, un problema que afecta a toda nuestra convivencia y a nuestra organización social. En consecuencia, tenemos que abordarlo como tal, como un problema global, y creo que esa es la forma en que el equipo que encabeza el Prof. Pallavicini lo va a hacer aquí frente a ustedes. Yo les agradezco que estén aquí con nosotros, veo que este curso ha tenido más éxito del que se había planeado, por lo tanto, va a haber que cambiarlo de sala probablemente para la próxima reunión, porque estamos todos aquí un poco apretados, lo cual tiene, sin embargo, el síntoma bueno del interés que esto ha despertado en todos ustedes.

Les deseo que tengan un buen curso y que realmente saquen el provecho de futuro que todos esperamos.

Muchas gracias.

 

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