Falleció el 30 de octubre pasado

U. de Chile despide con cariño al ex Decano Enrique D'Etigny Lyon

U. de Chile despide con cariño al ex Decano Enrique D'Etigny Lyon
Ex Decano Enrique D'Etigny Lyon (1926 - 2014)
Ex Decano Enrique D'Etigny Lyon (1926 - 2014)

Con gran admiración recuerda la academia al profesor Enrique D’Etigny Lyon (1926-2014), quien jugó un papel protagónico en la modernización de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) y asumió con entereza y valentía la defensa de la academia y sus trabajadores en difíciles momentos de la historia política chilena. El ex decano, de 88 años, además fue consejero del Consejo Nacional de Educación y presidente de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).

El Decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile, Profesor Patricio Aceituno, destacó la vida de don Enrique D’Etigny Lyon como un actor visionario y pionero en la historia de la FCFM, recordándolo como el artífice de un modelo moderno de facultad y a la altura de las nuevas necesidades.

“Hay líderes de organismos que dejan más huellas que otros en las instituciones que dirigen y creo que don Enrique D’Etigny es claramente uno de esos grandes líderes que tuvo esta Facultad. Su paso por esta unidad y su conducción en los años ‘60 se convirtió en un cambio significativamente positivo y creo que todas las generaciones posteriores deben agradecer su contribución, que generó una dinámica distinta, un sello que finalmente se extendió a toda la Universidad. Y fue aquí donde se inició ese proceso de consolidar a esta organización académica como una facultad moderna dentro de la Universidad de Chile”.

Una trayectoria de nombramientos y distinciones

Enrique D’Etigny estudió ingeniería en la Universidad de Chile entre los años 1944 y 1949, y obtuvo el premio Marcos Orrego Puelma como mejor alumno de su generación, al graduarse de ingeniero eléctrico. Al año siguiente fue nombrado profesor de la Facultad de Cs. Físicas y Matemáticas dando inicio a su carrera académica. Entre 1957-1963 fue Director de la Escuela de Ingeniería y entre 1963-1971 asume como Decano, constituyéndose en la máxima autoridad de la facultad más joven de su historia.

Como líder de la institución implementó un nuevo modelo académico que incorporó la ciencia como parte del desarrollo, llevando a la FCFM a iniciar una transición hacia una unidad a la altura de las necesidades de los nuevos tiempos. Hasta la fecha la facultad estaba constituida por una academia de destacados ingenieros orientados a la docencia y formación de ingenieros, que en su calidad de grandes representantes del mundo laboral, eran muy pocos los profesores de jornada completa. Don Enrique D’Etigny, como Decano, movilizó muchas voluntades para que se produjera el desarrollo de una nueva estructura organizacional donde se constituyeran departamentos con responsabilidades tanto docentes como del desarrollo de la ciencia y la investigación.
Un paradigma que distingue las universidades complejas de las docentes y que garantizan una formación de excelencia y rigurosidad en la docencia toda vez que los propios profesores se encuentren activos en la generación de conocimiento nuevo. Así lo relata años más tarde el mismo profesor D'Etigny en un discurso anual que ofreció como Director de Conicyt (1996) donde insta al Estado a implementar políticas públicas para asegurar que las instituciones de educación superior en el país cumplan con este estándar para asegurar la formación de capital humano avanzado de clase mundial y sean activas en el desarrollo de la investigación.

Otra acción tomada en su decanato, que se convirtió también en un hito en la historia de la FCFM fue la creación, en 1963, del Centro de Estudios Humanísticos, encargando al filósofo Roberto Torretti la fundación de un centro de investigación y docencia orientado a incentivar la formación humanística de los estudiantes de ingeniería, convocando además a grandes representantes de diversas disciplinas de esta área del conocimiento.

Un ciudadano comprometido con la vida

Frente a los acontecimientos vividos en dictadura, el profesor D’Etigny se convirtió en un defensor de los valores universitarios y de las personas que ahí trabajaban y estudiaban, siendo recordado como un miembro de la comunidad que prestó importante ayuda en tiempos de opresión. En la década de los ’80 –habiendo sido expulsado de la Universidad en el marco de la intervención militar que vivía la institución- se dedicó a colaborar con el Cardenal Silva Henríquez en la preservación de las actividades académicas en el campo de las humanidades, creando la Academia de Humanismo Cristiano, institución de relevancia en la defensa de los derechos humanos en tiempos de la dictadura.

Su experiencia fue reconocida también con nombramientos de cargos de relevancia en la institucionalidad científica de Chile y distinciones internacionales. Tales fueron el caso de las funciones que cumplió como Consejero del Consejo Superior de Educación y de Presidente de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt). También fue fundador del Centro de Graduados de la Escuela de Ingeniería y Ciencias de la U. de Chile, Presidente del Instituto de Ingenieros de Chile y en 1996 fue distinguido por el Gobierno de Francia como Oficial en la Orden de la Legión de Honor, mientras que en 1997 recibió la distinción de Doctor Honoris Causa de la Université Catholique de Louvain UCL.

El presidente del Centro de Investigación Avanzada de Educación (CIAE) de la U. de Chile, Rafael Correa, también compartió el cariño y admiración que le inspiró la vida del profesor D’Etigny. Su acercamiento se dio en la época de su carrera en Conicyt, cuando lo invitó a asumir el cargo de Director Ejecutivo, período en que construyeron una fuera amistad, recuerda el Profesor Correa: “Esos siete años de colaboración fueron para mí una escuela y una posibilidad única de contribuir al país en el campo de la gestión de la ciencia. Se trataba de construir el sistema de desarrollo de la ciencia, de lo tecnológico desde la ciencia, y de un sistema de formación de capital humano avanzado, especialmente para la academia”, comenta.

En este sentido, el académico Rafael Correa destaca como uno de los aportes de mayor impacto visto con la luz del tiempo, el proceso que impulsó para la creación de Centros de Excelencia de Investigación en áreas prioritarias en el país. “Hoy hay más de 40 centros de excelencia en todas las áreas, Centros FONDAP, Centros Basales, Institutos Milenios, Centros Regionales, Centros Internacionales para la Innovación(…) A nadie le cabe duda que junto a FONDECYT, estos programas de creación de centros de excelencia han sido el gran motor del desarrollo científico en los últimos 15 años. ”, detalla el prof. Correa.

Los funerales del profesor Enrique D’Etigny Lyon se realizaron el 1 de noviembre pasado.