El Senado Universitario de la Universidad de Chile lamenta profundamente la muerte de dos jóvenes chilenos, en un acto criminal que da cuenta de un modo de convivencia social muy distinto a aquel que deseamos para nuestro país. El asesinato de Exequiel Borvarán y Diego Guzmán, dos estudiantes universitarios comprometidos con la construcción de una sociedad chilena más humana y justa, respetuosa de los derechos y las diferencias, en que todos se sientan integrados, es incomprensible. Solidarizamos con el dolor que sus familias y sus amigos experimentan hoy, a quienes expresamos nuestra congoja y apoyo; también compartimos la indignación que sienten muchos chilenos frente a estas muertes.
Pensamos que este crimen debe llevarnos a reflexionar sobre el tipo de sociedad que hemos venido construyendo en las últimas décadas; el lugar que el respeto y el cuidado por el otro tienen en nuestro modo de vida, crecientemente centrado en el individualismo, el abuso y el beneficio personal a cualquier costo.
El Senado Universitario adhiere a los principios que se plantean para las reformas educacionales y los cambios que la sociedad, en general, demanda en distintos frentes, propiciando el diálogo como medio para resolver controversias al interior de la Universidad y en el país. Por eso, no puede sino rechazar los actos que vayan en contra de tales principios y repudiar enérgicamente este crimen absurdo de dos estudiantes que soñaban con un Chile mejor.
Santiago, 16 de mayo de 2015