Un innovador instrumento clave para la investigación en diversas áreas como la arqueología y la biología fue presentado durante la Inauguración de laUnidad de Análisis Morfológico del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, realizada el jueves 20 de marzo. Se trata del Microscopio Electrónico de Barrido Ambiental ESEM ME 10 Zeiss, que permite obtener imágenes en alta resolución para efectuar análisis morfológico y de composición elemenal de material bioantropológico y arqueológico, sin destruir la muestra de valor patrimonial.
En la ocasión, el director del Departamento de Antropología, Prof. Eugenio Aspillaga, destacó la relevancia de esta nueva adquisición, gracias al trabajo realizado por un grupo de académicos de distintas facultades, liderado por el Profesor Germán Manríquez. “Es un equipo que tiene muchas potencialidades y contribuye en la resolución de múltiples problemas de la arqueología y antropología física, pero también establece un vínculo más estrecho y sistemático con otras áreas de la universidad y de otras instituciones”, explica uno de los primeros gestores de esta iniciativa.
Alegría también siente el Vicerrector de Investigación y Desarrollo, Sergio Lavandero, quien recalca la transversalidad disciplinar que caracteriza al equipo investigador. “En la medida que estos grupos se forman y conocen constituirán los grandes centros de excelencia del mañana”, afirma.
El nuevo Microscopio Electrónico de Barrido llegó en enero de este año y ya ha sido utilizado en el Depto. de Antropología. Según el Profesor Germán Manríquez, director del proyecto y también académico del Programa de Genética Humana de la Facultad de Medicina, “este modelo es de análisis estructural y sirve para estudiar, por ejemplo, el genoma bacteriano en piezas dentales”. Un trabajo que comenzaron a desarrollar hace algunas semanas junto al Prof. Sergio Flores, Investigador responsable del Proyecto Fondecyt 1110461 “Evolución de la Paleodieta en poblaciones del norte de Chile: evidencias bioantropologicas y microbioma oral”.
Indagar en la morfología de las bacterias y sus patologías asociadas, proporciona información “sobre el origen y el tipo de dieta de individuos que en la prehistoria habitaron las diferentes zonas geográficas del país”, complementa el académico. Por otra parte, el microscopio contribuye al análisis de áreas tan diversas como la geología, mineralogía, ecología y el arte.
Por su parte, el decano de la FACSO, Prof. Marcelo Arnold, señaló que actualmente se vive un momento muy interesante de expansión y desarrollo en las ciencias sociales, ya que la facultad “crea nuevas carreras de pregrado como la de Trabajo Social que se reincorpora a partir del próximo año, tras su cierre en 1980, y desarrolla importantes líneas de investigación por prácticamente la totalidad de los docentes”.
Uno de los mayores atributos del nuevo instrumento es su carácter no invasivo, por tanto no altera la muestra. “De otro modo, habría que cubrir la muestra con la capa de algún metal, y con eso se inutiliza y ya no se puede devolver al museo o a su lugar de origen”, explica Manríquez. También destaca su fácil uso e imágenes en alta resolución en formato 3D.
La historia del proyecto
Hace cuatro años, un equipo interdisciplinario dirigido por el Prof. Germán Manríquez se adjudicó el proyecto Anillo ACT- 096 de Investigación en Ciencia y Tecnología, con el cual recibió apoyo entre 2010 y 2013 para trabajar en un macro proyecto que estudiaba la movilidad humana en la prehistoria de San Pedro de Atacama y regiones aledañas.
Otros de los académicos participantes fueron el arqueólogo Diego Salazar, el doctor y académico de la Facultad de Ciencias, Hermann Niemeyer, el investigador del Programa de Genética del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina, Mauricio Moraga y el doctor y académico del Departamento de Antropología, Sergio Flores, entre otros investigadores.
“A partir de esa iniciativa, el grupo participó en un segundo concurso para equipamiento. Tras unainvestigación técnica y científica, presentamos una propuesta y obtuvimos el microscopio”, recuerda el Profesor Sergio Flores. Su elección se basó en un análisis de lo que se usaba en antropología física y arqueología en laboratorios reconocidos a nivel mundial. Esta experiencia ha sido calificada por los investigadores como interesante y positiva, ya que posibilitó un trabajo interdisciplinario que responde a interrogantes científicas anteriores y otras nuevas surgidas en el camino.
Si bien el equipo será utilizado por miembros de la Unidad de Análisis Morfológico del Departamento de Antropologíadonde participan arqueólogos, biólogos y antropólogos físicos, también “se ofrecerá en un futuro cercano como servicio a todas las facultades del campus, a la universidad y a las comunidades científicas interesadas”, aclara Germán Manríquez.
Además, la unidad cuenta con equipos de escaner de superficie para construir modelos 3D de material arqueológico y bioantropológico, un Microscopio Óptico Metalográfico y cuatro scanners de superfie 3D. Los equipos fueron adquiridos con fondos del Proyecto Conicyt de Apoyo a la Infraestructura en Ciencias Nº 063-2012, dirigido al Mejoramiento de la capacidad investigativa en Arqueología y Bioantropología del proyecto Anillo ACT- 096 (2010-2013).
Otras de las facultades e instituciones que participaron de la iniciativa fueron Odontología, Medicina, Ciencias, Ciencias Físicas y Matemáticas y el Museo Arqueológico San Pedro de Atacama de la Universidad Católica del Norte.